La falta de información y la distancia dejan a miles de mujeres y personas gestantes con barreras que las obligan a recorrer horas y enfrentar gastos para acceder a este derecho.
LO QUE NO SE NOMBRA, NO EXISTE/ Gely Pacheco
El 26 de noviembre de 2024, Chiapas dio un paso histórico: se despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación. Nueve meses han transcurrido, la pregunta sigue siendo incómoda pero necesaria: ¿qué ha pasado con la implementación de este derecho en los hospitales públicos del estado? La respuesta, tristemente, es que sabemos poco o nada. Actualmente la falta de información son barreras tan grandes como las leyes que antes criminalizaban. El paso que sigue es la despenalización social que nos involucra a todos y todas, pero muy especialmente a las y los trabajadores de la salud.
Hasta ahora, gracias a la Red por la Justicia Reproductiva en Chiapas y Aborta Libre, sabemos que solo seis hospitales del IMSS Bienestar practican el aborto seguro: el Hospital Básico de Berriozábal, el Hospital de la Mujer en San Cristóbal de las Casas, el Hospital de Salto de Agua, el Hospital General de Palenque, el Hospital de Pichucalco y el Hospital General de Tapachula. Cinco hospitales para un estado con casi tres millones mujeres, según el INEGI. Para muchas mujeres y personas gestantes, llegar a uno de ellos implica recorrer horas de camino, enfrentar gastos que no deberían existir: transporte, pago de gasolina, hospedaje y alimentación, trámites, absorbe el gasto de alguna acompañante, etc. Y otras mujeres podrían tal vez exponerse pensando que en cualquier hospital público le pueden brindar el servicio; topándose con miradas de juicio que hieren tanto como la negación del servicio, debido a que el personal puede tener desconocimiento del tema.
Las barreras siguen siendo múltiples pero la principal definitivamente, es la falta de información clara y accesible: ¿dónde se puede abortar?, ¿cuáles son los requisitos?, ¿qué derechos tengo?, ¿qué hacer si el personal se niega? A esto se suman obstáculos estructurales como el estigma social, la objeción de conciencia mal entendida, la falta de personal capacitado y la ausencia de campañas públicas que reconozcan el aborto como un servicio de salud esencial. Por ejemplo, hoy en día aún hay muchos médicos y médicas, que no saben que la NOM 046 Y NOM 007 obligan a brindar atención, sin necesidad de denuncia previa. Entonces se vuelve primordial la realización de protocolos o guías claras sobre los medicamentos o procedimientos y que se surtan de misoprostol y mifepristona para que las mujeres y personas que puedan acceder a este medicamento.
En un estado con altos índices de embarazos no planeados y no deseados, particularmente en adolescentes, estas limitaciones no son detalles menores: son problemas estructurales que perpetúan desigualdades y violencias. Cada embarazo impuesto, cada aborto negado o retrasado, es una forma de control sobre los cuerpos y los proyectos de vida de las mujeres que a largo plazo impacta en nuestro tejido social con familias de madres y padres, jóvenes, sin una maduración emocional, que puede desembocar en problemas de adicciones, en frustraciones, profesionales y personales, en violencia familiar, por mencionar algunos y que nos impacta a todos y todas.
Sabemos de antemano que el derecho a decidir no se agota en cambiar una ley ni cualquier otra; se conquista plenamente cuando todas las personas con capacidad de gestar pueden ejercerlo sin miedo, sin juicios y sin barreras. Y esta es la particularidad especial de este derecho. Sin embargo, eso requiere presupuesto, profesionistas con perspectiva de género, capacitación, infraestructura y, sobre todo, la voluntad política para garantizar que este servicio de salud sea accesible en todo Chiapas.
Ante esta realidad, la sociedad civil sigue siendo un pilar. Como lo ha sido todos estos años para conquistar y garantizar este derecho para las mujeres y personas gestantes como Aborta Libre Chiapas quien el próximo 16 de agosto estará iniciando el 2º Proceso Formativo de Acompañantas por el Derecho a Decidir. Este proceso busca compartir saberes, experiencias e información científica, veraz, clara, oportuna y libre de estigmas o tabúes sobre las opciones para abortar de manera libre, segura y amorosa. Está dirigido a todas las mujeres diversas y personas con capacidad de gestar.
Búscalas en Facebook como Aborta Libre Chiapas. Porque lo que no se nombra, no existe. Y si no lo exigimos, lo que conquistamos en las leyes, se perderá en los pasillos del silencio.
vocesfeministas@gmail.com


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