Biólogo advierte que el hongo zoque podría desaparecer por tala de nangaño.
Alfredo Pacheco/Ultimátum
La deforestación del árbol de nangaño pone en riesgo una variedad de hongos, entre ellos el “moní”, considerado emblemático en la cocina zoque.
Ezequiel Alberto Cruz Campuzano, director de Fungaria, organización dedicada al estudio de los hongos, explicó que además del “moní”, otras especies silvestres podrían desaparecer si continúa la tala indiscriminada.
Detalló que en el pasado la capital chiapaneca y sus alrededores contaban con numerosos nangañales, sobre todo en zonas periféricas. Sin embargo, la expansión demográfica y la ganadería incrementaron la tala, reduciendo drásticamente la presencia de este árbol.
Cruz Campuzano precisó que diversas variedades de hongos comestibles crecen asociadas al nangaño, y entre ellas destaca el “moní”, ingrediente central en los platillos tradicionales de la región zoque.
“Actualmente quedan muy poquitos. Un ejemplo es el área junto a la Diana Cazadora, que es el único espacio grande en la ciudad donde la gente recolecta, además de Copoya, Jobo, Suchiapa, Chiapa de Corzo o Coita, donde aún se conservan algunos ejemplares”, señaló.
El especialista recalcó que la recolección que realizan las comunidades zoques no representa una amenaza, sino la deforestación que elimina el hábitat natural de estos hongos. “Lo que les causa peligro no es la recolecta, sino la pérdida de bosques de nangaño; solo ahí crecen estos hongos y si los talamos, ya no van a existir”, advirtió.
