Mientras los vecinos pelean con montañas de basura, el alcalde Yamil Melgar juega al influencer en redes sociales.1
TAROT POLÍTICO/Amet Samayoa Arce
Tapachula está convertida en la vitrina de la frivolidad política. Y al frente aparece Yamil Melgar Bravo, como un alcalde que deshonra los principios de Morena con su insensibilidad, irresponsabilidad y descarada inclinación a las ocurrencias tiktokeras, mientras la ciudad se hunde entre montañas de basura. El contraste es brutal: mientras los ciudadanos batallan con los desechos que se acumulan en cada esquina, el presidente municipal parece más preocupado por proyectar su “imagen fresca” en redes sociales que por cumplir con las obligaciones más elementales de su encargo, aunque las asechanzas han frenado sus aventuras vergonzosas. ¿Para eso llegó al poder? ¿Para hacer de la política un show digital mientras los tapachultecos respiran podredumbre?
Arte de magia en la recolección de basura
Mañana, con la llegada de la presidenta Claudia Sheinbaum, seguramente Tapachula lucirá “limpia” en sus calles principales. Claro, porque a Melgar Bravo le sobra el oportunismo y le falta vergüenza, por eso el servicio de recolección, abandonado durante meses, de repente se activó como por arte de magia, solo para que la jefa del Ejecutivo Federal no vea la verdadera cara de la ciudad. Pero la pregunta inevitable es ¿qué pasará cuando la presidenta se vaya? ¿Regresará el pueblo de Tapachula al lodazal de siempre, al eterno abandono de los servicios públicos? Este doble rostro político no es nuevo. Ya lo vimos en Tuxtla con el “Caído” Torres Culebro, que hizo de la basura un negocio y de la corrupción una forma de gobierno . Ahora en Tapachula se repite el guion, con la diferencia de que Melgar ni siquiera intenta disimular porque se solaza en la frivolidad, juega al influencer y convierte la tragedia urbana en espectáculo barato. El pueblo tapachulteco merece un alcalde que gobierne, no un animador de redes sociales. La basura no se barre con filtros ni likes; la dignidad de una ciudad no se recupera con coreografías de moda. Yamil Melgar debe recordar que fue electo para servir, no para servirse ni para presumir. Pero claro, cuando se gobierna con cálculo y no con principios, lo primero que se traiciona es a la gente.
De Tarot y Adivinanza
No se duda que el senador del Verde, Luis Armando Melgar Bravo – el que llamó “ratas” a actores políticos de Morena- se ponga de alfombra mañana para que ponga los pies la Dra. Sheinbaum. No obstante a la vergüenza de su hermanito Yamil como alcalde, sigue con el sueño guajiro de gobernar a Chiapas en el 2030, toda vez que presume de una amistad cercana con la primera presidenta de México. Será ? … servidos.

			
			