El evento tuvo una característica que también se replica en todas las entidades. En el presidium: la presidenta con el gobernador y solo secretarios de Estado.
TAROT POLÍTICO/Amet Samayoa Arce
Estar en primera fila en el evento donde la presidenta Claudia Sheinbaum dio réplica a su informe en Chiapas no fue cosa menor. Desde ahí —en el Estadio Olímpico de Tapachula— uno observa, sin filtros, los gestos, las alianzas y las ausencias. Porque la política, más allá de los discursos, se escribe también con silencios.
La presidenta habló con la firmeza que la caracteriza, reivindicando su proyecto de continuidad de la llamada Cuarta Transformación. Puso sobre la mesa sus prioridades: combate a la corrupción, austeridad republicana y, sobre todo, la promesa de que el sur del país dejará de ser “patio trasero”.
Su narrativa buscó aterrizar la visión nacional en tierra chiapaneca, con promesas de energía, infraestructura carretera y justicia social. Fue un discurso que no se detuvo en tecnicismos: lo suyo fue marcar rumbo político, subrayar que no hay retroceso y que México seguirá bajo la lógica de un gobierno de cercanía, sin privilegios ni dispendios.
Se refirió a las familias beneficiadas con los programas federales, que en Chiapas tienen cifras importantes. Un enfoque toral tuvo en la reivindicación de las mujeres, arenga que una y otra vez motivó la ovación generalizada.
NARRATIVA DE LA NUEVA ERA
Eduardo Ramírez Aguilar, el anfitrión, no se quedó atrás. Ante los reflectores, respondió con la narrativa de la Nueva ERA. El Jaguar apostó a un discurso técnico-político, pero con tintes emocionales porque habló del amor a Chiapas.
Fue, sin duda, un mensaje de legitimación, toda vez que quiere ser recordado no solo como gobernador de transición, sino como quien dejará legados importantes. La réplica en Chiapas dejó claro que el gobierno federal busca consolidar la continuidad y que Eduardo Ramírez quiere dejar huella propia.
DE TODO UN POCO
El evento tuvo una característica que también se replica en todas las entidades. En el presidium: la presidenta con el gobernador y solo secretarios de Estado. Los miembros del gabinete legal y ampliado, así como los representantes de los poderes Legislativo y Judicial, confundidos entre las más de 25 mil almas concentradas en el estadio.
En primera fila, la esposa del gobernador, Sofía Espinosa, acuerpada por la secretaria de la Mujer, Dulce Rodríguez, a quien se le vio fuerte con un contingente de mujeres entusiastas de todo el estado.
La delegada de Bienestar, Manuelita Obrador Narváez, ignorada mil; al igual que el representante de la presidenta en Chiapas, Antonio Santos, que se vio menguado porque no llegó en la comitiva presidencial.
DE TAROT Y ADIVINANZA
¿Nombre del presidente municipal de la Frailesca que está en la mira, luego de un informe confidencial en el más alto nivel del gobierno de Chiapas que lo exhibe protagónico y petulante por su convivencia con un poderoso cártel del narcotráfico? … Servidos.
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