El Movimiento de Esperanza, ha rebasado con creces los requisitos que impone el Instituto Nacional Electoral.
TAROT POLÍTICO/Amet Samayoa Arce
En Chiapas donde la política se ha convertido en la industria del disfraz y de la corrupción, donde las siglas de partidos aparecen y desaparecen, es una buena noticia que se reduzca la posibilidad de que nuevos partidos políticos logren su registro en Chiapas. Porque si algo ha demostrado esta fauna de asociaciones civiles con aspiraciones electorales, es que son instrumentos de negocio, no de representación popular. Y aquí, entre tanta charlatanería institucionalizada, ha emergido una estructura que parece haber entendido que construir un partido es más que juntar firmas o acarreados. El Movimiento de Esperanza, ha rebasado con creces los requisitos que impone el Instituto Nacional Electoral. Mientras los demás aspirantes se han extraviado en su propio caos e impotencia, la llamada Esperanza ha logrado organizar tres asambleas distritales en Tuxtla Gutiérrez, donde los otros han fracasado, y ha sumado, de forma combinada, más de 20 mil registros ciudadanos, cuando el umbral exigido es los 11 mil 500. Y no solo eso, se ha propuesto llegar a 50 mil al cierre en noviembre.
EL MOVIMIENTO DE LA ESPERANZA
¿Será que el Movimiento Rosa llegó para quedarse? Todo apunta a que sí. Porque a diferencia de otros intentos reciclados, aquí hay evidencia de trabajo territorial, presencia en municipios complejos como San Juan Chamula, donde pocos se atreven a ir más allá de la foto y una estrategia que combina organización de base con uso tecnológico. Hay que decirlo claro, si en Chiapas solo un nuevo partido logra consolidarse, mejor. No se ocupan más siglas vacías. Menos aún esas con la fama de que sólo aparecen para vender candidaturas al mejor postor. Ya basta de simuladores con membrete y de negocios políticos financiados con dinero público. El Movimiento de Esperanza, si mantiene el rumbos de convertirá en el partido del futuro. El que realmente lo habrá peleado a ras de tierra. Sin embargo, es preciso decir que tener registro no garantiza identidad ni credibilidad. Eso se gana en la calle y se defiende en las urnas.
DE TAROT Y ADIVINANZA
Atentos porque en breve se conocerá cómo van cayendo las asambleas con miras a convertirse en partidos políticos y finalmente podrían alcanzar su registro solo 2. Los demás se quedarán en el intento, aunque ya sabe siga participando… Servidos.

