José Francisco González llamó a fomentar valores positivos frente a referentes de violencia.
Alfredo Pacheco/Ultimátum
La Iglesia católica llamó a celebrar el Día de Todos los Santos y el Día de Muertos con un enfoque centrado en la vida, la alegría y la comunidad, dejando de lado las expresiones vinculadas a la muerte y la violencia. Así lo manifestó el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor José Francisco González González, al destacar la necesidad de recuperar el sentido espiritual de estas fechas.
“El Día de Todos los Santos es una tradición católica y, en cambio, el de la muerte, el de Halloween, más que invitar a la vida, invita prácticamente a perderla. El cristianismo proclama que la vida está llamada a florecer, a ser alegre y comunitaria”, expresó el prelado.
Monseñor González recordó que la conmemoración católica busca honrar la vida de quienes alcanzaron la santidad, mientras que otras celebraciones contemporáneas, de corte comercial o extranjero, tienden a trivializar la muerte y a promover imágenes oscuras o violentas.
El arzobispo hizo un llamado especial a los padres de familia y a las comunidades educativas para que fomenten entre niñas, niños y jóvenes valores que inspiren aspiraciones positivas. “Por desgracia, muchos niños quieren ser sicarios, o si son mujeres, formar parte de un grupo delictivo para tener lujos, porque en ciertos ambientes culturales eso es lo que se propone. Debemos elevar el espíritu y aspirar a una vida virtuosa”, señaló.
Como alternativa, el líder religioso propuso iniciativas como el “Santolín”, práctica en la que los menores se visten de santos y aprenden sobre sus vidas y virtudes, promoviendo así modelos de conducta basados en la fe, la solidaridad y la esperanza.
Asimismo, el arzobispo reconoció que algunos sacerdotes han expresado preocupación ante los recientes hechos de violencia en la entidad, aunque aclaró que hasta el momento no se han recibido amenazas directas del crimen organizado contra el clero.
“Gracias a Dios, no ha habido amenazas; lo que sí he escuchado de algunos sacerdotes es que, cuando viajan entre comunidades y cambian de vehículo, a veces tienen dificultades porque no son reconocidos. Sin embargo, han podido continuar con sus labores pastorales sin contratiempos”, precisó.
González González reiteró que la Iglesia mantendrá su labor de acompañamiento espiritual y su compromiso con la paz. “Debemos mantenernos en oración, seguir trabajando por el bien y no perder la esperanza. La fe es la fuerza que transforma lo oscuro en luz”, concluyó.

