Factores laborales, emocionales y ambientales influyen en su conducta.
Alfredo Pacheco/Ultimátúm
Diversos elementos detonaron el comportamiento agresivo entre conductores del transporte público, desde la competencia por pasaje hasta reacciones impulsivas hacia usuarios y el tránsito, explicó Gregorio Camacho, psicólogo clínico, en entrevista.
El especialista señaló que el estrés laboral fue uno de los principales detonantes, ya que la mayoría de los transportistas careció de atención psicológica o seguimiento emocional por parte de las instituciones encargadas del sector. A ello se sumaron presiones económicas cotidianas que generaron la idea de que trabajar con mayor prisa representaba mayores ingresos.
Otro elemento estuvo relacionado con el sentido de competencia entre choferes, quienes solían adelantarse o correr para ganar pasaje, ignorando en ocasiones los riesgos para la ciudadanía.
Camacho añadió que las altas temperaturas registradas en Tuxtla Gutiérrez influyeron en el incremento del estrés y en reacciones impulsivas. Recordó que los conductores debieron completar una cuenta diaria, pagar placas, refacciones y, en muchos casos, sostener económicamente a sus hogares.
El psicólogo advirtió que, pese a ser uno de los motores de la economía local, este sector enfrentó múltiples carencias y poca atención integral en salud física y mental. Consideró necesario evaluar si contaban con servicios de nutrición, psicología y medicina general.
En cuanto a las medidas para reducir el estrés y mejorar su comportamiento al volante, recomendó impulsar actividades recreativas, asesorías en finanzas personales y facilitar el acceso a servicios públicos de atención integral.
Añadió que el consumo frecuente de bebidas energizantes, común entre quienes laboran jornadas extensas, también influyó en sus reacciones, ya que incrementó la frecuencia cardíaca y generó aceleración emocional, potenciando conductas irritables cuando se combinó con presiones económicas y laborales.
Los factores laborales, la competencia, el clima y las largas jornadas conformaron un escenario que derivó en reacciones irritables, concluyó.

