Que Padura llegue a Chiapas es más que una actividad académica, es un gesto de apertura cultural y una apuesta por la formación integral de los jóvenes.
MÁS ALLÁ DEL DISCURSO/Carlos Serrano
En nuestro presente, donde la prisa por la inmediatez amenaza con diluir la profundidad del pensamiento, la visita de Leonardo Padura a la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas se convierte en un acontecimiento excepcional. No todos los días una institución pública tiene la oportunidad de recibir a uno de los narradores más importantes de la literatura hispanoamericana contemporánea, un autor cuya obra dialoga con la memoria, la crítica social y los matices de la condición humana.
Que Padura llegue a Chiapas —primero al emblemático Centro Cultural Rosario Castellanos de Comitán, el 24 de noviembre, donde ofrecerá una charla y lectura de su libro “Ir a La Habana”, y después, el 26, a Tuxtla Gutiérrez para presentar su más reciente obra “Morir en la Arena” y dirigir un taller para alumnos de la Facultad de Humanidades— es más que una actividad académica, es un gesto de apertura cultural y una apuesta por la formación integral de los jóvenes.
Para la comunidad universitaria, este encuentro significa situarse frente a un creador que ha sabido interpretar las complejidades del Caribe y de América Latina, con una honestidad intelectual admirada en todo el mundo. Ha sido distinguido con el Premio Princesa de Asturias de las Letras, cronista agudo, ensayista y novelista indispensable; Padura ha hecho de la palabra un espacio para interrogar la realidad, para iluminar las zonas grises de la historia y para recordarnos que la literatura es también un ejercicio de libertad.
Que los estudiantes puedan escucharlo hablar de su obra, de los dilemas que atraviesan a sus personajes o de los desafíos que enfrenta todo escritor contemporáneo, es una oportunidad que difícilmente se repetirá.
Pero esta visita no es un hecho aislado, responde a una visión que la UNACH ha venido consolidando bajo el liderazgo del rector Oswaldo Chacón Rojas, quien ha insistido en que la universidad debe ser un puente entre el conocimiento y la vida pública, entre el aula y el mundo. En sus mensajes recientes, Chacón Rojas ha subrayado que la universidad no puede limitarse a la transmisión tradicional del saber, por el contrario, debe abrirse, dialogar, buscar referentes que ayuden a los jóvenes a comprender mejor su tiempo. En ese sentido, traer a un autor como Leonardo Padura no sólo fortalece la actividad cultural, sino que reafirma la vocación de la UNACH de vincularse con las grandes corrientes del pensamiento contemporáneo.
La presencia del escritor cubano aporta elementos esenciales para la formación profesional de los estudiantes. En primer lugar, ofrece una inmersión directa en la literatura como herramienta de análisis social. Padura no escribe desde la distancia cómoda del observador, sino desde la cercanía de quien ha vivido y pensado su entorno con profundidad. Su obra, marcada por la tensión entre memoria y presente, permite explorar fenómenos como la identidad, la desigualdad, la migración y la lucha constante por la dignidad. Por ello, para los jóvenes que estudian en la Facultad de Humanidades, esta mirada será invaluable.
En segundo lugar, su taller representa un estímulo creativo de enorme potencial y qué mejor que hablando con alguien que domina el oficio, que conoce las dudas, inseguridades y hallazgos del acto de escribir, que puede transformar la manera en que un estudiante se aproxima a la narrativa o a la investigación. Estoy seguro que esta transmisión de experiencias marcará la vida de todo aquel que tenga la oportunidad de asistir.
Debo decir que esta visita contribuye a posicionar a la UNACH como una institución que apuesta por el diálogo internacional. Las universidades que se abren al mundo, que buscan nutrirse de diversas voces y perspectivas, son aquellas que mejor preparan a sus estudiantes para enfrentar la complejidad del siglo XXI. Padura no sólo comparte sus libros, comparte la posibilidad de comprendernos mejor como región y como parte de una comunidad global.
Por todo ello, la visita de Leonardo Padura será, sin duda, una ocasión irrepetible para encontrarse con la palabra, la memoria y la mirada crítica de uno de los grandes autores de nuestro tiempo y también será un reflejo del compromiso de la UNACH de acercar a sus estudiantes a experiencias formativas que trascienden el aula y los conectan con la esencia misma de la cultura, que es la capacidad de pensar, cuestionar y transformar la realidad.
