El presidente de ese instituto político en Tuxtla impugnó el madruguete que la dirigencia estatal orquestó el pasado 25 de febrero para sucederlo ilegalmente del cargo, e imponer a Carlos Molano Robles
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
TGZ
La dirigente estatal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Chiapas, Valeria Santiago Barrientos, “actuó intestinalmente y no guardó las formas ni la cortesía política que debe prevalecer siempre en cualquier relación” y cometió muchos errores al cambiar con urgencia al Comité Directivo Municipal (CDE) en Tuxtla Gutiérrez, aseveró Jorge Martínez Salazar, actual presidente de ese instituto político en la capital del estado.
Entrevistado por Alejandro Moguel y Javier Guízar, desde la plataforma digital del diario Ultimátum, señaló que no se cumplieron los requisitos que marcan los estatutos, no hubo convocatoria, tampoco se le notificó de la intención de realizar una reunión, el 25 de febrero, para nombrar a Carlos Molano Robles y sucederlo en esa organización.
“Entiendo que a la dirigencia estatal del PVEM le urgía cambiarme, porque no le gusta que les digamos las verdades, tienen la piel muy sensible, pero descuidaron las formas que es exactamente lo que impugné, porque me gustan las cosas claras, bien hechas, no soy ningún títere de nadie, ni juguete tampoco como para úsese y tírese”, señaló Martínez Salazar.
Recalcó que su partido tiene estatutos y leyes que protegen los derechos políticos de sus militantes y dirigentes. “No soy agachón, ni mucho menos dejado, ni mucho menos que Valeria Santiago piense que va a pisotear mis derechos políticos”.
En la elección de 2024, subrayó, el Partido Verde requerirá de 3 millones de votos a nivel nacional para conservar el registro y Chiapas es un bastión muy importante para conseguirlo, pero con la mala dirección de Valeria Santiago Barrientos, esa organización podría sufrir un descalabro del cual la única responsable sería la actual dirigente estatal.
Reiteró que Molano Robles compitió en las elecciones pasadas abanderando a otros partidos y, por tal motivo, no tiene ninguna autoridad moral para encabezar al Partido Verde en Tuxtla Gutiérrez.
Señaló que para tal efecto recurrió a la primera instancia a presentar su recurso de impugnación, que en este caso es la Comisión de Honor y Justicia del PVEM en la Ciudad de México, con el propósito de darle una lección a la dirigente estatal Valeria Santiago, quien tomó de manera arbitraria y unilateral la medida de despojarlo del cargo, porque ésta no fue una decisión del órgano de gobierno nacional de esa organización política.
“Ella no estuvo contenta desde que yo empecé a pedir cuentas claras de las prerrogativas que el Partido Verde recibe en Chiapas anualmente, que son cerca de 20 millones de pesos.
Destacó que debido a estas acciones el PVEM ha perdido identidad en el estado y la gente ya se ha confundido y pregunta qué color en realidad representan.
Si analizas el nombramiento de Carlos Molano Robles, compitió en las elecciones de 2021 como candidato a diputado federal por la coalición PRI-PAN-PRD y ahí se empieza a mandar malos mensajes, explicó.
Además, al evento ilegal de cambio de dirigencia municipal invitaron a Emilio Salazar, quien también compitió como candidato a diputado federal por las mismas siglas. “A eso es a lo que yo me opongo, al mal mensaje que está mandando el Verde Ecologista a las y los militantes, de falta de identidad política”.
Recalcó que ese evento que debía ser netamente de ese instituto político, se haya hecho una mezcla en la que ya no se sabe si Molano Robles es dirigente de Va por México, Morena o del Partido Verde.
Dijo que sistemáticamente le pidió a su dirigente estatal congruencia política y transparencia en el uso de los recursos, porque es contador público de profesión, acostumbrado a rendir cuentas, máxime cuando el dinero es producto de los impuestos de las personas o de empresarios.
Manifestó que el próximo jueves vence el plazo en el que el PVEM le tiene que notificar a qué decisión llegaron con la impugnación apegada a derecho y a los estatutos vigentes de ese partido y, en dado caso que la dirigencia nacional optara por proteger a Valeria Santiago dándole la razón, tendría que acudir al Tribunal Estatal Electoral, y, posteriormente, a la sala regional de Xalapa, si es necesario.
Destacó que nunca se lanzaría a una aventura donde sepa que no va a ganar, y, por lo tanto, habló con Karen Castrejón, dirigente nacional del PVEM, a quien le explicó que no tiene nada en contra del partido, sino de la dirigencia estatal que está haciendo lo que quiere y, de seguir así, “nos va a llevar a un barranco del que no vamos a poder salir en las próximas elecciones del 2024”.