Hay actores que buscan el control de este movimiento, porque eso otorga oportunidades de escalar a otro nivel en las elecciones constitucionales del 2024, afirmó
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
TGZ
En este tipo de procesos las cosas se tienen que ver en su justa dimensión, y, “por supuesto que hay intereses políticos”, así como también del actual Comité Ejecutivo Seccional, afirmó Gilberto Zavala Medina, candidato a la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Chiapas.
Al ser entrevistado por Alejandro Moguel y Juan Carlos Cal y Mayor en las instalaciones del diario Ultimátum, Zavala Medina aclaró que a su planilla color Marrón la mueve únicamente el interés de la educación, la gobernabilidad y estabilidad política de Chiapas. “Eso es lo que nosotros vemos”.
Sin embargo, añadió, hay otros actores que ven el control de un movimiento magisterial, porque eso otorga oportunidades de escalar a otro nivel en las elecciones constitucionales del 2024.
“Entonces, todo mundo seduce y busca controlar los procesos y este no escapa a ello”, mencionó.
Reveló que en las planillas Blanca y Roja hay varias manos metidas, pues “se han denunciado excesos de dinero, mano de legisladores y de políticos”.
Consideró que el participar en este proceso inédito de elección abierta de dirigentes del magisterio en la Sección 7 del SNTE “fue una hombrada”, porque no solo fue la decisión de competir, sino que venía de una cirugía reciente en su cuerpo.
Sin embargo, dijo, hubo cuestiones que los motivaron a entrar, porque hacer y participar con una planilla no es fácil en una sección magisterial que aglutina a 90 mil agremiados.
“Haber estado en la boleta es ganancia, el resultado es más bien político por la orientación que hubo, y a ese resultado nos vamos a atener”, precisó.
Recalcó, asimismo, que lo deseable es que una vez cerradas las casillas nadie se adelantara a proclamarse triunfador sin existir resultados oficiales, o, en su defecto, que alguna planilla desconozca el escrutinio porque todos aceptaron las reglas del juego.
Con esta elección abierta, explicó, se pasó de un modelo a través de delegados, el cual, a pesar de haber sido democrático, con el tiempo se fue viciando.
“Hoy se transita a este nuevo modelo que mandata la ley, y es inédito en Chiapas, porque en varios estados del país ya se llevó a cabo”, destacó.
Sin embargo, reconoció que en estos procesos gana quien tiene más estructura y más recursos económicos tiene, así como quien sea favorecido por contar con más recursos políticos.
EL PROCESO
La elección es organizada por las comisiones Nacional y Seccional Electoral que se crearon en los últimos tiempos, y éste tiene que llevar un proceso apegado a lo jurídico y legal en todas las estructuras.
El 9 de marzo, estos comités publicaron en la plataforma de la Sección 7 un padrón y se abrió un espacio en el que quienes no aparecieran enlistado porque se jubilaron o cambiaron de centro de trabajo pudieran entrar a la plataforma y, a través de un formato universal, solicitaran su incorporación; asimismo, se revisaría a conciencia para que quienes fallecieron fueran dados de baja.
A quienes no aparecieron y tampoco solicitaron su registro al momento del cierre del padrón, se le extendía una constancia para que, al llegar a la mesa receptora de votos, pudieran acreditarse con su credencial del INE y una copia del talón de cheque donde apareciera el concepto 58 y con ello tener derecho a votar.
Zavala Medina señaló que horas previas al desenlace de este proceso “se siente la tensión entre la planilla Roja, que es la que tutela el actual Comité Ejecutivo Seccional, y las otras planillas, en este caso la Blanca que es la mayormente oficialista, en la que también confluyen muchas manos y muchos intereses, y otra que es la Amarilla identificada con maestras y maestros del nivel bilingüe o de educación indígena, con mayor peso en la zona Altos, donde hubo un momento de tensión porque llegaron y le echaron montón a la casilla”.
Independientemente de esos detalles, hasta el mediodía de este martes la jornada transitaba en normalidad, “pero existe el riesgo, a partir del momento en que se cuenten los votos, se levanta el acta y están los ojos de los representantes de cada planilla, que pudiera haber algún tipo de incidencia por no aceptar los resultados”, recalcó.
Explicó que los resultados las urnas serán transportadas por los funcionarios de casilla a Tuxtla Gutiérrez y se supone que entre el 15 y 17 de marzo se definirá el conteo y se dará a conocer el resultado de la planilla ganadora para que el 18 asuma el cargo el ganador.
Quien haya quedado inconforme tiene el derecho de impugnar el resultado después del dictamen de los comités Nacional y Seccional Clectoral.
Pidió que si la planilla Roja no es la ganadora, que permita a la triunfadora ocupar el edificio seccional. “Eso es extraordinario en Chiapas, conociendo el talante de los que están detrás de la planilla Roja”.
Manifestó que el tema magisterial es polémico y complejo, pero el tema educativo es prioritario y urgente, que debe ser redireccionado.
Reveló que en Chiapas uno de los graves problemas es que la educación es vista desde lo político-magisterial y se deja de lado la educación que debe atender muchas situaciones por la complejidad de su geografía y su población, así como la existencia de diferentes etnias.
Para meterse al tema, explicó, se requiere una dirigencia magisterial que ceda y esté dispuesta a abrir un abanico de discusión y análisis.