*Ángel Torres se niega a la transparencia
*Tampoco ha querido dialogar con los empresarios
Alejandro Moguel/Ultimátum
La construcción del llamado Circuito Interior –cuya fecha de inicio todavía no ha sido revelada- mantiene en la incertidumbre a los empresarios del área donde está proyectada la obra. Hace unas horas entablé una conversación con el empresario Francisco Arias Zebadúa, dueño del Hotel La Hacienda y el restaurante La Casa de Los Chilaquiles, a un lado de los cuales estará eventualmente ubicada la vialidad de segundo piso. Esos negocios están ahí desde 1974.
Él me expresó su profunda preocupación por dos cosas: una, porque la mala planeación de esa obra podría extinguir a los negocios que están a su alrededor, dos de los cuales son el suyos. Y dos: que la enorme estructura vial podría resultar dañina para la zona comercial del Poniente de la Ciudad si su realización no está bien planeada.
Sus dudas están sustentadas en que el doble puente facilitará la circulación a automovilistas, del servicio particular y público, desde el entronque del Libramiento Norte, rodeará al Parque Recreativo Caña Hueca, cruzará el Puente de Colores, seguirá por la colonia Santa Elena y terminará a la altura de la Antorcha de la Solidaridad-Libramiento Sur. Luego entonces, todo ese flujo vehicular irá a saturar aún más el cuello de botella que ya de por sí se hace desde antes de llegar al hotel City Express, Home Depot y que se cierra aún más al llegar a la Arena Cuessy. En ese punto será asfixiado el tránsito vehicular, si no se hace una planeación adecuada. El punto más preocupante, creo yo, es que el secretario de Obras Públicas, Ángel Carlos Torres Culebro no quiso escuchar a los empresarios que viven en los alrededores de donde se construirá la obra. Eso me lo corroboró el propio Francisco Arias.
En la carrera de Ciencias Políticas ha sido incluido un concepto que se ha convertido en una moda: gobernanza que, según el diccionario, es una forma de gobierno basada en la interrelación equilibrada del Estado, la sociedad civil y el mercado para lograr un desarrollo económico, social e institucional estable. En otras palabras, quiere decir que todas las acciones del gobierno deben ser consensuadas con los sectores sociales organizados a fin de que juntos, gobierno y sociedad, puedan caminar juntos de común acuerdo. Eso, claramente, no está sucediendo con el proyecto del Circuito Interior. Me lo ha confirmado el propio empresario. Ángel Carlos Torres no ha dialogado con los empresarios del área.
OTROS INTENTOS
Francisco Arias Zebadúa recordó que la intención de mejorar la vialidad en esa zona data desde tiempos de Patrocinio González Garrido (1988-1992), después con la presidenta municipal de Tuxtla Gutiérrez, Victoria Rincón Carrillo (2002-2004) y finalmente con Manuel Velasco Coello (2012-2018). En todos los casos, añadió, se logró convencer a esos gobernantes, con la opinión de expertos urbanistas, de que hay otras opciones para agilizar la vialidad en esa área y una de ellas es que se abran vialidades alternas y que se coloquen semáforos inteligentes. Eso, añadió, sería mucho más barato que los 2 mil 300 millones de pesos que intentan gastar en ese doble puente.
En esa misma tesitura estarían el empresario Jacinto Robles Ramírez –dueño de la gasolinera La Fuente, que está ahí frente al Puente de Colores-y el propietario de un edificio de locales comerciales, Salvatore Constanzo, actual regidor del Ayuntamiento tuxtleco y quien tuvo que renunciar a las comisiones de Obras Públicas, Planificación y Desarrollo Urbano, de Urbano y Socioeconómico y de Medio Ambiente y Cambio Climático porque al emitir alguna resolución en ese sentido iba a existir un conflicto de interés, supongo.
¿ES REALMENTE NECESARIA?
Quiero precisar algo importante: nadie está oponiéndose al progreso y al desarrollo de la ciudad. Simple y sencillamente, que el citado funcionario muestre el proyecto y su justificación. ¿Dos mil 300 millones de pesos en un solo proyecto? ¿Realmente no hay otras opciones de vialidad en esa zona?
Que transparente el proyecto, que lo justifique y que convenza. Ninguna de esas tres cosas ha sucedido hasta ahora. Al contrario, los empresarios se quejan de que ni siquiera han sido tomados en cuenta.
Va a ser una obra muy grande y costosa. Por tanto, Obras Públicas debería justificar, con un diagnóstico hecho por especialistas sobre el tema, que la obra va a ser de utilidad para todos los habitantes de la ciudad capital de Chiapas.
Que explique cómo esa obra va a beneficiar a los automovilistas, a los choferes del transporte urbano de pasaje, a los sectores económicos y comerciales que movilizan a diario sus productos o artículos en el área e incluso a todos aquellos organismos de auxilio que requieren movilizarse muchas veces con urgencia de un lado a otro.
OCULTA INFORMACIÓN
Pero Ángel Torres se ha negado a transparentar el proyecto. Por ejemplo, la periodista Ángeles Mariscal, escribió en su portal Chiapas Paralelo: “Más allá de no aceptar los cuestionamientos, el Secretario de Obras se ha negado a entregar detalles sobre este y el resto de los proyectos de construcción millonarios que ha implementado. Por ejemplo, en la solicitud de información 072044821000006, donde se le pidió información sobre los diagnósticos que sustenten la necesidad de la construcción de las obras de la red de vialidades, la respuesta fue que los datos solicitados estaban reservados por un periodo de cinco años, es decir, hasta terminado el presente sexenio”.
Torres está contradiciendo a una de las promesas más reiteradas del presidente, Andrés Manuel López Obrador de que “el gobierno de la 4T es transparente ante la sociedad”.
¡Que se hagan obras de beneficio social!, pero que sirvan a los ciudadanos y que todo el proceso de realización sea transparente. Nada a escondidas.
alexmoguels@hotmail.com
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