Empiezan a abandonar sus barcos
Alejandro Moguel/Ultimátum
El alcalde de San Cristóbal de las Casas, Mariano Díaz Ochoa anunció este jueves que desde un día antes, el miércoles, presentó su renuncia al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que lo llevó al poder municipal en las elecciones intermedias locales de 2021. Esa es una muestra clara de que muchos políticos no defienden sus convicciones, sino únicamente sus intereses particulares.
Ya había yo comentado en este espacio, desde hace aproximadamente dos meses, que Morena estaba buscando convencer y, en todo caso, presionar para que presidentes municipales de partidos opositores renunciaran a su militancia con la promesa de que se les ayudará a la reelección…pero con Morena. Por eso, quienes hayan decidido abandonar a las siglas que los hayan cobijado hasta ahora, tienen que renunciar a ellas antes del primero de abril próximo.
Y es que la ley estatal vigente ordena que quienes estén desempeñando un cargo de elección popular a nivel local y quieran reelegirse en ese mismo puesto por otro partido distinto al que los hizo ganar en la contienda pasada, tendrán que renunciar a su militancia anterior por lo menos a la mitad de su gestión y esa mitad se cumple el 01 de abril próximo.
La estrategia morenista ha venido operando desde hace varios meses para convencer o presionar a ediles de partidos opositores para que se vayan a Morena. La idea del partido oficial es ir expandiendo el color guinda en México e ir desapareciendo a las demás siglas partidistas.
Versiones extraoficiales hablan de que varios alcaldes verdeecologistas ya aceptaron hacer lo mismo que su colega coleto y pronto lo harán público, y que uno que otro se está resistiendo a obedecer esas “sugerencias”. Todo se sabe. Pronto sabremos sus nombres de unos y de otros.
PERDIÓ LOS ESTRIBOS
Los comunes mortales deberíamos hacer esfuerzos por guardar la cordura cuando nos encontramos en nuestro camino circunstancias críticas. Comúnmente eso no sucede. Regularmente, la gente se sale
de sus casillas, pero hay muchas personas que deberían de hacer de la cordura una práctica cotidiana.
Los profesores deberían estar en ese grupo. Convendría guardar siempre la prudencia, juicio y sensatez cuando están impartiendo clases frente a sus alumnos, principalmente en los niveles de secundaria y preparatoria porque en esos periodos los estudiantes están transitando de la niñez hacia la adolescencia o de ésta hacia la juventud, en cuyas etapas ellos están sufriendo transformaciones hormonales importantes que muchas veces los hacen traviesos, groseros y hasta violentos.
Un maestro perdió la cordura frente a un alumno del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (Cebetis) en el estado de Hidalgo, lo amenazó con “romperle la madre”, alguien lo grabó y el video se hizo viral en todo México.
Las consecuencias: la Secretaría de Educación Pública (SEP) despidió al profesor. Aunque el video muestra en forma clara al referido maestro expresándose en forma grosera y amenazante frente al estudiante, las autoridades están realizando investigaciones, pero como ha sucedido en muchos otros casos similares, quienes vieron el video ya juzgaron: el maestro se comportó en una forma inadecuada frente a un adolescente que lo único que hace es reírse en forma burlona de la actitud de su profesor.
DE TODOS MODOS SE IRÁ
De nada le habrá servido al número dos del INE haber ganado en los tribunales la reinstalación en su puesto. La nueva presidenta de ese árbitro electoral, que llegará el 01 de abril próximo, le hará la vida de cuadritos. Así ha sucedido siempre con esos personajes muy cercanos al titular de una dependencia oficial. En cualquiera de los tres órdenes de gobierno, cuando hay relevo de la cabeza también tienen que ser removidos sus cercanos colaboradores. El del INE que aquí estoy comentando no es un puesto político. Es un cargo administrativo, pero para el caso surte el mismo efecto.
Incluso cuando son del mismo equipo político, los brazos derechos de los altos jefes renunciados tienen que ser removidos de sus puestos. Quienes llegan, llevan sus propios colaboradores de confianza. Con mucha mayor razón sucederá eso en el INE, porque quien saldrá y quien llegará se odian a muerte.
Por eso, me parece que el siguiente resolutivo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es bueno y malo, al mismo tiempo, y dependerá desde el ángulo que se le quiera ver.
Ese Tribunal invalidó el transitorio del Plan B de reforma electoral sobre remoción del Secretario Ejecutivo del INE Edmundo Jacobo Molina y creo yo que es bueno ese acto porque da esperanzas de que los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) van a invalidar todos aquellos artículos que atenten contra la Constitución General de la República, para mantener la autonomía e independencia del árbitro electoral y siga garantizando elecciones transparentes y equitativas.
Pero el lado negativo podría ser para el propio Edmundo, porque a partir del primero de abril próximo, él va a tener una nueva jefa, muy seguramente aliada de Morena, que le va a hacer la vida de cuadritos, porque en ese cargo debe haber alguien que tenga derecho de picaporte del presidente del INE y que goce de su absoluta confianza. Él no está en ese supuesto. Ni modos, así funciona el mundo burocrático.
Con un jefe directo en contra, Edmundo va a nadar algo así como en un infierno laboral. Más vale que presente su renuncia el último día de este mes. Al menos así podrá decir: me fui por mi propio pie, no me corrieron.
La magistrada Janine Otálora dijo que el artículo 13 constitucional prohíbe las leyes privativas, por lo que el Congreso de la Unión no puede determinar en una norma transitoria que cesará en sus funciones al titular de dicha Secretaría Ejecutiva del INE, ya que esta disposición no reviste la generalidad, abstracción e impersonalidad requerida.
alexmoguels@hotmail.com
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