Hacen falta leyes, pero también que las instituciones encargadas de procurar y administrar la justicia sean empáticas
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
TGZ
Los “violentadores” deben aprender que la impunidad no es un manto con el que se puedan cubrir, señalaron mujeres referentes de Chiapas al participar en un panel organizado por el diario Ultimátum y moderado por Helen Barrios, en el que llamaron a las autoridades de procuración y administración de justicia a que sean sensibles, empáticas y devuelvan la confianza a este sector de la sociedad.
La violencia doméstica y política en razón de género son algunos de los principales problemas a los que se enfrentan en la actualidad, coincidieron en señalar un grupo de activistas, profesionistas, periodistas, deportistas y funcionarias, en el foro de Mujeres Referentes “¡Aquí están ellas! ¡Va por Chiapas!”.
María Enriqueta Burelo subrayó que la violencia de género es la gran responsabilidad y manifestó que a partir de 2021 se creó la Red Chiapas por la paridad efectiva y se dieron cuenta que la violencia política por razones de género era muy grave.
Este tipo de agresión, agregó, no solamente se da en las elecciones sino también hacia cualquier mujer que ocupa un cargo legislativo, de la función pública o dentro de algún partido político. Ese es un tema que les preocupa porque ha generado hasta feminicidios en algunos casos.
Señaló, asimismo, que no hacen falta más leyes porque ya están ahí, sino aplicarlas y obligar a las instituciones de procuración y administración de justicia que sean sensibles, empáticas y cumplan con su papel de devolver a las mujeres la confianza. Que las que denuncian se sientan confiadas de que van a ser atendidas.
“Si comparáramos nuestra Constitución con la de Estados Unidos o la de otros países, con un solo artículo, por ejemplo, con el Primero o el Cuarto constitucional se estaría cumpliendo la igualdad, no necesitaríamos una ley de igualdad de oportunidades porque ya está contemplada en la Constitución, pero en México somos un país de desconfiados y desconfiadas, por eso necesitamos esa cantidad de leyes”, explicó.
Destacó que cada vez surge una nueva legislación, cuando la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia contempla, por ejemplo, lo de violencia vicaria. “No sería necesaria una nueva ley. El caso es que las instituciones de procuración y administración de justicia cumplan con su papel, que las mujeres no necesiten llegar recomendadas”.
Destacó que desafortunadamente en las áreas de procuración y administración de justicia hay tráfico de influencias y los hombres son más apoyados que las propias mujeres, y, por la desconfianza en esas instituciones las mujeres han dejado de presentar denuncias y han bajado las estadísticas, no porque haya disminuido la violencia.
Consideró que si no hay complicidad y alianza entre mujeres, “sean del partido que sean, de la clase social que sea; vivas en Chamula, Tuxtla, Arriaga, que es mi pueblo, vivas donde vivas, esas alianzas entre mujeres son importantes, gracias a ello tenemos una Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, porque la doctora Marcela Lagarde logró aglutinar en torno a un tema como la violencia de género y les costó convencer a los hombres de los partidos políticos la aprobación”.
Claudia Trujillo Rincón, coordinadora estatal de Movimiento Ciudadano, empezó su trayectoria en Chiapas en 1993 cuando regresó de la universidad y era impresionante cómo en los espacios donde trabajaba predominaban los hombres, pues a veces era la única en mesas de trabajo donde era la única mujer.
Eran procesos muy complejos y difíciles, pero con un poco de suerte se encontró a grandes compañeros de trabajo que no solamente le permitieron ascender sino también a caminar y avanzar, porque los obstáculos es un tema cotidiano que enfrentan en todas las aristas.
Destacó que se necesitan leyes menos tramposas, que no permitan dar la vuelta a ciertas cosas y que la legislación que ya existe baje a todos los estados, municipios y sectores, para que tengan una vida de desarrollo pleno.
Señaló que en el 2014 inició una trayectoria a nivel nacional en su instituto político como coordinadora de mujeres, en donde se enfrentaron a la primera reforma en paridad y el primer obstáculo que tuvieron que vencer es estar convencidas de que pudieran ser o les dieran permiso de participar, por las dudas que le ocasiona a la propia mujer, el círculo que la rodea y la sociedad que es lacerante a su desempeño.
Recordó que la diputada local María Elena Orantes en la 60 Legislatura local quería presentar como causal de divorcio la violencia doméstica y los diputados se reían de ella y decían que eso no existía. “Era la única mujer en la Comisión de Justicia y era una impotencia muy grande”.
Sin embargo, explicó, el estatus quo que actualmente prevalece, a pesar de la presencia que tienen en el sector político, público, académico y empresarial, es que todavía hay más hombres que mujeres y revertirlo les genera una serie de obstáculos.
“La violencia simbólica es permanente, la acabamos de ver con la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que por primera vez asume la
titularidad una mujer”.
También se enfrentan a la “invisibilización” en la que se prefiere negociar con el varón que con las mujeres y, en ese tipo de cosas, hay violencia permanente porque el tema es no permitirles llegar.
Mencionó que el gabinete del gobernador Rutilio Escandón es un avance en materia de paridad, pues quienes ocupan los cargos ya tienen el 50 por ciento del tramo ganado, porque tienen la confianza del gobernador y, el otro 50, lo hacen ellas con su desempeño.
Gabriela Coutiño Montes, periodista, señaló que las mujeres que se desempeñan en este oficio sufren una violencia más fuerte, porque son agredidas por los poderosos y tienen que luchar para que les crean, además de enfrentar campañas de desprestigio, entre otras cosas.
En este sistema patriarcal, dijo, les cuesta más hacer su trabajo periodístico porque tienen que documentar bien y comprobar lo que están diciendo, ya que a las mujeres no se les cree. Es un doble esfuerzo que tienen que hacer en la investigación para cumplir con su función laboral.
Consideró que la violencia que sufren está en todos los ámbitos y hay una total ignorancia en donde se cree que el sistema patriarcal es un asunto de educación y de moral, “como lo cree el secretario de Transporte (Aquiles Espinosa), que ayer hizo el oso en un evento público, y nos quiere relegar a las mujeres otra vez al hogar, a la ropa sucia se lava en casa”.
Consideró que las mujeres deben estar muy unidas y apoyarse para estar fuertes y que su mayor enemigo no son los hombres sino el sistema patriarcal que no les permite avanzar como quisieran.
En la violencia contra la mujer hace falta que deje de haber impunidad. El problema no es de educación ni de moral sino de impunidad porque no tienen acceso a la justicia.
Llamó a las autoridades a que quien cometa una irregularidad que afronte la ley, porque normalmente la impartición de justicia está en manos de hombres y hay complicidad entre ellos.
Olga Luz Espinosa Morales, diputada federal por el PRD, consideró que el principal obstáculo que enfrentan es que tienen que hacer el trabajo cuatro veces mejor que un hombre. “Si eres diputada te exigen que cuántas iniciativas, cuántas aprobadas, cuántas participaciones en tribuna (a las mujeres), pero a los hombres les siguen diciendo, que seguramente no tiene tiempo. A ti te critican y qué bueno, porque en lo particular eso me impulsa a seguir adelante”.
Entre los retos que tienen todas las mujeres es que la sororidad sea una bandera que deben tener todas las mujeres que participan en política y entender que la agenda violeta no es de una sola persona sino de todas las mexicanas, porque son el 50 más uno de la sociedad, no son minoría, afirmó.
Se necesita, añadió, el sistema nacional de cuidados, legislar sobre violencia vicaria, porque las y los diputados ya legislaron sobre violencia ácida, sobre tentativa de feminicidio, pero en la medida que avanzan surgen nuevas formas de discriminación.
Dijo que la clave está en entender para qué llegan a los encargos, para qué están poniendo a las mujeres, porque tienen una responsabilidad de avanzar.
En un país donde asesinan a 11 mujeres a diario y no pasa nada, hace falta procuración y administración de justicia, recalcó la legisladora.
Dijo que el manto de la impunidad parece que cubre a los feminicidas, “porque si hacemos un balance de cuántos tienen una condena o sentencia firme, le llaman los abogados, pues nos llevaríamos un susto a nivel nacional”.
Consideró también que hacen falta más leyes que protejan a la mujer periodista, porque hay una estadística muy grave, pues independientemente de que México es el país más violento para ejercer el periodismo, “ser mujer periodista en México es una aventura de doble riesgo, porque hay una cifra negra de que quien más acosa a una mujer periodista no es el señor o la señora de la calle, es el funcionario público, el que está encargado de ser el órgano garante”.
Subrayó que hasta que los violentadores aprendan que la impunidad no es un manto con el que se puedan cubrir, con eso vamos a avanzar, porque todas las mujeres somos víctima en todas partes, como el Plan B de la reforma electoral que le quita los espacios a las mujeres indígenas.
Beatriz Figueroa Córdova, presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias de Chiapas manifestó que cuando una mujer está en la casa lo resuelve todo, pero cuando sale a trabajar y no espera a que alguien las mantenga las cosas se complican hasta en el hogar.
Manifestó que la idea de formar el Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias es conglomerar a líderes de cámaras y organizaciones para que tengan presidentas, porque es muy diferente lo que dice y la forma en que lidera un hombre a cómo lo hace una mujer.
Señaló que los hombres nunca piensan en las mujeres ni en sus hijos e hijas, por eso las leyes estaban listas para los hombres, no para ellas, quienes desde hace muchos años están “subiendo las escaleras, pero seguimos abriendo puertas, indudablemente, cada una en su sector”.
Lo importante, recalcó, es que las mujeres entiendan que si no estudian y se capacitan tampoco podrán luchar y se refirió al “síndrome de la impostora”, porque a veces no se sienten listas para obtener un puesto.
“Ese es el problema que nosotras las mujeres tenemos, que somos impostoras de nosotras mismas, que decimos sí voy a poder o no voy a poder, mejor que lo haga mi compañero, y nosotras somos las que estamos atrás, haciendo todo el trabajo en que el compañero llega, se pone y dice yo lo hice; no es cierto, lo hicimos nosotras”, recalcó.
Aseveró que tampoco se trata de darles puestos de muñecas, porque son mujeres fuertes, con capacidad de desempeñar cualquier cargo como el de secretaria de Seguridad o de Honestidad, porque hay muchísimas que le están poniendo el ejemplo a los hombres de que sí pueden con los puestos.
Tania Robles, directora general del Instituto del Deporte, precisó que esa dependencia siempre había sido manejada por varones y es muy difícil que la sociedad acepte que una mujer puede llegar a un puesto importante por sus propios méritos, porque siempre consideran que hay un hombre atrás para que puedan llegar.
Explicó que ella tiene tres etiquetas muy fuertes en el desempeño de su función que, por un lado, se pueden ver como muy buenas y por otro es un arma de doble filo.
“Tengo la etiqueta de joven, que por un lado pueden decir la inexperiencia y por el otro la frescura y las ganas de hacer la diferencia; la etiqueta de mujer, que por un lado dicen qué bueno que se le está dando la oportunidad a mujeres capaces y por el otro que no vamos a hacer nada porque somos mujeres; y ser deportista, en la que dicen qué bueno que llegue una deportista al deporte, pero por el otro lado se preguntan qué va a hacer la deportista, que se ponga a correr, y se olvidan de que somos profesionistas”.
Dijo que hay formas de violencia política en donde la Fiscalía General del Estado o el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana se declaran incompetentes porque no es una servidora pública de elección directa, y las autoridades las dejan en un estado de indefensión.
“Hemos avanzado, hemos ganado mucho terreno, pero siempre se encuentran formas, lagunas y espacios en donde todavía seguimos en un estado de indefensión”.
Marisol Villela, ginecóloga y obstetra, precisó que las mujeres han luchado por ganarse un lugar en la sociedad, por hacer valer sus derechos y tener voz y voto, sobre todo para tener en el ámbito profesional una carrera y una profesión.
En la medicina se creía que era solo para hombres y ahora ellas han probado que son competitivas, como la doctora Matilde Montoya, quien fue la primera doctora y, además, ginecóloga en México.
En aquel entonces luchó contra una sociedad machista, pero fue apoyada por el porfiriato y logró hacer la carrera en la Universidad Nacional Autónoma de México e impulsar a más médicas a lograr su carrera.
En el área de la salud, destacó, también las mujeres sufren violencia en clínicas y hospitales, pero también la sociedad las agrede al ocupar espacios que corresponden a minusválidas y embarazadas.
Señaló que la mujer tiene derecho a decidir cómo quiere dar a luz a su hijo y muchas veces es violentada obstétricamente en los hospitales, porque no se les respeta y se procede a practicarles una cesárea sin necesidad o cualquier otra intervención quirúrgica.
Enfatizó que siempre deben prepararse y cumplir sus sueños sin prestar atención a las adversidades que se presentan en el desarrollo de su vida.
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