Más árboles, menos cemento
Amado Ríos Valdez/Ultimátum
En las últimas décadas, las ciudades de México han experimentado un rápido crecimiento urbano, lo que ha llevado a la expansión de áreas urbanas y una disminución significativa de sus áreas verdes. Este fenómeno ha tenido consecuencias negativas en la calidad de vida de los habitantes, la salud pública y el medio ambiente. Es por ello que la importancia de los árboles y las áreas verdes en las zonas urbanas es fundamental para promover la sostenibilidad y el bienestar de la población.
Precisamente el miércoles 29 de marzo de 2023, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad un acuerdo en el que insta a la Corte Internacional de Justicia a que adopte acuerdos y resoluciones que impulsen a los países y a los gobiernos subnacionales a tomar medidas climáticas más audaces y fuertes que nuestro mundo necesita tan desesperadamente. El acuerdo insta a que la CIJ dictamine sobre los “países que han causado daños significativos al sistema climático y a otros elementos del medio ambiente”. El documento también pregunta a la CIJ “cuáles son las obligaciones que tienen los Estados en virtud del derecho internacional de garantizar la protección del sistema climático y otros elementos del medio ambiente frente a las emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero en favor de los Estados y de las generaciones presentes y futuras.”
En cualquier caso, en todo el planeta y en todos los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y muchas más, es unánime que la tendencia es a acordar resoluciones para evitar la degradación del medio ambiente en las ciudades y a favor de la sustentabilidad urbana. En los países que están tomando acciones en favor de sus ciudadanos se están cerrando calles a los vehículos para favorecer le circulación peatonal, no al revés. Se están impulsando diversas alternativas de transporte público para disminuir el privado, y no al revés.
Por si eso fuera poco, en nuestra Carta Magna, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se establece en el Artículo 4º: “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley.”
Por todo ello, no solo existe el derecho y la necesidad de mantener e incrementar las áreas verdes y los árboles en todo el país, especialmente en las ciudades, sino establece una obligación a los gobiernos federal y locales a aplicar este derecho humano para todos los mexicanos. De ahí que todo aquello que vulnere el medio ambiente es una violación a los derechos humanos de los mexicanos.
Pero no es un capricho establecido en nuestra Constitución, sino que la impostergable necesidad de defender las áreas verdes urbanas se sustenta por abundantes estudios científicos y porque en México el 70 % de la población habita en zonas urbanas.
Las áreas verdes urbanas y sus árboles tienen muchos beneficios a los habitantes de las poblaciones urbanas, todas reconocidas ampliamente y difundidas por la ONU.
En primer lugar, los árboles y las áreas verdes tienen un efecto directo en la calidad del aire en las zonas urbanas. La polución es un problema grave en las ciudades y la presencia de árboles y zonas verdes ayuda a purificar el aire y reducir la cantidad de gases de efecto invernadero. Los árboles absorben dióxido de carbono y otros contaminantes, convirtiéndolos en oxígeno fresco y limpio para que respiremos. Además, también ayudan a reducir la temperatura en las zonas urbanas, disminuyendo la llamada “isla de calor urbana”, lo que puede tener un impacto positivo en la salud de las personas y reducir el uso de energía para enfriar los edificios.
En segundo lugar, las áreas verdes son importantes para la biodiversidad. A pesar de la presencia de áreas naturales protegidas y reservas ecológicas en las afueras de las ciudades, los árboles y las áreas verdes dentro de las zonas urbanas proporcionan un hábitat importante para la vida silvestre. Incluso en las ciudades más grandes, es común encontrar pequeños mamíferos, aves y otros animales que habitan en parques y áreas verdes.
Además, la presencia de áreas verdes también tiene un impacto positivo en la salud mental y física de las personas. La exposición a la naturaleza y el aire fresco puede reducir el estrés y la ansiedad, y promover un mayor bienestar psicológico. Además, los parques y las áreas verdes son espacios donde se puede realizar actividad física, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Por último, los árboles y las áreas verdes son importantes para el desarrollo urbano sostenible. La incorporación de zonas verdes y espacios públicos en las zonas urbanas es una forma efectiva de mejorar la calidad de vida de los habitantes y fomentar una ciudad más sostenible. Las áreas verdes pueden actuar como lugares de encuentro para la comunidad y fomentar la participación ciudadana en el cuidado y mantenimiento de la ciudad.
En resumen, los árboles y las áreas verdes son esenciales para la sostenibilidad y el bienestar de las zonas urbanas de México. Su presencia tiene un impacto positivo en la calidad del aire, la biodiversidad, la salud mental y física de las personas y el desarrollo urbano sostenible. Por lo tanto, es importante que se promueva y se invierta en la creación y el mantenimiento de áreas verdes y espacios públicos en las ciudades de México para garantizar una vida saludable y sostenible para todos sus habitantes. Es fundamental que se mantengan y se creen nuevas áreas verdes y arbolado, no más concreto.
amado.rios@gmail.com
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