RENÉ ALBERTO LÓPEZ
La vaciedad, la pobreza ideológica, lleva a ciertos políticos a exhibir sus sentimientos ocultos, que están más ligados a la ultraderecha que a principios democráticos de la izquierda histórica de México.
Arrebatarles el derecho a votar y ser votados a los ciudadanos es una postura rancia y gigantescamente antidemocrática, tal y como está sucediendo hoy en Tabasco con el tema de los delegados municipales.
Si algo se puede decir en descargo de los ayuntamientos es que la “Ley dedazo” se aprobó en la Legislatura pasada y nació, claro, a propuesta del entonces gobernador Adán Augusto López, quien hoy despacha en la secretaría de Gobernación.
El 16 de julio de 2021 la mayoría de diputados de Morena en el Congreso, desaparecieron “fast track” las elecciones para delegados municipales de las colonias urbanas y comunidades rurales e indígenas. Ahora son designados de manera directa por los alcaldes.
Por supuesto, la acción representa un gran retroceso para la incipiente democracia que se construye en el país. El argumento a todas luces superficial fue: “se ahorrarán los gastos” que generaban esos ejercicios democráticos para elegir a más de mil autoridades comunitarias.
De risa la justificación, pues donde verdaderamente derrochan dinero a manos llena los gobiernos de todos los niveles es en los acarreos de ciudadanos a las urnas cada vez que hay elecciones. Se acaba de ver en la revocación de mandato.
Para frenar esa práctica antidemocráticas y vulgar es que se debe legislar y hacer reformas en las leyes, para terminar con esos vicios asquerosos. Ahí sí se ahorrarían recursos en serio y se abonaría a un Tabasco más democrático.
Pero, claro, no se le puede pedir peras al olmo, imagínese, si el secretario de Gobernación Adán Augusto López, su ayudante de cabecera José Antonio de la Vega Asmitia, así como el gobernador interino Carlos Merino, son políticos de izquierda, pues nosotros somos premios nobel de Literatura.
Y es que con la prohibición de votar a los delegados, de frenar la democracia en las colonias y comunidades, está pintada esa clase de políticos que hoy mal gobiernan Tabasco.
Ante esta falta de respeto a los principios democráticos, ante la violación a sus derechos contemplados en la Constitución, un grupo de ciudadanos ha decidido levantarse y alzar la voz. Y es que cuando no hay quien levante la voz, surgen los nuevos liderazgos y, hoy este equipo de tabasqueños está empuñando las armas de la razón para combatir la sinrazón.
En efecto, la Alianza Democrática Ciudadana (ADC) nació ante el brutal atropello a la democracia en Tabasco y ayer dieron a conocer un posicionamiento conjunto, en una rueda de prensa celebrada en el restaurante Sanborns.
Los ciudadanos de distintas corrientes políticas se organizaron por una causa común: combatir la imposición de delegados municipales, herencia que le dejaron a los nuevos ayuntamientos los diputados de Morena que ya se fueron, a propuesta de Adán Augusto.
La ADC acordó que en las colonias urbanas y en las comunidades se elegirán “delegados legítimos”, y argumentaron “como nos enseñó nuestro presidente López Obrador”, y dijeron que comenzarán por las comunidades de Tamulté de la Sabana y Macultepec. Desde esa posición le exigirán a los ayuntamientos cumplan con las obras y servicios prometidas en campaña, además de otras que están en el abandono.
Ahí se las dejo.