Jorge Ceballos
¿En qué beneficia a Tabasco los constantes viajes al interior del país de Carlos Manuel Merino Campos? La respuesta es sencilla: en nada. Andar como la sombra de Adán Augusto López Hernández en las giras para promover la fallida consulta de Revocación de Mandato, ha sido para entidad un cero a la izquierda.
Ahora el Ejecutivo interino ha anunciado que acompañará al presidente Andrés Manuel López Obrador a su gira por Centroamérica y Cuba, en el que abordarán temas migratorios. En pocas palabras estas acciones sirven para que Merino Campos siga aumentando sus millas de vuelo, porque sus constantes ausencias no representan nada para la entidad.
Es cierto que los mandatarios tienen la obligación de salir y promocionar a la entidad, sin embargo, Carlos Manuel Merino Campos en ocho meses de estar al frente del Ejecutivo, no ha dado noticias de alguna inversión que haya logrado con los viajes que emprende constantemente.
Aunque sus defensores a ultranza señalen lo contrario, el gobernador está un tanto ajeno a la realidad. No es participando en eventos de corte partidista como se logrará el desarrollo de Tabasco y sacarlos de los bochornosos primeros lugares en que se encuentra.
Si los viajes que emprende Merino Campos a otras entidades fueran para promover al Estado y para atraer inversiones, fuentes de empleos, reactivación económica y situaciones que pusieran a Tabasco en la brújula nacional, otro gallo estaría cantando. Seguramente los ciudadanos aplaudirían tener un gobernante viajero.
Parafraseando a Carlos Manuel Merino Campos, cuando ayer en una estación de radio local dijo que, no se pueden tener todas las glorias, encuadra bien con su actitud, no se puede tener en la entidad a un gobernante que intente quedar bien con la persona que lo designó para sucederlo –Adán Augusto López Hernández- y con los ciudadanos de Tabasco que exigen acciones que hagan transitar a la entidad por la ruta del progreso, para él lo primero es primordial.
Macuspana de terror
Mientras Julio Ernesto Gutiérrez Bocanegra cree que con haber invertido siete millones de pesos en el estadio de béisbol Tumbapatos, ya se ganó su pase a la historia, la tierra natal del presidente Andrés Manuel López Obrador vive inmersa en la violencia y la escalada de delitos de alto impacto ante la inoperancia de su autoridad municipal.
Al alcalde de Macuspana alguien le vendió la idea de estar posicionado como uno de los mejores munícipes de Tabasco, sin embargo, la inseguridad que prevalece debería de hacerlo despertar de ese sueño anquilosado.
El lunes por la tarde, la violencia se hizo presente en la cabecera municipal cuando cuatro personas fueron asesinadas a balazos, además de tres heridos de gravedad entre ellos un menor de edad.
Esa es la muestra de que simplemente Macuspana está inmersa en una ola delictiva que no es atendida, no basta que su alcalde presuma como un máximo logro el haber rehabilitado el parque de béisbol y lucir los colores de Los Olmecas de Tabasco y comportarse como anfitrión el día de la inauguración de la temporada del rey de los deportes.
Julio Ernesto Gutiérrez Bocanegra es responsable de garantizar la seguridad de sus gobernados, para ello cuenta con un cuerpo de Seguridad Pública municipal, sin embargo, lo único que ha hecho es pensar solicitar empréstitos impagables, dejando a la ciudadanía en el total abandono. Hasta la próxima.