Alrededor de 5 mil migrantes partieron ayer domingo de la ciudad fronteriza de Tapachula en un “Viacrucis” migratorio con destino a la Ciudad de México, teniendo como primer punto de llegada en la capital la Basílica de Guadalupe.
El propósito de esta marcha, convocada por la organización “Pueblos Sin Fronteras”, es exigir seguridad y mejores condiciones de tránsito para los migrantes en su paso por el país, además de exigir justicia para las 40 personas que murieron en el incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez.
Los migrantes portaban una cruz de madera y mantas con consignas en que culpan al gobierno mexicano de la tragedia en Ciudad Juárez. “El Estado los mató”, “Crimen de Estado”, señalaban algunas de las mantas.
Irineo Mujica, director de Pueblos Sin Fronteras, estableció que con este “viacrucis” demandan al gobierno federal rectificar la política migratoria y la renuncia del titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, ante una política migratoria de persecución y falta de atención a la crisis migratoria.
También exigen la cancelación de todas las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) porque son violatorios a los derechos humanos de los migrantes.
“Que inmediatamente se desmilitarice el INM con suspensión e inhabilitación de los delegados actuales”, puntualizó el activista.
De acuerdo con Mujica, es necesario que se cierren las estaciones migratorias y se otorgue entrada a los migrantes, al igual que turistas con formas migratorias múltiples.
Hace más de diez años que se han organizado estas marchas, denominadas “Viacrucis del migrante”, una por lo menos cada año, para denunciar y visibilizar los agravios a los que son sometidos los migrantes en su trayecto por México.
Así, por ejemplo, en 2011 y bajo el lema “Los migrantes estamos hasta la madre”, se emprendió el “Viacrucis Migrante” en Tecún, Uman, Guatemala. La manifestación entró a territorio mexicano por Chiapas, con la finalidad de transitar por las carreteras, cruzar Tapachula, Huixtla y Arriaga, y llegar al albergue Hermanos en el Camino, localizado en Ixtepec, Oaxaca, dirigido por el padre Alejandro Solalinde, que actualmente es el promotor de una iniciativa para abolir el INM y crear una nueva institución en materia migratoria que respete los derechos humanos.
Ahora, ante el “Viacrucis migrante” que partió ayer de Tapachula, sus promotores consideran que no se registraba una caravana tan numerosa desde junio de 2022, cuando unos 7 mil migrantes marcharon en el marco de la celebración de la Cumbre de las Américas en Los Ángeles. Desde entonces, pequeños grupos han intentado salir de Tapachula, la ciudad que algunos migrantes consideran una gran cárcel migratoria por las dificultades que enfrentan para salir y continuar su camino hacia Estados Unidos.
Este Viacrucis sucede en un momento en que se percibe una profunda crisis en la política migratoria mexicana y el INM está en proceso de extinción, además de que el arranque de la marcha, este domingo, coincidió con la noticia de que había sido detenido y vinculado a proceso el contralmirante Salvador González Guerrero, quien era delegado del INM en Ciudad Juárez.
De igual manera, el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, aseguró que se está haciendo una revisión total del INM tras el incendio de la estancia en Ciudad Juárez que dejó 40 migrantes muertos.
Entrevistado, el pasado fin de semana en el Puerto de Veracruz, el funcionario aceptó que en el caso del incendio en la estación provisional del INM en Ciudad Juárez hay evidencia clara de que hubo omisiones importantes “que deben ser castigadas”.
“Hay una revisión total, no solamente de los protocolos, sino integral del Instituto, pronto se darán a conocer los cambios. Fortalecer la atención, el trato digno, el respeto a los derechos y dar condiciones a los migrantes incluso para que se integren a la vida nacional”, expresó Encinas. RDM