Un ejemplo de filantropía en Comitán
Ricardo del Muro/Ultimátum
En ese camino que está siguiendo Comitán para consolidarse como uno de los principales centros turísticos de Chiapas, ahora será la sede de un museo de arte que albergará la Colección de Artes Plásticas de la Fundación Cultural Mario Uvence A.C., que tiene piezas europeas y americanas de la época virreinal y los siglos XIX y XX, además de su biblioteca especializada en artes plásticas que incluye la colección de libros de cubiertas talladas en madera de Reynaldo Velázquez, única en el país.
Es un acto que merece destacarse por ser un ejemplo de filantropía, ya que así como hay comitecos que buscan apropiarse de todo, incluso del pan compuesto, otros se distinguen por donar parte de su patrimonio para beneficiar a su pueblo natal.
De esta manera, el próximo jueves 4 de mayo, en el auditorio Belisario Domínguez de Comitán, el empresario turístico Mario Uvence Rojas y el alcalde de Comitán, Mario Guillén, firmarán el convenio que establece la recepción en comodato permanente de esta importante colección de artes plásticas, que será un atractivo más de este “pueblo mágico”.
El anuncio ha conmovido a muchos comitecos. El cronista Alejandro Molinari, por ejemplo, ha calificado este acto como sorprende y supremo. “Casi casi me atrevo a decir que es el acto más soberbio de todo este siglo XXI. Ya busqué en mi memoria un acto que tenga la misma trascendencia y no lo encuentro, debe ser porque no hay”, escribió en “Arenilla”, su columna periodística.
El legado, como lo destaca Molinari, es en calidad de comodato permanente, esto significa que mientras se cumplan los acuerdos que estipula el convenio las obras estarán en exposición en Comitán, a la vista de todos. La colección particular pasa a ser una colección que podrá ser admirada por todos los interesados en el arte.
Es comprensible la emoción del cronista de Comitán porque en Chiapas han sido muy pocas las acciones filantrópicas de los empresarios. Tal vez, el ejemplo más relevante del pasado es el de don Carlos Maciel que en 1966 donó para el patrimonio de lo que sería la Universidad Autónoma de Chiapas un edificio de diez plantas situado en el corazón de Tuxtla Gutiérrez, en la esquina formada por la avenida central y la calle segunda poniente, el cual todavía estaba inconcluso, así como una extensa área de terrenos situada en el poniente de la ciudad, sobre el bulevar Belisario Domínguez, para la construcción de las aulas universitarias.
En forma semejante, Gertrude Duby, tras su muerte en 1993, dejó como donación su casa de Na Bolom, en San Cristóbal de las Casas, a cargo de la Asociación Cultural Na Bolom A.C., para proteger la cultura y la forma de vida de los indígenas Lacandones. Una labor que ahora está en entredicho, después de que se difundió un video en donde la encargada de la institución, Patricia Armendáriz, regañó y amenazó con palabras altisonantes al dirigente lacandón Chankin Colocho, porque, según explicó, ella es “mecha corta”.
Es difícil recordar más ejemplos de empresarios chiapanecos convertidos en filántropos. Esto, a pesar de que Chiapas, su tierra natal, es la más pobre y atrasada de México. Casos muy diferentes son el de la Ciudad de México, donde está la Fundación Carlos Slim y el Museo Soumaya y el de Nuevo León, donde hay numerosos filántropos entre los empresarios del Grupo Monterrey. Aunque los mayores ejemplos están en Estados Unidos.
Es el caso del Museo Smithsoniano en Washington, el más grande del mundo, cuya historia está ligada a la donación y la filantropía. Su fundador, el científico británico James Smithson en su testamento especificó que de no haber heredero tras la muerte de su sobrino, su cuantiosa fortuna pasara al pueblo de los Estados Unidos para fundar la Smithsonian Institution, una fundación para el incremento y la difusión del conocimiento entre los hombres.
En la actualidad, este se ha convertido en el museo más grande del planeta y administra un total de nueve centros de investigación y desarrollo, un zoológico y 19 museos dentro del complejo. Está administrado por el gobierno de Estados Unidos y se financia gracias a las donaciones, a las ventas de concesiones y licencias para las actividades que se desarrollan en sus instalaciones. Además de ser una gran atracción turística.
Otro ejemplo es el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa), el recinto de arte contemporáneo más importante del mundo, producto de la filantropía de la familia Rockefeller, con más de 150 mil obras de arte, respaldado por un fondo económico de 800 millones de dólares y un patronato que garantiza su funcionamiento.
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