Ultimatum Chiapas
  • Noticias
    • Chiapas
    • Nacional
    • Municipios
    • Editorial
  • Opiniones
  • Policiacas
  • Deportes
  • Entretenimiento
  • Tecnología
No Result
View All Result
  • Noticias
    • Chiapas
    • Nacional
    • Municipios
    • Editorial
  • Opiniones
  • Policiacas
  • Deportes
  • Entretenimiento
  • Tecnología
No Result
View All Result
Ultimatum Chiapas
No Result
View All Result
Home Opiniones GALIMATIAS

GALIMATÍAS

23 de mayo de 2023
in GALIMATIAS, Opiniones
GALIMATÍAS
Compartir en FacebookCompartir en Twitter

A Los Pinos sin permiso

Ernesto Gómez Pananá/Ultimátum

1988, julio. Una parte de la sociedad argu­menta fraude electo­ral en contra de Cuau­htémoc Cárdenas. Enfrente, el candidato “oficial” -entién­dase el del partido mayorita­rio ganador de prácticamente todo-, era Carlos Salinas de Gortari, a la postre presiden­te de México. No me desviaré ahora con el relato de la cam­paña de mi padre como can­didato a gobernador acompa­ñando a Cárdenas. Solo diré, como elemento contextual, que en casa Salinas era un espurio.

Diciembre del mismo año. Salinas anuncia su ga­binete. Para encabezar la política pública en deporte, crea la CONADE, Comisión Nacional del Deporte y pa­ra encabezarla nombra a un ex marchista norteño, doble medallista olímpico en Los Ángeles 1984. El señor Raúl González.

Agosto de 1989. Ciudad de México. Primera Olim­piada Nacional Escolar. Apo­teósico: todas las entidades, todos los deportes. Miles de jovencitas y chamacos pe­leando por medallas o al me­nos por un buen resultado. Por Chiapas -mi estado- acu­dimos gimnastas, futbolis­tas, atletas de pista y campo y por supuesto, nadadores. Tampoco me desviaré aquí narrando la historia de có­mo, de la mano de la profe Amanda Moguel tuve el pri­vilegio de ganar la primera medalla de oro nacional para Chiapas, tal vez en otra oca­sión. Solo diré que luego de la premiación, aún cargados de adrenalina y vértigo por el momento, nos avisaron a mi entrenadora y a mi que mientras el resto del equipo retornaba, ella y yo debíamos permanecer en la capital del país pues todos los ganadores seríamos recibidos primero por Raúl González y luego por el Presidente de México en Los Pinos.

Tiempos de telefonía ar­caica, hube de llamar a casa para informar y pedir permi­so para quedarme y acudir a Los Pinos. “Los quieren cop­tar” dijo mi padre imaginan­do un teté a teté entre Salinas y yo y no lo que en realidad fue, un evento masivo con 500 medallistas en el Salón Carranza, en Los Pinos. Des­pués del permiso vino la ins­trucción de cautela y mesu­ra, insisto, no fuera a ser que como en escena de Naranja Mecánica, me quisiesen ino­cular de oficialismo. Ahí tu­ve el honor de saludar a Raúl -igualado que a veces soy, así le llamé nervioso- mientras le pedía una foto.

El primer director de la CONADE afable platicó ins­tantes con todos quienes nos acercamos. Paciente. Dotado de la paciencia de un cam­peón que solo se forja a punta de persistencia, disciplina, coraje y eso, paciencia.

Esa no fue la única oca­sión que pude conversar con Raúl. Un año después volví y ganar y ese año ganaron va­rios más -Lili, Citlally, Agus­tín, David y éste que relata-. De nuevo a Los Pinos y antes a la CONADE. Más fotos y más plática. También becas. Debo reiterar. Un maestro, eso, un maestro que sin de­jar de ser político era un tipo que escuchaba, era cálido y empático con quienes co­mo él, éramos deportistas. Entendía del deporte des­de la raíz hasta la cima del Olimpo.

La última ocasión que me reuní con el campeón fue un año más tarde, de nuevo en agosto pero de 1991. La histo­ria tiene algo de irreverencia y osadía de mi parte pero una vez más, una enorme sensibi­lidad de don Raúl. Resumo:

Yo había obtenido una beca académica en una uni­versidad de la Europa del Este, incluía absolutamente todo a excepción del pasaje México-Kharkiv-México. Mi opción “ganadora” para conseguirlo despachaba en la CONADE.

Hice mis rústicos cálcu­los políticos y entendí que pedir una cita complicaría tortuosamente la ruta y deci­dí mejor simplificarla, recor­dé que después de comer, el campeón volvía a la oficina, descendía de su auto a pie de calle y entraba “marchando” al edificio de la calle de Se­rapio Rendón. Literalmente fui y me senté en la banque­ta calculando el momento. Y atiné: de pronto ese día de agosto vi llegar un auto ne­gro, mi corazón aceleró, me puse de pie, me paré enfrente del personaje, le extendí mi mano y dije “Raúl seguro te acuerdas de mi, soy fulano de tal, soy nadador, soy de Chiapas y necesito tu apoyo”, Raúl sonrió y me dijo “si cla­ro” -dudo que me recordara hasta hoy- me tomó del brazo y entré con él hasta su oficina. Sobra decir que salí de ahí con mi boleto,una beca y mi res­peto refrendado al campeón. Tengo décadas sin verlo pero lo recuerdo con enorme ad­miración y aprecio.

Oximoronas 1. Esta se­mana falleció Mario Vergara, fundador de “Los Otros Des­aparecidos”, organización de­dicada a localizar víctimas de la delincuencia organizada. En qué momento acumula­mos 110 mil personas desa­parecidas en nuestro país. En qué momento.

Oximoronas 2. Ahí va de nuevo Guatemala: las en­cuestas a la presidencia las encabeza un tiktoker. No les bastó con Jimmy Morales. En democracia, los errores se re­piten. Es la condena.

Oximoronas 3. Ana. Ana solo fue subcampeona olím­pica.

gomezpanana@hotmail.com

Discussion about this post

Ultimatum Chiapas

© 2025 Editorial MOSA
Sitio creado por XION Tecnologías.

Navegación

  • Aviso de Privacidad

Redes Sociales

No Result
View All Result

© 2025 Editorial MOSA
Sitio creado por XION Tecnologías.