Durante el primer trimestre de 2023, Chiapas se posicionó como el cuarto estado más favorecido por las remesas, con 957 millones de dólares, lo que se explica por la migración de tránsito, especialmente la centroamericana.
Los ingresos de divisas a México han mejorado con la normalización de la economía tras la pandemia, pero las remesas mantienen su reinado como la principal fuente de recursos, apoyadas por el fenómeno de la migración de centroamericanos de paso en el país, en busca del sueño americano.
México se ha consolidado como el segundo país que recibe más remesas, superando por más de 7 mil millones de dólares a China que se ubica en la tercera posición, además de que, según el Banco Mundial, es el primer destino de los llamados migradolares dirigidos a la región de América Latina.
Cabe señalar que India se mantiene como el principal país receptor de remesas en el mundo desde hace más de diez años. Estos flujos de remesas son impulsados principalmente por la fuerte demanda de mano de obra para el sector de la construcción en las potencias petroleras árabes como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Qatar. Se estima que las remesas a la India durante 2022 alcanzaron un monto de 100 mil millones de dólares y representan el 2.9 por ciento de su producto interno bruto (PIB).
En lo que se refiere a México, se ha ubicado en la segunda posición a nivel mundial desplazando desde 2021 a China. Para finales de 2020, la rápida recuperación de la Economía de Estados Unidos propició un importante aumento en la demanda de mano de obra y, posteriormente, una escasez relativa de este factor productivo, los cuales beneficiaron a los trabajadores migrantes y atrajo una nueva oleada de migración principalmente de países de América Latina y el Caribe.
Los datos comparativos del Banco Mundial muestran que México es el mayor receptor de remesas en la región de América Latina y el Caribe, pues recibió el 41.2 por ciento del total de las transferencias regionales. El único país que se le acerca en recepción de remesas, es Guatemala que el año pasado sumaron 18 mil millones de dólares.
De acuerdo con esa institución los incrementos que se han registrado, aproximadamente 25 por ciento, en el flujo anual de remesas a México, corresponde a los migrantes en tránsito desde Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití, Venezuela, Cuba y otros países, para pagar sus costos de vida y viaje, incluidas las tarifas para pagar por cruces fronterizos.
Durante el primer trimestre del año, los flujos que enviaron sobre todo mexicanos y centroamericanos que trabajan en Estados Unidos a sus familiares en México sumaron un total de 13 mil 948 millones de dólares.
Lo anterior representa 14.5% de las reservas internacionales del país, que al cierre de marzo registraron un saldo de 202 mil 338 millones de dólares, señaló la analista Leonor Flores en la columna Cartera del periódico El Universal.
También comparó los ingresos por turismo que ascendieron a 8 mil 338 millones de dólares, mientras que por la vía de exportaciones petroleras entraron al país 7 mil 600 millones de dólares, y por ventas al exterior de productos agropecuarios un total de 6 mil 300 millones de dólares.
Sin embargo, la exportación de vehículos representó ingresos por 21.4 mil millones de dólares en los primeros tres meses del año.
Además, se espera que las remesas confirmen su dominio en los próximos días cuando la Secretaría de Economía difunda la información de la Inversión Extranjera Directa (IED) captada en enero a marzo de 2023, que se verá favorecida por el fenómeno de la relocalización o nearshoring.
Al respecto, las estimaciones de la iniciativa privada apuntan a un flujo de 13 mil millones de dólares de inversiones foráneas atraídas por la relocalización en el primer trimestre del año. Con ello, contra viento y marea, los llamados “migradolares” conservan el primer sitio de entrada de divisas a México, recursos que han servido para paliar la pobreza que aumentó con la pandemia de Covid – 19 y la crisis inflacionaria de alimentos.
Banorte destacó en un análisis que el monto acumulado de los últimos 12 meses está cerca de 60 mil millones de dólares, un nuevo máximo en un contexto en el cual el desempleo económico en Estados Unidos fue mixto.
También en el que hubo mucha volatilidad financiera por los problemas en los bancos regionales y con un panorama negativo para el sector de la construcción, afectado por las altas tasas de interés, por lo que comenzaron a decrecer los permisos para vivienda nueva. RDM