Excusa insensata de Rubén
Amet Samayoa Arce/Ultimátum
Resulta comprensible y entendible la excusa insensata de Rubén Zuarth Esquinca expuesta ante la renuncia anunciada de Roberto Albores Gleason a las filas el Partido Revolucionario Institucional. Era de esperarse y solo confirmó que su dirigencia venal y banal va al precipicio sin paracaídas con todo y siglas del PRI en Chiapas. Se refleja tal cual es y se alinea con toda naturalidad a sus absurdos y glotones mandos que lo usan como autómata. Alejandro Moreno y su cofradía nefasta y pueril agoniza sin bálsamo, mucho menos con mejoría prometedora. Teníamos que referirnos, a pesar de que leímos la altura política de Roberto Albores Gleason que dio muestras de formación refinada, más aún ahora que es egresado en Políticas Públicas de Harvard.
ROBERTO HIJO
Lea usted los términos de su dimisión al PRI: “Hoy, algunas organizaciones políticas tradicionales que prometen cambio no practican la democracia, no trabajan con la gente ni con liderazgos genuinos comprometidos con impulsar una transformación; no buscan ganar sino administrar sus derrotas. Carecen de un proyecto de país consistente y lo que pregona en la mañana lo rechazan en la noche, sin ninguna congruencia ideológica”. Remata “es por eso qué ahora decido continuar mi lucha política desde otras trincheras, manteniendo firme mi objetivo de trabajar incansablemente por el bienestar de Chiapas y de México”.
ROBERTO PAPÁ
Ahora bien, lea usted lo escrito por su padre, Don Roberto Albores Guillen, que de igual manera deja de manifiesto su sensibilidad política. “En nuestro país la política y los políticos se han desacreditado. A golpe de constancia, la corrupción se ha convertido en sinónimo de «político». La gente ha perdido la fe en la política. Se siente agraviada y engañada. Ha probado todos los colores y, al final, «más de lo mismo». “El mayor problema es el distanciamiento ciudadano de los partidos políticos. Éstos ya no son interlocutores válidos, se han desgastado. Su voto duro ha sido sustituido por el voto volátil, sin compromiso ideológico. Sus dirigencias se engolosinaron con el pastel, se olvidaron de la militancia, se aristocratizaron y se rodearon de amigos y familiares para cubrir sus puestos de estructura y las candidaturas plurinominales. Hay que rescatar a los partidos políticos de sus secuestradores. Estos institutos se han convertido en empresas prósperas y rentables. Las generosas prerrogativas que perciben los han transformado en nichos de mercado al servicio de intereses de grupo. Están al margen de los sufrimientos y sueños de la gente. Gómez Morín y Calles lamentarían esta regresión política”. Ahí está para sus conjeturas.
DE TAROT Y ADIVINANZA
Roberto Albores Gleason tiene pertrechos para aspirar nuevamente a la gubernatura. En qué partido lo anotaría usted: ¿en Morena, MC o PVEM?… Servidos.
tarot722@hotmail.com