René Alberto López
Una de las deficiencias del movimiento opositor, nacido en Tabasco con el PRD en el siglo pasado y hoy reconvertido en Morena, recae en el hecho de no haber formados cuadros para la administración pública.
Para el activismo político en tareas de organizar marchas, bloquear carreteras, tomas de edificios públicos y llenar los mítines políticos, le sobraron manos, gente con capacidad para ese tipo de acciones, no obstante nunca se prepararon para ser gobierno.
Por eso, hasta cierto punto es natural que la administración pública de la 4T en Tabasco este cuajada hoy de ex militantes del PRI, quienes apenas hace unos años eran militantes del partido fundado por Plutarco Elías Calles.
Así, el movimiento opositor de la década de los 90 y principio de este siglo, sirvió, quizá, para cambiar la mentalidad de algunos tabasqueños de no vivir sometidos a gobierno autoritarios, y se sintieron orgullosos por sacar al viejo PRI de la Quinta Grijalva en el 2012.
Pocos les duró el gusto, pues el gobierno fallido de Núñez Jiménez colocó en puestos importantes a los priístas y panistas del ayer.
Pero también en este gobierno de la 4T, observamos que los viejos luchadores de oposición desaparecieron del mapa político de Tabasco, en tanto el priísmo que vivió la derrota, que permitió la alternancia con el PRD y Arturo Núñez –otro ex priísta— ha reverdecido ahora con el nombre de Morena.
Esto es lo que en política se conoce como gatopardismo, pero una buena parte del pueblo tabasqueño aún cree que se está viviendo un cambio en Tabasco y, según dicen, caminamos rumbo a una transformación. Nada más irreal.
Atacan sin pudor alguno al viejo sistema cuando en propias narices están aquellos militantes que aportaron su grano de arena para que el viejo PRI saqueara a su antojo al país. Lo que pasa es que tiraron a la basura la chaqueta tricolor y se colocaron la vinotinto.
Hábilmente o perrunamente, como usted quiera calificarlos,
por ejemplo tenemos a políticos formados en la vieja escuela del tricolor por el subsecretario de Gobernación, Arturo Núñez, cuando eran del PRI, entre ellos José Antonio de la Vega, actualmente a lado de su amigo Adán Augusto en la secretaría de Gobernación, lo mismo que Marcos Medina Filigrana, diputado federal de Morena, y Jesús Alí, el ex candidato priísta a la gubernatura, derrotado en 2012, cuando se abrió la alternancia en Tabasco.
Así, los que gobiernan hoy en Tabasco son políticos del viejo PRI, pero la ingenua fanaticada de la 4T, aún no abre los ojos, pues el partido en el poder tuvo que echar mano de ellos, de sus experiencias y mañas, bido a que entre los fundadores no había gente capaz, al menos eso dicen hoy en el gobierno de Tabasco.
Basten solo unos botones para darle peso a lo expresado en estás líneas. Sepa el lector que la oficina del gobierno estatal con trato directo a la población en comunidades, por su tarea del reparto de los programas sociales, es la Secretaría de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático, a cuya cabeza está el ex priísta Manuel Sebastián Graniel Burelo.
Otro cargo de importancia en el ramo federal fue el asignado al ex priísta Mario Llergo, quien integró el cuerpo de campaña de Jesús Ali cuando fue candidato del PRI al gobierno del estado, pero hoy ocupa la representación de Morena ante el INE, y es uno de los operadores de Adán Augusto en Tabasco.
Juan Carlos Castillejos, connotado ex priísta, manejó comunicación social y ocupó la secretaría de Gobierno en parte del quinquenio de Manuel Andrade. Este angelito en septiembre fue nombrado vocero del gobernador Carlos Manuel Merino. Nos comentan que debido a su experiencia en el manejo de prensa, lo sumaron al gobierno de Morena.
Por cierto el gobernador interino salió en su defensa cuando Castillejos fue acusado de insultar en redes sociales al presidente López Obrador. Merino justificó que lo hizo al calor de las campañas electorales. “Vergüenza que no tienen”, dijo un comensal ese día en céntrico café del municipio de Cárdenas.
Otros personajes cuyo priismo era tan frágil como para botar la chaqueta tricolor y montarse en el poder al primer toque de cencerro son Nicolás Bellizia, ex candidato a la alcaldía de Centla por el PRI en 2015, y el diputado local Luis Salinas, este último acaba de ser premiado por su servilismo a don Adán Augusto, al ser incorporado a un cargo federal, a pesar de su gris capacidad en el servicio público.
Así, es un hecho irrefutable que el PRI de ayer es el Morena de hoy en Tabasco, esa es la realidad y, por eso es una quimera pensar que vaya a darse un cambio de fondo en el estado de cosas en tierras del ínclito Carlos Pellicer.
Ahí se las dejo.