¿Seré yo, Señor?
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
Hay tres principios básicos de la Cuarta Transformación que probablemente le sea difícil respetar a los aspirantes de Morena a la Presidencia de la República en este proceso “corcholatoso”: No mentir, no robar y no traicionar al pueblo; apegarse a la legalidad, y comprometerse a respetar y respaldar el resultado final del proceso y dar su apoyo al que resulte coordinador en defensa de la 4T.
Imagínense ustedes, mis fieles cinco lectores, lo que está en juego. ¡Es la Presidencia de la República!, es la oportunidad que muchos quisieran tener para asegurar riqueza financiera para cien generaciones, no precisamente para trascender históricamente como un estadista.
Si no me cree, échele un ojo a todos los escándalos financieros que se han generado en torno a la familia presidencial, no solo de Andrés Manuel López Obrador, sino de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón Hinojosa, Vicente Fox Quezada, Ernesto Zedillo Ponce de León y Carlos Salinas de Gortari, por mencionar algunos de los más recientes.
En fin, el caso es que una vez definidas las reglas y un “piso parejo” para los contendientes, los aspirantes de Morena a la Presidencia de la República tienen toda esta semana para redactar sus renuncias definitivas (máximo hasta el viernes 16) a los cargos que ahora ocupan.
A partir del 19 de junio y hasta el 27 de agosto llevarán a cabo un recorrido por todo el país, para realizar “asambleas informativas” y dar a conocer sus propuestas a los ciudadanos.
En ese lapso proselitista tienen prohibido descalificar al resto de los contendientes, así como despilfarrar recursos en publicidad. ¿Será que se abstengan de tal cosa?
Del 8 de agosto al 3 de septiembre se llevarán a cabo cinco encuestas con empresas elegidas a través de una tómbola, y los resultados finales se darán a conocer, en conferencia de prensa, el miércoles 6 de septiembre.
A partir de ahora, las encuestas pagadas por las corcholatas, aquellas que daban una arrolladora ventaja a la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quedan sin efecto. Esas no ganan ninguna elección.
Lo que muy probablemente se vea con frecuencia será una guerra informativa de todos contra todos, a través de filtraciones, que finalmente nadie sabrá de dónde procede, pero que muy probablemente hará trastabillar a quienes creen que van arriba en las mediciones.
Marcelo Ebrard está contento y pide a sus seguidores que “sonrían, nos va a ir requetebién”, aunque se precipitó a renunciar al cargo y sabe que lo que viene no es un fin de semana en Chapultepec.
Confía, de igual modo, en que no van a participar los gobernadores a favor de ninguno de los aspirantes y que no habrá derroches financieros en sus actividades (mmmjuú).
Adán Augusto López Hernández, a su vez, manifiesta seguridad en la perfección de “los tiempos de su señor” y continúa haciendo eventos en todo el territorio nacional, con el pretexto de conferencias, entrega de obras y apoyos presidenciales. ¿Será el tapado?
El poder que ha ejercido desde la Secretaría de Gobernación no es cosa menor. Además, ha sido un operador político de excelencia y de probada eficiencia y eficacia para el presidente Andrés Manuel López Obrador; sería increíble que Adán Augusto no maniobrara para él con las mismas virtudes.
SASSÓN
El “camarada” Fernández Noroña solo es una tapita de relleno que no se quiere quedar fuera del presupuesto en 2024, pero Manuel Velasco Coello sí tiene con qué negociar; además, podría ser un aliado muy importante de Adán Augusto López para inclinar la balanza. Con el poder estructural que ambos tienen en el Sureste de la república podrían hacer ganar o perder a cualquier candidato, de cualquier partido. No los subestimen.
Sasso89@hotmail.com