Rompimiento que se avecina
José Adán Altúzar Figueroa/Ultimátum
Ante el inevitable rompimiento que se avecina, es necesario poner atención y fijar posturas en relación a los intereses personales, un eventual enfrentamiento entre los aspirantes, como parte de las ambiciones políticas, pondrá en riesgo la continuidad de un trabajo forjado a través del ejercicio democrático, del ahora presidente, que lleva ya, más de 20 años de lucha, de un líder incansable, que logró integrar a las fuerzas políticas mas radicales del país; a luchadores sociales que nacieron la mayoría, en la década de los 60s y que ahora con la experiencia de los años, han sabido construir una estructura de gobierno, que no habría logrado si este no lo hubiera encabezado un personaje, que ante críticos del sistema aceptan que su liderazgo es causa de su propio trabajo. No por herencia de alguien.
Las ultimas declaraciones del aun canciller y la jefa de gobierno, denotan una lucha intestina, que se refleja en los grupos políticos de ambos.
Después de la cena con el presidente López Obrador, fue evidente que Marcelo Ebrard, no estuvo de acuerdo con lo platicado esa noche, peor aun cuando en entrevistas recientes aseguró que sería diciplinado y que su renuncia al cargo de Secretario de Relaciones Exteriores, sería a finales de año o principios del 2024, ese cambio repentino provocado por los acuerdos de la cena y por los resultados del congreso nacional, obligaron a cambiar de decisión. Se confirma la especulación cuando Claudia Sheinbaum dice que ella si será diciplinada y que su renuncia la hará una ves que se lleve acabo la asamblea nacional de MORENA y cuando el partido fije las reglas, lo que tuvo como respuesta, de parte de Ebrard: -para que renuncia si el candidato seré yo-
Esos enfrentamientos verbales, que pretendieron minimizar, seguro tendrá rompimientos y eventuales cambios políticos, que, sin quererlo, el propio presidente será victima inevitable de los graves resultados.
Indudablemente, esta será una prueba mas para la consolidación y continuidad de la 4ª. transformación de la vida pública de México.
La política es historia. Vasta recordar, los acontecimientos, sobre todo en el gobierno de Salinas de Gortari, cuando otro efímero, nombrado al vapor, después de la debacle política, provocado por el levantamiento armado zapatista, en el año 1994, Secretario de Relaciones Exteriores también, el recordado Manuel Camacho Solís, rebelde que dejo el encargo y posteriormente fue nombrado comisionado para los acuerdos de Paz, celebrados en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. El resto de la historia, la recordamos como, origen de las causas que llevaron al magnicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato a la presidencia de la República para el sexenio 1994-2000, cuya responsabilidad la encabezo después, Ernesto Zedillo Ponce de León, obteniendo la votación mas alta de los últimos años, en relación al listado nominal y como parte del temor del ciudadano, por la rebelión armada y por un sentimiento característico del mexicano, al hacer patente el recuerdo del que pudo ser un buen presidente.
Al concluir el periodo de Zedillo, sucedió lo impensable, una transición democrática, que resulto falsa y que ante las negociaciones, debajo de la mesa, surgió la expresión “acuerdos en lo obscurito” entregando al Partido Acción Nacional la presidencia de la república, teniendo como contrincante por parte del Partido Revolucionario Institucional a un “frio y gris” Francisco Labastida Ochoa, rival a modo para que un valentón Vicente Fox Quezada, asumiera la presidencia sin ningún problema, más que el heredado movimiento armado, que ante los acuerdos, este se atreviera a decir que ese conflicto se arreglaría en 15 minutos.
Como olvidar lo sucedido en el año 2006, cuando Vicente Fox, declaró abiertamente que no permitiría que un “populista” como Andrés Manuel, ocupara la presidencia, teniendo como estrategia desaforar al entonces Jefe de Gobierno del distrito federal, y encumbrar en un inicio a Santiago Creel y después a Felipe Calderón, quien les gano la batalla al interior del PAN, provocando el enojo de Fox y el rompimiento con todos los empresarios seguidores del foxismo, ante un Felipe Calderón, del que no confiaban que ganaría la elección ante un López Obrador, que ya traía un trabajo político electoral, en todo el territorio nacional. Del resultado de la elección se sabe que Calderón perdió y que, a López Obrador, le robaron la presidencia, donde surgió el presidente legítimo.
La historia reciente 2012-2018, dice que Magno Favio Beltrones Rivera, aceptó la postulación de Enrique Peña Nieto, solo si le garantizaban inmunidad, cargo político y protección ante los embates de las autoridades norteamericanas, quienes señalaban convenios con grupos delincuenciales.
Al inicio de este sexenio, solo se supo, que el ahora aspirante Marcelo Ebrard, se diciplino, ante López Obrador, dejando libre el camino a quien, sin lugar a dudas, sería el próximo presidente de México. De los momentos actuales, habremos de ver si hay recompensa a esa disciplina o se considera pagada con los encargos otorgados.
Dicho lo anterior, no tiene porque no haber rompimientos, si en estos quehaceres las heridas son profundas. Lo importante, es el uso de la inteligencia para curarlas.
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