“Tarascadas” de PROFECO a gasolineros
Amet Samayoa Arce/Ultimátum
En el gobierno de la cuarta transformación, en el que se supone que ya no hay corrupción, los gasolineros se quejan de las “tarascadas” que les pegan en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para que los dejen trabajar libremente. Diario Ultimátum, en su edición de ayer, publicó en portada que en Chiapas cerca de 180 negocios deben de pagar “derecho de piso” a posibles verificadores con cuotas que van desde los 30 hasta los 50 mil pesos. Esto genera más de 7 millones de pesos en recaudaciones ilegales para la dependencia, y las obtiene mediante la amenaza de que en caso de no dar el pago les encontrarán “anomalías” y les clausurarán sus estaciones. A raíz de esta publicación llegaron mensajes anónimos a los correos del diario Ultimátum, en los que se señala a Cuauhtémoc Villarreal, quien al parecer ya fue dado de baja de la institución como subprocurador de Verificación y Defensa de la Confianza de Profeco, como el cabecilla que controlaba y sigue controlando el negocio. El sujeto empezó como director general de Verificación de Combustibles de la dependencia federal en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y de ahí escaló a la Subprocuraduría. Obviamente, si hace los negocios turbios que se señalan lógicamente alguien lo tiene que encubrir desde más arriba. ¿Cómo operan estos delincuentes incrustados en el régimen actual?, simplemente llegan a verificar las bombas y, si no les pagan el “derecho de piso” que exigen, entonces ellos mismos abren los dispensadores y les “siembran” las tarjetas que roban combustible para tener la supuesta prueba de que estaban operando fuera de la ley y las clausuren, al vil estilo gansteril. Estas acciones se llevan a cabo en todo el país, donde existen alrededor de 16 mil gasolineras. No nos imaginamos la cantidad de dinero que pueden recaudar mensualmente, por este concepto, quienes están involucrados y que según se sabe concentran todo el dinero en una oficina en San Pedro Garza García, en Nuevo León, y luego los llevan a la Ciudad de México. Si multiplicamos 16 mil negocios de 50 mil pesos, por lo menos se llevan 800 millones de devaluados pesos al mes. Lo malo es que no hay quien haga nada porque todo parece indicar que están protegidos desde las altas esferas.
NO PASA NADA QUE EL PRESIDENTE NO SEPA
Con tristeza se recuerda el discurso del presidente López Obrador, en el que decía que estaba llevando a cabo cambios muy profundos porque estaba arrancando de raíz la corrupción que había, porque ese era el principal problema de México. “Se está limpiando de arriba para abajo, como se barren las escaleras, además de que ahora ya no hay las tarascadas que se le daban al presupuesto”, dijo en alguna ocasión. ¡Claro!, ya no es necesario depredar el presupuesto público si los bisnes son más productivos y representan menos riesgos. ¿Cómo puede ser posible que los mismos que se supone que deben defender al pueblo de los malhechores sean los mismos delincuentes que operan desde el amparo del poder público? Con tristeza recordamos también aquella declaración de López Obrador en la que aseguró que en el gobierno no pasa nada que el presidente no sepa, y si no se hace nada es porque también el jefe del Ejecutivo está coludido con los corruptos. Ojalá y demuestre lo contrario, por lo menos en este caso, porque se presume que también hacen lo mismo con las compañías expendedoras de gas.
DE TAROT Y ADIVINANZA
¿Qué pasó?, ¿Ocurrió efectivamente una contraorden de última hora para que no llegara a Palenque la señora Beatriz Gutiérrez Müller al evento de la diputada Manuelita Obrador, el director del IMSS, Zoé Robledo Aburto, y el alcalde de Tuxtla, Carlos Morales Vázquez? ¿De dónde y qué motivó que dejara plantado el evento del sábado pasado?… Servidos.
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