¿Proceso sangriento?
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
Una de las más graves preocupaciones de muchos mexicanos es la violencia que amenaza el proceso electoral de 2024. México rebasa los 162 mil crímenes en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y, en la elección intermedia de 2021, hay referencias de homicidios de políticos, principalmente de la oposición.
Ayer a las 13:30 horas quedó registrado el asesinato de Zayma Zoraya Zamora García, quien se ostentaba en Poza Rica, Veracruz, como coordinadora de giras del aspirante morenista a la Presidencia de la República, Adán Augusto López Hernández, aunque el equipo del tabasqueño la deslindó de inmediato.
En referencia a los asesinatos políticos en 2021, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Michelle Bachelet, externó, en su momento, su preocupación debido a los actos de violencia registrados en el proceso electoral de ese año.
Al menos, en ese entonces, 91 personas miembros de partidos fueron liquidadas, entre ellas 36 que se asumían como candidatos. A esto se le agregaron amenazas y ataques a políticos y funcionarios públicos.
El temor entonces está bien fundado, porque del 2021 al 2024 la violencia no ha mermado, al contrario, ha crecido descontroladamente y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador solo busca manipular las cifras en vez de tomar acciones más responsables.
Es decir, mientras López Obrador desde el púlpito presidencial intenta borrar con saliva las cifras de los crímenes violentos en el país, la sangre cubre hasta los rincones más escondidos del territorio, sin importar niveles sociales, ni colores de piel o partido.
¿Qué va a decir hoy el presidente en su homilía mañanera al tocar el tema? ¿Que la asesinaron los conservadores? O va a reconocer que el crimen acecha no solo al proceso de 2024, sino también está inmerso en la selección del coordinador(a) nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
Esta mujer asesinada no era alguien común y corriente, era una empresaria local y, en 2021, fue candidata a la alcaldía de Poza Rica por el Partido Unidad Ciudadana; perdió precisamente ante el morenista Fernando Luis Remes Garza.
Además, a principios del mes de julio presumió en su cuenta de Facebook el siguiente mensaje: “Ser la única mujer en la coordinación, para dar la bienvenida a nuestro Amigo Adán Augusto López Hernández nos dio la oportunidad de demostrar que hacemos bien nuestras actividades con el mejor equipo”.
Esto quiere decir que por lo menos colaboraba para la corcholata tabasqueña, del “hermano” de López Obrador, del que muchos dicen que le está dando la vuelta al marcador en las preferencias y que el 6 de septiembre podría resultar el coordinador nacional de los defensores de la 4T.
Uno de los hijos de quien fue ejecutada en su negocio por un grupo de sicarios que le pegaron un balazo en la cabeza y otro en el cuello, expresó su indignación por la ola de violencia que oprime a Veracruz, pero no es solo esa entidad, son los 32 estados de la república que viven en la aflicción por este flagelo.
Si era o no parte del equipo de colaboradores de Adán Augusto López en Poza Rica, lo preocupante es que la mujer fue asesinada y pasó a formar parte de las cifras criminales de nuestro país, además de que su hija también resultó herida.
Con ello también queda un antecedente más cercano al 2024, de lo que puede pasar en el proceso a la Presidencia de la República, así como en los nueve estados donde se va a renovar la gubernatura, alcaldías y diputaciones locales.
Esperemos que esto no se salga de control.
Sasso89@hotmail.com