Zoé Robledo
A las 20:26 horas del pasado jueves 5 de mayo, el canciller Marcelo Ebrard tuiteó: México y Guatemala pueblos hermanos. Inicia programa sembrando vida en Chimaltenango, nuevo consulado en Petén, 25 mil guatemaltecos cotizarán en el IMSS, más conectividad aérea y terrestre entre ambos países. Entre principales avances de la reunión bilateral en curso. El anuncio daba cuenta del éxito de la gira del Presidente Andrés Manuel López Obrador por Guatemala. Ese día y a esa hora yo me encontraba en la Conferencia Interamericana de Seguridad Social. ¿Coincidencia? Fue en el seno de la CISS que en 1951 se aprobó la Resolución No. 35 con el nombre de “Seguridad Social de los trabajadores migrantes”. Un esfuerzo para que toda legislación nacional garantizara un tratamiento igual a los nacionales de otros países que laboran en su territorio. Desde entonces hubo avances, pero no las satisfacciones esperadas. Hoy 127 mil trabajadores extranjeros están afiliados al IMSS, por ejemplo, alemanes, coreanos, japoneses que trabajan en armadoras de automóviles de distintas marcas. Pero en el caso de las personas que trabajan de manera temporal en el campo mexicano y son de origen guatemalteco poco se ha hecho. Lo anunciado es, sin duda, una buena noticia porque apela a la justicia. Por eso me apresuré a enviarle información al canciller: un día antes, el miércoles 4 de mayo en las oficinas de la subdelegación del IMSS en Tapachula, Chiapas, los señores Robinson Cornelio Méndez Ramos y Robinson Ronaldo Méndez Velazco, padre e hijo, originarios de El Tumbador, Departamento de San Marcos, empleados de la empresa mexicana BANANA GOLD SC DE RL DE CV, fueron los primeros afiliados en esta modalidad.
Cuál sería mi sorpresa que al día siguiente el #IMSS fue segundo lugar en trending topic a nivel nacional. Muchos tuits eran en contra del anuncio, se expresaron desde dudas y cuestionamientos, pasando por abierta indignación, descontento, hasta llegar a expresiones de clara xenofobia. Por eso decidí usar este espacio para explicar qué es y qué no es el anuncio del IMSS para la seguridad social a guatemaltecos. ¿Qué es? Seguridad social para trabajadores legales guatemaltecos en nuestro territorio. Es cumplir con los acuerdos internacionales firmados por nuestro país para garantizar el derecho a la salud. El compromiso establecido por México fue para que las y los trabajadores fronterizos de Guatemala que acuden a trabajar a los estados de la Frontera Sur, en especial Chiapas, Tabasco y Campeche, puedan afiliarse al IMSS presentando la Tarjeta de Visitante Trabajador Fronterizo (TVTF). Lo que logramos con los trabajadores de Guatemala fue simplificar los trámites para la afiliación, acortar los tiempos y brindar facilidades para acceder a seguridad social de forma expedita por la vía digital, tal y como si se tratara de un trabajador nacional. ¿Qué no es? Atención fuera de nuestro territorio. No se irá a Guatemala a brindar servicios. Ni los ciudadanos de aquel país podrán venir al nuestro a recibirlos. Tampoco es un programa para población migrante en tránsito. No es una ocurrencia. No es algo nuevo. Ya ocurre con trabajadores, norteamericanos, canadienses, europeos, asiáticos y ahora, en un acto de justicia, también con trabajadores centroamericanos en nuestro país. En definitiva se trata de justicia. Durante muchos años México ha demandado mejores condiciones laborales para los connacionales que trabajan en el campo en Estados Unidos, entre ellas acceso a salud y seguridad social. Lo anunciado por el Presidente debería hacernos sentir orgullosos.
México vuelve a ser ejemplo de confraternidad internacional y da pasos firmes para hermanar a los países de las Américas. Es comprender que el derecho a la salud y bienestar no debe tener fronteras.