Se avizora que en el 24, una mujer ganará la elección. En este contexto, quiero hacer un paréntesis para destacar la gentileza que han tenido Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez quienes en su último debate realizado en Yucatán, hacia la elección de la coordinación del Frente Amplio por México, FAM, con el tema relacionado con los derechos de las mujeres, hicieron referencia al Congreso Feminista de 1916 celebrado precisamente en Yucatán, y reconocieron derivado de esa lucha, hoy mujeres como ellas mismas, y Claudia Sheinbaum por Morena, México tendrá una Presidenta.
Celebro la estatura política tanto de Beatriz como de Xóchitl, al mencionar a quien podría ser su contrincante en el 24. Esta es la actitud que debe prevalecer en toda la competencia, no solo por la Presidencia, sino en todas las elecciones que se realizarán el año entrante. Que las mujeres no golpean a otras mujeres. No repliquen las formas machistas de hacer política. No les permitan a sus coordinadores, campañas negras contra otras mujeres. Eso no significa decir las cosas como son.
Las dificultades para concretar las leyes de igualdad sustantiva y para prevenir y sancionar las diversas modalidades y tipos de violencia contra las mujeres, tienen que remontarse. Lograr la paridad es necesario, con mujeres de carne y hueso, y que lleguen las que deben llegar; no cubrir los espacios con mujeres que son impuestas por los dirigentes de los partidos, y que terminan disciplinándose. Como hemos visto, hoy que hay paridad en el Congreso y en el gabinete, las mujeres se han quedado calladas frente a la destrucción de programas y políticas públicas a favor de los derechos de la niñez y de las mujeres. La lista es larga.
La próxima Presidenta de México debe tener compromiso con la vida de las mujeres; como dijo Xóchitl en este último debate al recordar las miles de mujeres que no están porque han sido asesinadas, las que desaparecen todos los días, a todas de todas las edades que no podemos salir a las calles sin sentir miedo. Ha llegado el momento de romper el pacto patriarcal y construir otro donde mujeres y hombres se reconozcan de igual valor. Retó con claridad que se deben dejar los discursos para ponerse trabajar por el bien de las mujeres de todas las edades. La desaparición de niñas y mujeres, y el feminicidio son delitos que deben atenderse desde el Estado. Ningún hombre puede seguir violentando o matando a una mujer.
Romper el techo de cristal y que ninguna se quede atrás. Es necesario un acuerdo para que se gobierne con el corazón y la valentía de una mujer que no siga el dictado de un hombre. Esa es la diferencia sustantiva de estar de este lado.
Y si, por eso nos gusta Xóchitl, porque es una mujer libre y sin ataduras, que tiene muy claro cómo y para qué se propone abrir las puertas de palacio nacional desde adentro. Xóchitl está echada para adelante, puso nuevamente la esperanza en el centro del ánimo de la gente y también la real posibilidad de ganar la presidencia.
La gran Beatriz Paredes, experta estadista, escucharla siempre es un agasajo, en este debate señaló contundente la necesidad de articular una nueva manera de hacer política, conocedora como pocas, cómo se gesta el poder, lanzó el reto incluso al propio FAM: reformar de a deveras el poder, construir un nuevo sistema político que no finja que la sociedad civil participa. Me quedo con esto.