Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
De verdad y luego de todo lo que estamos viendo y lo que nos falta por ver en el país, pero particular y especialmente en Tabasco, desear una democracia en la que también se pueda escoger a personas que están fuera de las cúpulas de partidos políticos puede resultar muy útil en varias vertientes.
Puede quitarles fuerza a los partidos políticos y dársela al ciudadano; puede poner mayor presión social sobre el gobernante en turno; puede hacer que mejoren los gobiernos al “ciudadanizar” las administraciones y poner especialistas en puestos muy concretos que en verdad sirvan al pueblo y no se sirvan a ellos mismos y de los cargos públicos.
El que llegue un candidato ciudadano o independiente a gobernar un Estado o a presidir una alcaldía, traería, de entrada, muchos cambios; a saber, nuevas maneras de hacer política, de lograr acuerdos con un Congreso o Cabildo, en donde no tiene representación su movimiento político, de tomar decisiones sin responder a los intereses de un partido; por el contrario, atendiendo y respondiendo a los intereses de la gente, de la ciudadanía, de la sociedad en general.
Los candidatos ciudadanos o independientes, cuentan con una ventaja frente a los que representan a partidos políticos. Alrededor del mundo, en la actualidad, hay una crisis de credibilidad que ha beneficiado a las candidaturas independientes o ciudadanas: la sociedad está harta de la política y todo lo que abone a un tema social, ciudadano, es mejor recibido que lo que venga de políticos y de los partidos.
La gente no confía en la política, ni en los políticos, ni en los partidos. La gente está desencantada y cada vez es mayor la abstención, el ciudadano no sale a votar por desilusión; de ahí que, la estrategia de los candidatos ciudadanos o independientes va encaminada a congregar todo el hartazgo que hay por los antiguos políticos y encaminarlo a desarrollar mensajes de participación ciudadana, transparencia y seguridad.
Tabasco y sus municipios, atraviesan una gran decepción, después de poner sus esperanzas en Morena y ver qué las soluciones prometidas fueron un engaño más, de otro gobierno que vino a saquear las arcas estatales y de los ayuntamientos.
La entidad y sus municipios, están decepcionados de sus políticos, que simplemente al acceder a los cargos públicos, se olvidan y olvidaron de las promesas de campaña y con las que pidieron ser apoyados con el voto de la ciudadanía.
Los ciudadanos tabasqueños y de los municipios, observan su pequeñez moral; su ideología de cascos ligeros, que los lleva de partido en partido, para cometer siempre las mismas traiciones. Algunos ya van hasta en su cuarta y hasta quinta transformación. ¡¡¡Háganos usted el favor!!!
La sociedad en general de la entidad y, particularmente, la de los municipios, hoy se cuestionan, y ahora ¿a quién creerle? Por ello, es hora de voltear y pensar en las candidaturas ciudadanas. Representantes surgidos de las entrañas de la sociedad, libres de ataduras partidistas y compromisos ajenos a la política.
Juan Carlos Guzmán Correa, como bien lo definen en su natal municipio de Cárdenas, “es un Filántropo, político, profesionista (abogado)y luchador social, está entregado las 24 horas del día atendiendo las peticiones y solicitudes de apoyo comunitario que al por mayor requiere la ciudadanía de él, convertido en perenne gestor social al servicio de sus paisanos durante los últimos 25 años”.
Y es que, el sentir de los cardenenses en sus 206 comunidades, es de que ansían para el 2024 una nueva autoridad municipal que surja desde el mismo seno de la sociedad cardenense y, por lo tanto, este plenamente identificado con sus problemas; que los conozca a fondo y sepa por donde trabajar para solucionarlos; que dialogue constantemente con ellos; que les pregunte y en unidad, salir adelante en bienestar social y desarrollo municipal.
De verdad y luego de todo lo que estamos viendo y lo que nos falta por ver en el país, pero particular y especialmente en Tabasco, desear una democracia en la que también se pueda escoger a personas que están fuera de las cúpulas de partidos políticos puede resultar muy útil en varias vertientes.
Puede quitarles fuerza a los partidos políticos y dársela al ciudadano; puede poner mayor presión social sobre el gobernante en turno; puede hacer que mejoren los gobiernos al “ciudadanizar” las administraciones y poner especialistas en puestos muy concretos que en verdad sirvan al pueblo y no se sirvan a ellos mismos y de los cargos públicos.
El que llegue un candidato ciudadano o independiente a gobernar un Estado o a presidir una alcaldía, traería, de entrada, muchos cambios; a saber, nuevas maneras de hacer política, de lograr acuerdos con un Congreso o Cabildo, en donde no tiene representación su movimiento político, de tomar decisiones sin responder a los intereses de un partido; por el contrario, atendiendo y respondiendo a los intereses de la gente, de la ciudadanía, de la sociedad en general.
Los candidatos ciudadanos o independientes, cuentan con una ventaja frente a los que representan a partidos políticos. Alrededor del mundo, en la actualidad, hay una crisis de credibilidad que ha beneficiado a las candidaturas independientes o ciudadanas: la sociedad está harta de la política y todo lo que abone a un tema social, ciudadano, es mejor recibido que lo que venga de políticos y de los partidos.
La gente no confía en la política, ni en los políticos, ni en los partidos. La gente está desencantada y cada vez es mayor la abstención, el ciudadano no sale a votar por desilusión; de ahí que, la estrategia de los candidatos ciudadanos o independientes va encaminada a congregar todo el hartazgo que hay por los antiguos políticos y encaminarlo a desarrollar mensajes de participación ciudadana, transparencia y seguridad.
Tabasco y sus municipios, atraviesan una gran decepción, después de poner sus esperanzas en Morena y ver qué las soluciones prometidas fueron un engaño más, de otro gobierno que vino a saquear las arcas estatales y de los ayuntamientos.
La entidad y sus municipios, están decepcionados de sus políticos, que simplemente al acceder a los cargos públicos, se olvidan y olvidaron de las promesas de campaña y con las que pidieron ser apoyados con el voto de la ciudadanía.
Los ciudadanos tabasqueños y de los municipios, observan su pequeñez moral; su ideología de cascos ligeros, que los lleva de partido en partido, para cometer siempre las mismas traiciones. Algunos ya van hasta en su cuarta y hasta quinta transformación. ¡¡¡Háganos usted el favor!!!
La sociedad en general de la entidad y, particularmente, la de los municipios, hoy se cuestionan, y ahora ¿a quién creerle? Por ello, es hora de voltear y pensar en las candidaturas ciudadanas. Representantes surgidos de las entrañas de la sociedad, libres de ataduras partidistas y compromisos ajenos a la política.
Juan Carlos Guzmán Correa, como bien lo definen en su natal municipio de Cárdenas, “es un Filántropo, político, profesionista (abogado)y luchador social, está entregado las 24 horas del día atendiendo las peticiones y solicitudes de apoyo comunitario que al por mayor requiere la ciudadanía de él, convertido en perenne gestor social al servicio de sus paisanos durante los últimos 25 años”.
Y es que, el sentir de los cardenenses en sus 206 comunidades, es de que ansían para el 2024 una nueva autoridad municipal que surja desde el mismo seno de la sociedad cardenense y, por lo tanto, este plenamente identificado con sus problemas; que los conozca a fondo y sepa por donde trabajar para solucionarlos; que dialogue constantemente con ellos; que les pregunte y en unidad, salir adelante en bienestar social y desarrollo municipal.