Hugo López Gatell ha llamado a los mexicanos a no alarmarse por los brotes de hepatitis infantil en algunos estados del país: no hay que preocuparse –dijo-, sin embargo, lo está diciendo el mismo funcionario que hace dos años en cadena nacional nos aseguró que si muy mal le iba a México tendría una cifra de 50 mil muertos por Covid-19, los resultados ya los conocemos: más de 300 mil mexicanos perdieron la vida.
Así, con esos antecedentes como pensará el funcionario federal que se le puede tomar en serio si en un momento histórico para la patria, la pandemia agarró al gobierno con los pantalones abajo y el costo ya lo conocemos.
No podemos tomar en serio a López Gatell, porque ni su jefe Andrés Manuel López Obrador lo hizo, cuando dijo que el uso de cubrebocas era necesario el presidente de la República le llevaba la contraria y fueron contadas las ocasiones que las ha usado, a tal grado que, en dos ocasiones el jefe del Ejecutivo padeció la enfermedad, encendiendo las alarmas en toda la nación por la peligrosidad del Covid-19.
Nos demostró Hugo López Gatell que es un funcionario con el síndrome de “La Chimoltrufia”: como dice una cosa, dice la otra. Nadie en su sano juicio puede tomar en serio las palabras de un funcionario que ha demostrado no atinarle a ningún tema que se le encomienda, si no lo creen, recordemos:
En mayo de 2020 salió a decir que la curva de contagios por Covid-19 se atrevió a decir que iba en descenso, y ocurrió todo lo contrario, los casos siguieron en aumento y el problema se extendió durante dos años.
Llegó a tanto que el hoy secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, cuando fungía como gobernador de Tabasco arengó que ya no aguantaba a López Gatell, es decir, ni los aliados del presidente López Obrador le tenían confianza en los momentos más difícil que pasamos por la pandemia.
Ahora, salir a decir que no debemos de alarmarnos por los brotes de hepatitis infantil, resulta un poco temerario y sobre todo –quizá- hasta risible, porque lo único que ha demostrado López Gatell es que es un funcionario alejado de la realidad, de ser lo contrario, sus predicciones de tener a lo mucho 50 mil muertos se hubiese cumplido.
No se le puede pedir a los padres de hijos menores de edad no preocuparse por un tema de salud pública, eso es irresponsable, claro que hay que alarmarse, sobre todo si volteamos a ver el pasado reciente, ese que nos demostró que México no estaba preparado para hacerle frente a un brote epidemiológico.
Pedir que los ciudadanos deben preocuparse porque los niños y menos de edad tengan completo su esquema de vacunación, es un recordatorio de progenitora, porque tal vez no recuerde o no quiera ver la realidad, en los hospitales en ocasiones no hay vacunas de este tipo, así que sus recomendaciones son un tanto fuera de lugar.
Quienes deberían de preocuparse porque no haya un brote de hepatitis infantil es el gobierno federal y la dependencia en la que cobra Hugo López Gatell, porque son ellos los que deben de garantizar el derecho a la salud, y aunque no quieran aceptarlo, ahí vienen fallando y demostrando incapacidad.