Atados de manos

Elementos de la Policía Municipal de Cárdenas iniciaron una protesta a raíz de la falta de equipamiento para hacer frente a la delincuencia; la alcaldesa María Esther Zapata no los dota ni de cartuchos, gasolina ni patrullas.

Miguel Ángel Buitrón/Ultimátum

CÁRDENAS

Por falta de patrullas, ración de gasolina y escases de cartuchos para hacer frente a los actos vandálicos que se registran en el municipio, agentes de la dirección de Seguridad Púbica protestaron en contra de la administración de María Esther Zapata Zapata, y exigieron la renuncia del titular de la corporación.

Además, los inconformes denunciaron acosos e intimidación por parte de los altos mandos, esto ante el aval de la alcaldesa quien nada hace para detener este tipo de acciones que afectan a la dependencia.

En ese sentido dieron a conocer el descontrol que se vive en Cárdenas, cuya alcaldesa María Esther Zapata, luego de ocho meses de gobierno, no ha podido ni cumplir sus promesas, ni tampoco agarrar los hilos de la administración de su gobierno.

Autoritario

En su pliego petitorio de 17 puntos, llama la atención la exigencia de renuncia de su director Antonio Zacarías, policía proveniente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), a quien acusan de prepotente, arbitrario, tiránico, autoritario y abusivo.

Incluso, una de las 30 mujeres, de nombre Samara, acusó en la entrevista en vivo que se realizó, que ha sido víctima de acoso de parte de su superior, y al igual que ella, otras de sus compañeras han padecido lo mismo.

Pero ahí no termina, porque según los policías operativos José Guadalupe Ramos y Hernán Pérez Avalos, los 520 policías no tienen patrullas, y las pocas que tienen para los recorridos, les racionan el combustible. A los elementos no les dan cartuchos, de hecho, se los cuentan, y de los que reciben, tienen hasta 10 o 12 años de antigüedad, ya sin pólvora. En síntesis, son balas de salva.

Desde hace varios años no han tenido aumento en su salario, ni en el bono alimenticio, el riesgo policial es alto y los apoyos nulos, como el apoyo médico o las vacaciones, las cuales se las dan incompletas. Los policías explicaron que están en desanimo, con la moral baja, pues todo lo anterior y otros puntos del pliego petitorio, lo sabe María Esther Zapata, puntos que ella se comprometió en campaña a resolver y lo reiteró el 5 de octubre en la corporación, un día después de haber tomado protesta.

Pero hay algo que les duele, sobre todo a las mujeres policías, es que no tienen un baño para sus necesidades fisiológicas y cambiarse, por lo cual deben buscar cualquier parte de las instalaciones para tales fines. Y el de los hombres, a donde acuden casi 500 elementos, no sirve, las tazas están rotas y sin funcionamiento, al igual que las regaderas, apesta y no es funcional.

Los elementos policíacos, están apostados en las instalaciones, sin moverse, hasta que una comisión del gobierno municipal, les resuelva sus exigencias, pero la única que no es negociables, es la permanencia del director Antonio Zacarías.