Riqueza cultural
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
Los que saben comentan que sin educación de calidad no hay desarrollo ni futuro. Cualquier cosa puede hacerse para generar riqueza, pero mientras el gobierno no invierta en espacios que posibiliten la relación educación-arte-cultura, los habitantes de nuestro país carecerán de ese elemento tan necesario para cambiar su mentalidad y dejar de ser pobres.
El tema tiene que ver con la enorme diferencia que existe entre lo que hace, por ejemplo, Nayib Bukele en El Salvador y lo que no hace Andrés Manuel López Obrador en México: el primero gobierna a favor de su pueblo, mientras el segundo es puro bla, bla, bla desde un púlpito mañanero rodeado de un círculo de cortesanos que aplauden, como focas, todas sus ficciones.
Hace una semana, Bukele inauguró la reconstruida Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES) Francisco Gavidea, fundada el 5 de julio de 1870, hace 153 años.
Nada más de ver el edificio en video es un verdadero espectáculo, no se imagina uno lo que se siente entrar a ese centro cultural de siete pisos, inteligente, con atención al público las 24 horas del día, los siete días de la semana, durante los 365 días del año.
El costo fue de 54 millones de dólares, pero no los pagó el gobierno salvadoreño, el proyecto de construcción de la nueva BINAES es parte de las obras donadas por la República Popular de China.
En 2019, Bukele viajó a China, se reunió con el presidente Xi Jinping y, durante el encuentro, se anunció un plan de cooperación financiera no reembolsable.
A mediados de noviembre, el presidente López Obrador se juntó con el mismo mandatario chino y ¿qué creen? Hablaron de todo, hasta de fentanilo, pero no se supo que de algún compromiso financiero.
Ahí está la diferencia entre alguien que piensa en su pueblo para bien, tiene visión y aprovecha las oportunidades, y otro que solo busca manipular a los pobres para vivir del presupuesto público.
Pero supongamos que estuvo en chino sacarle un solo dólar a Xi Jinping para construir una biblioteca de ese calibre o algún otro “brillante” proyecto presidencial en México, ¿usted sabe cuánto se ha invertido en tres emblemáticas obras de la 4T que no han servido de mucho? Veamos.
El Tren Maya, que probablemente tenga éxito, aunque sea una de las construcciones más criminales para la ecología, tendrá una inversión superior a los 20 mil millones de dólares.
La refinería Olmeca, de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, terminará costando alrededor de 17 mil millones de dólares.
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) costó alrededor de 6 mil millones de dólares y ni siquiera el presidente lo usa para viajar en avión.
La suma de estas tres “magnas” construcciones de la 4T representa, por lo menos, 43 mil millones de dólares que bien pudieron ser invertidos en planes, proyectos que transformaran el estado mental de pobreza que tiene el pueblo mexicano. Lo demás solo es satisfacción a una caprichosa egolatría.
Nos demuestra esto, entonces, que en el país la educación nunca ha sido valorada como un elemento fundamental para mejorar las condiciones de vida de toda la población y la economía del país.
Cuando un presidente tiene capacidad para gobernar y la visión para construir obras de verdadero beneficio para la cultura y la educación de un pueblo, las cosas son diferentes. Ni duda quepa, mis cinco fieles lectores.
Ahora bien, ya le había dicho que la BINAES cuenta con siete niveles, más de 360 mil ejemplares en español, inglés e incluso braille para quienes tienen discapacidad visual. Además, las instalaciones tienen áreas de robótica, realidad virtual y un auditorio con capacidad para 360 personas.
¿Por qué las instalaciones permanecerán abiertas las 24 horas del día? Porque las condiciones de seguridad en aquel país centroamericano lo permiten. Es seguro. Este es también otro tema en México.
Las bibliotecas son lugares de encuentro, de comunicación y participación. Es el acceso libre y voluntario a la lectura, la investigación y la creatividad, pero no se puede asistir a enriquecer el intelecto si se corre el peligro de ser asaltado o, incluso, perder la vida en el trayecto. Bukele primero dio seguridad a su gente y luego invirtió en cultura. ¡Mis respetos!
De manera muy ágil vamos a informar lo que tiene esa maravillosa biblioteca salvadoreña. Lo primero que encuentra el visitante es un recibidor en el que puede admirarse el mural del Premio Nacional de Cultura 2012, Carlos Cañas (1924-2013) que fue rescatado del antiguo edificio del Banco Hipotecario, en el que funcionó la BINAES hasta que fue demolido para dar paso al edificio donado por la República Popular de China.
Se puede visitar el Café Biblioteca, la sala de ventas de la Editorial El Salvador y una sala de consulta del Archivo General de la Nación. También hay una Sala VIP.
En el segundo nivel está ubicada el área para la población entre cero a siete años de edad, con una atmósfera idónea para la interacción entre hijos y padres de familia.
En el tercer nivel la población entre ocho y 12 años tiene acceso a 26 mil libros en físico disponibles, de poesía, narrativa, cuento y dramaturgia.
La idea es que todo niño o niña que desee disfrutar de los juegos y la tecnología deberá leer primero un libro.
Si decide subir al cuarto nivel, la juventud tiene a su disposición títulos actuales y atractivos que los invitan a seguir adentrándose en la lectura, con obras exitosas como Harry Potter, Star Wars, Game of Thrones y Dragon Ball, además de mangas y cómics de Marvel y DC.
No hay quinto malo. En este nivel está la Colección General, acerbo patrimonial de todos los salvadoreños. Este incluye libros de narrativa, cuento, novela, poesía, arte, sagas, política, tradición oral latinoamericana, clásicos, ciencia ficción, superación, psicología, ciencias exactas, tecnología, biografías e historia, entre otros.
Para el sexto nivel la tecnología y la bibliografía digital están a la mano. Los títulos suman más de nueve millones de libros, revistas y documentos históricos, disponibles gracias a diferentes bibliotecas internacionales disponibles en la web. Cuenta también con salas de realidad virtual, de prototipado, robótica y maquetado 3D, entre otras cosas.
En el séptimo nivel usted puede visibilizar el arte. Hay un mural de arte urbano dedicado a la cultura nacional, trabajado por varios artistas salvadoreños. También se localiza la galería de arte, en la que actualmente se expone parte de la obra del pintor Miguel Ángel Ramírez, muestra que el creador ha bautizado como “Inocencia”.
Sasso89@hotmail.com