Andrés Llanos
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@AndresLlanos71
Gobiernos van y vienen con sus personajes de siempre, pero Tabasco ajusta muchos años sin una legislatura decorosa, que reivindique el trabajo de los diputados locales.
Los ciudadanos ya perdieron toda esperanza en sus “representantes” , esos que fueron a prometer el oro y el moro. Y que sin embargo , ahora han desarrollado una extraña fobia hacia los ciudadanos, ni se diga a los medios de comunicación.
En los tiempos del PRI, fué común denominador , la “compra” de legisladores de oposición , para respaldar los asuntos torales del gobernante en turno.
En los tiempos del nuñismo, a los diputados se les vio activos, a la hora de aprobar las cuentas públicas, tanto del ejecutivo , como de los ayuntamientos con evidente corrupción.
La pasada legislatura de mayoría morenista , pese a todo pronóstico hizo de las suyas, en cuanto a proteger los intereses del ejecutivo y los ayuntamientos que “acordaron protección”.
El rezago de temas en el legislativo de Tabasco , es de antología, sin que ello preocupe a los actuales diputados y aquí , caben tanto morenistas como opositores.
Lo de hoy en la tribuna, es el chisme, los insultos, las afrentas partidistas que presagian peleas al estilo callejero.
Los diputados tabasqueños están a gusto, con su beca de tres años. Los de la mayoría morenista son los que mueven el pandero y ellos están orgullosos de servir al presidencialismo obradorista, asi como a la gubernatura trampolín y los sueños de Adán Augusto López, ni por asomo están pensando en el compromiso de cumplirle al ciudadano, lo que fueron a prometerle en campaña.
En tales condiciones , es pertinente preguntar, de que le sirve el congreso local ,al pueblo de Tabasco? ; Cuando constantemente le asesta puñaladas que protegen la corrupción cotiadana y llenan de frustración a los electores, que sienten la traición en carne propia.
Todo parece indicar , que está será una legislatura más, igual que aquelas que están en basurero de la historia política del estado.
El congreso convertido en una institución de vicios , perversidades y dónde la conciencia social no tiene cabida. Una casa de mala nota, dónde se compra y se vende la moral, porque lo que importa es despojarse de la dignidad, bien lo vale una candidatura o una pequeña fortuna.
Hasta donde el tiempo y las circunstancias lo permitan.
El pueblo puede esperar otra legislatura que le restituya la justicia social, que le ha sido negada desde el poder legislativo.