En Cintalapa también es tiempo de mujeres.
Amet Samayoa Arce
Así como en México es tiempo de mujeres, en el municipio de Cintalapa también. Del mismo modo como el país tiene como virtual presidenta a una mujer a partir de 2024 con la doctora Claudia Sheinbaum, también en el Valle de Cintalapa se avizora el privilegio de ser administrado, por primera vez en su historia, por Alejandra Aranda Nieto.
La población chimbomba conoce perfectamente a Alejandra Aranda, quien en este momento se encuentra registrada en la lista de aspirantes a coordinar los Comités de Defensa de la Transformación en esa localidad. Su carrera de servicio público está a la vista de todos; actualmente es regidora, pero ya fue síndica y presidenta del DIF municipal en el trienio 2018-2021, cuando gobernó su esposo Francisco Nava Clemente.
Alejandra está totalmente identificada con los habitantes de la cabecera municipal y de los ejidos. Su arraigo no está en duda y su capacidad para gobernar menos. Cuenta con toda la experiencia para desempeñar la función de alcaldesa y por eso es la que encabeza las encuestas en esa localidad.
Los habitantes de ese municipio la conocen por su carisma, compromiso y buen trato con la gente, además de la facultad que posee para resolver problemas, por difíciles que estos parezcan.
ALEJANDRA ARANDA
La aspirante a la candidatura de Morena conoce a la perfección el municipio, primero por los cargos que ha desempeñado y segundo porque ya en 2021 recorrió cada una de las comunidades como abanderada de Chiapas Unido, aliado del partido en el poder.
Lo cierto es que Alejandra Aranda tiene todas las posibilidades de convertirse en la abanderada de Morena y ser la primera alcaldesa de Cintalapa, porque su sentir principal es devolverle con sensibilidad la dignidad a la gente, disminuir la inseguridad, y dotar de servicios de calidad a todos los barrios. Como conoce las necesidades de todos los sectores, también sabe que el campo requiere activación, pero sobre todo darle oportunidades de desarrollo a las mujeres de la zona rural. Por eso es que 2024 es tiempo de las mujeres y, seguramente, las y los habitantes del valle no dejarán pasar esta oportunidad.
Su fortaleza radica también en la unidad de todas las ciudadanas comprometidas con la meta de salir adelante, porque saben que al tener a una gobernante como ella, por primera vez en la historia, las oportunidades de superación crecerán y sus condiciones financieras se transformarán.
DE TAROT Y ADIVINANZA
¿Será cierto que Felipe Granda ya detuvo su aspiración por convertirse en presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez? Ya le contaré… Servidos.
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