La cueva de Alí Babá
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
Siempre que hay una denuncia de corrupción hacia los hijos, hermanos o familiares del presidente Andrés Manuel López Obrador, éste soslaya el tema y, de inmediato, revira que “Loret es un corrupto”, porque el periodista de Latinus se ha convertido en un dolor de, salva sea la parte, para el dueño de Morena en el país.
Hace dos días salió a la luz un reportaje titulado El Clan, El hijo Gonzalo y el Tren Maya, firmado por Mario Gutiérrez Vega, publicado en esa plataforma, en el que se menciona al otro hijo de Andrés Manuel, Gonzalo “Bobby” López Beltrán, quien al parecer también le ha entrado duro al negocio.
En la investigación periodística se difunden audios en los que Amílcar Olán Aparicio, contratista de la administración federal y amigo de Bobby y Andy, revela las millonarias utilidades que se ha embolsado con la ayuda de los “príncipes” del monarca.
Hasta ahora, en los cinco años de la actual administración, a Gonzalo no se le había involucrado con ningún escándalo de corrupción, pero, desafortunadamente para él y su papá, salieron a la luz pública los audios en donde se le relacionada con prácticas deshonestas para enriquecerse al amparo del poder público.
El negocio de Amílcar Olán consiste en la venta de balasto para el Tren Maya, pero lo que más utilidad le deja, según se escucha en los audios, es el flete, la transportación de la piedra que llevan las vías del ferrocarril.
Este mismo exitoso empresario sexenal es el que ha vendido toneladas de medicamentos al Insabi en Tabasco y Quintana Roo, además de hacer negocios con predios en la refinería Olmeca.
Lo que verdaderamente llama la atención es cuando Olán Aparicio hace referencia a que Andrés y Gonzalo López Beltrán son los que mandan y los que colocan los contratos para hacerse de cientos y miles de millones de pesos en corto tiempo.
Por ejemplo, el empresario señala que en tan solo seis meses “me metí 250 millones de utilidad”. Claro, si el negocio es integral, le venden el balasto y les cobran el flete, es decir, no le dejan chance a nadie más de hacer negocios.
“Él va a estar ahí supervisando, lo mandó el papá a ver eso”, confiesa Amílcar al referirse a la petición de Gonzalo para suministrar 500 mil metros cúbicos de material para las vías de la obra insigne de la cuarta transformación.
En fin, el punto es que cuando al presidente se le cuestiona al respecto esquiva el asunto y empieza despotricar en contra de quien sea para no aclarar las cosas.
Vamos a suponer que “Loret es un corrupto”, y eso a los mexicanos qué les interesa, si lo que verdaderamente importa es saber de dónde sacan tanto dinero los hijos del presidente para vivir como jeques árabes sin dar golpe en su vida, en un país que se desvanece entre la pobreza y la inseguridad.
Lo que realmente conviene es conocer si los gobernantes de las 32 entidades de la república y los miles de alcaldes en México son honestos, porque son los que el pueblo eligió como empleados para que administren el dinero público.
Por eso es necesaria la alternancia en la elección del 2 de junio de 2024, para que a partir de la siguiente administración se conozca con certeza si se manejaron honestamente los dineros del presupuesto de México o realmente hubo un saqueo de largo alcance.
SASSÓN
Alí Baba era un personaje que se caracteriza por su humildad, generosidad y simplicidad. Se esforzaba para mantenerse a sí mismo, a sus hijos y a su esposa, pero luego pasa de ser eso a convertirse en un saqueador más, al apoderarse de algunas riquezas que no le pertenecían. Esto representa que el ser humano puede ser noble, cortés y humilde, pero debido a las consecuencias y circunstancias por los que atraviesa, cambia su moralidad y puede llegar a ser un ser vil, despiadado y sin escrúpulos.
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