Uno de los actos significativos fue cuando Eduardo Ramírez Aguilar regresó al municipio indígena de Chenalhó donde se presentó un incidente político hace varios años.
✍?Alejandro Moguel
El precandidato único de Morena y sus seis aliados a la gubernatura de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar tuvo una intensa actividad en la primera semana de precampaña que inició el pasado lunes 22 de enero.
Ha habido una característica especial en cada una de sus reuniones: ha sido ovacionado por propios y extraños y ha recibido múltiples muestras de apoyo de distintos sectores de la población. Eso, sin duda, es una garantía de que, en su momento, al también senador de la República le irá muy bien en las urnas.
Uno de los actos significativos fue cuando Eduardo Ramírez Aguilar regresó al municipio indígena de Chenalhó donde se presentó un incidente político hace varios años. Su vuelta fue exitosa y estuvo cobijado por el pueblo que, paciente, esperó esta llegada y abarrotó la explanada de la Presidencia Municipal de esa localidad indígena.
Muchos coinciden que en Chiapas importan mucho el presente y el futuro, y que hoy por hoy la población reconoció su capacidad de diálogo y acción en favor del pueblo.
Esa bienvenida estuvo enmarcada en la calidez y espiritualidad propia de los pueblos indígenas. Eso estuvo simbolizado cuando el pueblo de Chenalhó le entregó el bastón de mando al precandidato a la gubernatura, una muestra contundente de aceptación y apoyo a su proyecto político.
Todos los presentes fueron testigos de que esta vez, Eduardo Ramírez Aguilar fue ovacionado y reconocido por las autoridades y el pueblo de Chenalhó, quienes le brindaron su confianza como precandidato de una mega coalición que agrupa por primera vez en la historia de Chiapas a siete partidos políticos.
El aún presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República tuvo que reorganizar su agenda de visitas para no arriesgarse a rebasar los gastos de precampañas y campañas que son estrictamente auditados por el Instituto Nacional Electoral (INE) y porque él tendrá que asistir a eventos políticos importantes a realizarse en la Ciudad de México, a algunos de los cuales asistirá la doctora Claudia Sheinbaum.
El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) no se anduvo por las ramas. Después de una auscultación –así le llaman al dedazo de sus cúpulas, encabezadas por Manuel Velasco Coello-, ese partido decidió registrar a precandidatos únicos a las presidencias municipales cuyo proceso fue el viernes pasado.
El Verde y sus dirigentes Valeria Santiago Barrientos y Karen Castrejón están metidos en tremendo brete con las demás mujeres chiapanecas. Resulta que fueron exhibidas la semana pasada por haber iniciado una acción legal que va contra la paridad de género en municipios más poblados de Chiapas.
Ese partido impugnó, ante el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TEECH) los lineamientos que previamente habían sido emitidos por el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) que obliga a los partidos a que registren, a al menos una mujer, en los cinco municipios más densamente poblados de Chiapas.
Esa medida pretende quitarles la atribución a los partidos políticos de estar registrando a candidatas mujeres, únicamente en localidades pequeñas o en sitios donde tradicionalmente han perdido elecciones. Pero resulta que el PVEM, que precisamente está liderado por mujeres, está actuando en contra de esos lineamientos que brindan a las mujeres más posibilidades de ser incluidas en los procesos políticos. Aunque corrijan ese error en el camino, seguramente las votantes mujeres se van a cobrar esa afrenta en las urnas.
alexmoguels@hotmail.com
