“Por eso los mandé a la fregada a todos ustedes y al Presidente, porque trajo muerte, más muerte, en lugar de traer paz”, Lilly Téllez.
La violencia está cerca de rebasar la popularidad de Andrés Manuel López Obrador. Todos los días corre sangre en la República Mexicana y las señales de agotamiento empiezan a multiplicarse.
En las últimas horas mataron a cinco choferes en Guerrero, ejecutaron a un cantante y a su chofer en Baja California; atacaron a un periodista en Cuautla, Morelos. También mataron a su chofer y su hermano está grave. En Puebla apareció un cuerpo calcinado debajo del Periférico Ecológico: en San Juan Evangelista, Veracruz, asesinaron al exalcalde Andrés Valencia Ríos… Así nos la llevamos todos días.
Cifras oficiales hablan de un promedio de 81 asesinatos diarios. La cosa anda tan mal que AMLO y su secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, celebran que ese promedio haya bajado. En el colmo de la permisividad, el Presidente dice que México es un país ¡pacífico!
* El tema de la violencia llegó al Senado, vinculado al supuesto financiamiento del Cártel de Sinaloa a la campaña de López Obrador en 2006.
Legisladores de oposición lo utilizaron en la confrontación que tuvieron con sus pares de Morena en el Senado. El oficialismo respondió con alusiones a García Luna.
La senadora Lilly Téllez llegó en 2018 a su escaño de la mano de Morena. Ayer relató que le tuvo fe a López Obrador, porque prometió que iba a regresar la paz a México.
Pero la paz no sólo no llegó, sino que la violencia se agravó: van más de 170 mil homicidios en lo que va del sexenio. Suficientes para hartarse de los cotidianos baños de sangre.
La ahora panista dijo en tribuna: “Por eso los mandé a la fregada a todos ustedes y al Presidente, porque trajo muerte, más muerte, en lugar de traer paz”.
Lilly narró que hace dos años fue amenazada de muerte. Pidió protección. Se la negaron. “Se los repito, ustedes son el brazo político del crimen organizado en México. No hay algo más hipócrita que haya estado al frente del gobierno mexicano que López Obrador, que prometió la paz y es cómplice”, subrayó.
Antes que Lilly subió a la tribuna la morenista Lucía Trasviña. Dijo que la violencia en México tiene más de 40 años. Por supuesto que no se olvidó del “narcotraficante” García Luna. “Hoy acuden al extranjero ustedes los del PRIAN pagando millones de dólares para verter en las redes sociales mensajes que van en contra de este movimiento transformador. Son unos perversos, son unos canallas. Y el pueblo no los quiere. Los vamos a derrotar, porque el pueblo tiene el poder de mandarlos al infierno. Allá deben de estar”.
* Fue el senador morelense del PRI, Ángel García Yáñez, el que puso el tema de los índices de violencia en la discusión.
En fila le siguieron la petista Martha Márquez, de Aguascalientes; la poblana Nancy de la Sierra, del PRI; la veracruzana Indira de Jesús Rosales, del PAN; la bajacaliforniana Gina Andrea Cruz. Todas y todos contaron en tribuna los horrores que se viven en sus estados.
* La inconformidad se apodera de Morena. Las quejas por la forma como Mario Delgado maneja la designación de candidatos, bajo el “disfraz” de encuestas, se multiplican.
Uno de los más molestos es el senador duranguense José Ramón Enríquez. El hombre buscaba la reelección y, según encuestas de Massive Caller y Cedam, a él le correspondía encabezar la fórmula en Durango.
Pero un acuerdo político en el marco de la Alianza, puso al petista Gonzalo Yáñez, un aspirante que en las mediciones aparece con 6.3 por ciento de las preferencias, como primera fórmula. “Mario Delgado toma decisiones en lo oscurito. Los principios de no mentir, no robar, no traicionar, creo que no los ha escuchado”, dijo.
Otro inconforme es Rafael Echazarreta Torres, diputado local por Morena en el Congreso de Yucatán. Ayer mismo le envió su carta de renuncia a Mario Delgado. Ya está en el PRI.
El hombre presentó una denuncia ante la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena en contra del ahora candidato a gobernador de Yucatán (Joaquín Díaz), por las calumnias que profirió en su contra. Se venció el plazo y no le contestaron.
Díaz lo acusó públicamente de haberse vendido a la oposición. “No necesito que nadie me pague. A diferencia de quienes viven de la política, hay quienes vivimos para la política”, nos dijo.
Otra inconforme es Teresa Ramos. De acuerdo con encuestas internas de Morena, ella encabeza las preferencias para diputada local en Miguel Hidalgo, CDMX. Pero quedó como candidata Cecilia Badillo, muy cercana a Citlalli Hernández, secretaria general de Morena. Saque sus conclusiones.