Se convocó bajo 10 postulados, entre ellos; que el presidente no se meta en la elección; que los gobernadores y los presidentes municipales dejen de desviar recursos públicos a las campañas.
✍🏽Rodolfo L. Chanona
La marcha por la democracia organizada por diferentes agrupaciones sociales identificada como “Marea Rosa”, llevada a cabo, el pasado domingo 18 de febrero en el Zócalo de la Ciudad de México y en aproximadamente 79 ciudades del país, entre ellas Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; se convocó bajo 10 postulados:
Que el presidente no se meta en la elección;
Que los gobernadores y los presidentes municipales dejen de desviar recursos públicos a las campañas;
Que los programas sociales no sean un objeto de cambio, ya que están constituidos como un derecho de los ciudadanos en la Constitución,
Que se permita al INE y al TRIBUNAL ELECTORAL hacer su trabajo con autonomía e independencia;
Que no se permitan más campañas financiadas por el narco;
La exigencia de una cobertura pareja por parte de todos los medios de comunicación;
No a las encuestas falsas y sí al voto informado;
Participación masiva en las urnas el 02 de junio;
Priorizar la importancia del voto a diputados y senadores;
Salir a votar para defender la democracia y la libertad.
El único orador fue Lorenzo Córdova Vianello, exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cual señaló que “Democracia”, no sólo son elecciones libres, sino también significa que, tengamos la posibilidad de acudir ante un juez cuando el gobierno nos persigue injustamente, o bien que, un periodista pueda publicar una investigación sobre la corrupción, o que, los ciudadanos podamos contar con información sobre cómo el gobierno gasta el dinero público, o cuáles son las decisiones que están detrás de una obra de infraestructura, o de la política de salud; y también que la Suprema Corte pueda anular una ley que va en contra de la Constitución, considerando que todo eso significa tener democracia.
Asimismo, precisó que la democracia no nos cayó de lo alto, ni tampoco fue una concesión graciosa, ni un regalo del poder; sino más bien, es el resultado de muchas luchas ciudadanas que costaron esfuerzo, dedicación y en algunas ocasiones, hasta sangre.
Que esta fue conseguida gracias a la apuesta que hicieron varias generaciones de mexicanas y mexicanos que, a pesar de sus diferentes posturas políticas e ideológicas, tuvieron un propósito común: “El que fuéramos nosotros, con nuestro voto libre, los que decidamos quiénes serán nuestros gobernantes, que nuestros derechos y libertades estén garantizados frente a los abusos del poder, y que nadie sea perseguido, hostigado y señalado por pensar u opinar diferente”.
Por esa razón añadió que ante los riesgos que hoy enfrenta la democracia, frente a los intentos que se han hecho para vulnerar las condiciones que nos permiten tener elecciones libres y auténticas, como el pretender desmantelar y minar las instituciones que nos protegen de los abusos del poder e imponer una sola visión del mundo y de la Nación, ha originado que se manifieste la ciudadanía en las calles de nuestro país.
Esta movilización social fue exitosa, dado a que la situación política y social que está viviendo México no es menor, ante la evidente intromisión en la elección del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, donde pretende hacer prevalecer su ideal de nación.
Tal es el caso que, dentro de las últimas declaraciones vertidas públicamente por el Presidente, señaló que va a entregar la Banda Presidencial a una señora que se llama justicia y que es alguien que piensa como él, evidentemente aludiendo a Claudia Sheinbaum Pardo, quien en todo momento no ha dejado de repetir, lo mismo que el presidente y ha señalado que llevará una política de continuidad.
Declaración que consideramos sumamente grave, tanto política como jurídicamente, por que pareciera que el presidente Obrador estuviera olvidando la institucionalización del país y los procesos constituidos para la alternancia del poder, haciendo a un lado al proceso electoral y aseverando que él decidirá, prácticamente, la alternancia del poder y no el pueblo de México bajo un proceso de elección; esto, ni en los viejos tiempos del PRI lo habíamos presenciado tan burdamente.
Desde nuestra opinión, consideramos que el Presidente se está perdiendo políticamente y que, seguramente, ya debe tener otros datos que le arrojan, el fuerte posicionamiento de Xóchitl Gálvez en la contienda presidencial, y por eso la constante intromisión burda, ilegal y poco institucional en el proceso electoral.