La carrera rumbo a las candidaturas a las presidencias municipales en Chiapas ha resultado tremendamente prolongada.
Amet Samayoa Arce
La carrera rumbo a las candidaturas a las presidencias municipales en Chiapas ha resultado tremendamente prolongada y, por lo tanto, desgastante anímica y económicamente. Ya puede usted imaginar la condición en que llegarán los elegidos, simplemente al arranque de las campañas, porque cuando menos llevan entre dos o tres años de caminar tratando de convencer y haciendo compromisos con la gente. Para ello, el gasto ya lo puede usted imaginar. Movilizarse en sus respectivos municipios con los equipos de trabajo que acompañan a los pretensos, que ocupan de dinero para la movilización, vehículos, combustible, celulares, refrigerios, apoyos desde la receta médica de ciudadanos hasta patrocinio de ferias, padrinazgos en escuelas y particulares, ayudas a las iglesias y comunidades, etc, etc, etc. No hay dinero que alcance y esto es de todos los días porque si se acercan al pueblo con las manos vacías, a pura saliva, les aplican aquello de “político pobre, pobre político”.
YA SALIÓ CARO Y TODAVÍA FALTA LO MÁS COSTOSO
Luego entonces, ante este panorama, los aspirantes, suspirantes y respirantes se encuentran sin ánimo ni presupuesto. Nos referimos específicamente a los que buscan las siglas de Morena, del Partido del Trabajo, del Verde y de Redes Sociales Progresistas, que resultan los de mayor posibilidad de competencia, seguidos por Chiapas Unido y párele de contar. Pero para alcanzar las candidaturas de los partidos políticos mencionados, los “calientes” se han tenido que movilizar a la capital en busca de padrinos a quienes hay que invitarlos a desayunar, comer y cenar y, llevarles regalitos, porque dicen que en el partido oficial les exigen fuertes cantidades de dinero para garantizarles las candidaturas. Por si fuera poco, para los eventos políticos de carácter estatal también les han puesto cuotas de personas, por citar un caso, a los mítines de los candidatos presidenciales y a la gubernatura, como ocurrió con Adán Augusto López Hernández, igual a la coordinación estatal. Ahora mismo que hay que acudir a la Ciudad de México al inicio de la campaña de la Dra. Claudia Sheinbaum, a donde desde luego tienen que ir y llevar cuando menos a su planilla del Ayuntamiento. ¡¡¡Uta!!!, ya salió cara la incursión y, lo peor, no hay nada seguro. Pueden recibir la frase: siga participando. Ahora bien, falta la campaña ajustada por el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, lo que ocupa de recursos económicos para hacer la tarea de proselitismo y convencimiento ciudadano. Para nadie es un secreto que para el día de la jornada electoral es cuando hay que tener dinero en efectivo, constante y sonante, para la movilización y la compra de votos. Esto que le escribo es una realidad en la inmensa mayoría de candidatos y en todos los municipios.
DE TAROT Y ADIVINANZA
Ante lo descrito, ¿De dónde mulas, Pedro? Es aquí donde fluyen los recursos de origen dudoso, de empresarios que invierten y, en consecuencia, los que ganan las alcaldías llegan a saquear los recursos del pueblo. ¿Cómo no?, si llegan totalmente comprometidos. Vaya desgracia de los pueblos, puesto que por ello siguen en el abandono y en la desgracia… Servidos.
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