No le atinó a ningún cargo en este proceso electoral, porque tanto él como su padrino Manuel Velasco Coello van en total decadencia.
✍🏽Amet Samayoa Arce
En política dicen que algunos le tiran arriba para ver si pegan abajo, pero definitivamente hay otros que, como Roberto Rubio Montejo, no le atinó a ningún cargo en este proceso electoral, porque tanto él como su padrino Manuel Velasco Coello van en total decadencia. De nada le sirvió que lo hayan destapado, en su momento, como aspirante a la gubernatura. La ausencia de Roberto Rubio en el pasado evento que Eduardo Ramírez Aguilar llevó a cabo en Palenque fue una señal de que no está en el ánimo del próximo gobernador de Chiapas, así como también es evidente que su “jefe” político ha preferido negociar para él y mantenerse agarrado de la chiche presupuestal, antes que recomendar a su lacayo de estribo. No hay manera de entender por qué fue destapado, en su momento, como corcholata para la gubernatura de Chiapas. En aquella ocasión, Karen Castrejón Trujillo, líder nacional del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), lo presentó como un cuadro con amplia trayectoria y una cercanía reconocida con la gente. Nada más alejado de la realidad, porque finalmente no pudo ser designado ni siquiera como abanderado a un ámbito local.
LA ESPERANZA EN MVC
La única esperanza que le queda al delegado especial del Partido Verde en Chiapas, es que El Güero Velasco, mejor conocido como el mercader de la política, se pudiera filtrar en el gabinete de Claudia Sheinbaum, pues él mismo ha corrido la voz de que su patrón negoció con la futura presidenta de México para ocupar la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) o la de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Eso es lo que ellos pretenden, pero se sabe que el ex gobernador chiapaneco cayó de la gracia de la doctora Sheinbaum porque cuando todavía estaban en pleno proceso se le escondió, luego le apareció en un evento sin haber sido invitado y posteriormente la presionó para negociar. Sin embargo, el cargo de senador no se le otorgó con la venia de la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, sino más bien por sus buenos oficios con Mario Delegado, por eso se tendrá que olvidar del sueño guajiro de ser secretario de estado. Hasta hace apenas unos meses Roberto Rubio se presentaba como alguien poderoso, pues al no lograr la designación a la gubernatura decía que sería senador. Tampoco se le hizo porque no tenía con qué. Luego de eso ya le bajó un poco más a la intensidad de sus sueños y filtró la especie de que sería diputado federal por su partido en peligro de extinción por el distrito indígena, pero dadas las circunstancias actuales lo más seguro es que se perderá en el ostracismo político en el siguiente sexenio. Claro, no se va con las manos vacías, se va loco de contento con su cargamento, como El Jibarito, pues tiene la cualidad de hacer mucho dinero a la sombra del presupuesto público. No olvidemos que fue diputado federal “indígena” dos veces, porque repitió en la curul usurpando un cargo que debía de ser para uno de los miles de naturales chiapanecos que buscan representar a sus etnias, pero, en el PVEM, les ha sido negado ese derecho porque sus dueños prefieren repartirse los puestos entre amigos que le sirvan a los propietarios de la franquicia y no al pueblo. No hay que olvidar también que Rubio Montejo fue secretario técnico de la gubernatura en el cuestionado gobierno de Manuel Velasco Coello, que, por cierto, debería estar en la cárcel por haberle robado a las y los chiapanecos y no buscando repetir en el Senado de la República, como bien asegura Guillermo Rafael Santiago Rodríguez, ex titular del Imjuve y actual candidato de Morena a diputado federal.
DE TAROT Y ADIVINANZA
¿Cuánto más la espera para las candidaturas a las presidencias municipales?… Servidos.
tarot722@hotmail.com