Dante Delgado tiene cada vez menos prestigio como político, así como designó a una total desconocida para hacer acto de presencia en la boleta electoral de gobernador, así también designó a Manuel Sobrino Durán como dirigente local.
✍🏽Amet Samayoa Arce
A Dante Delgado poco o nada le ha importado pasar por encima de la militancia de Movimiento Ciudadano (MC) en Chiapas, pues ni siquiera tomó en cuenta a los cuadros de su partido para designar como candidata al gobierno del estado a Karla Muñoz, una dama totalmente desconocida que aparecerá en la boleta el próximo 2 de junio, pero que seguramente muy poca gente, escasa, votará por ella. Lo único que se sabe de la abanderada naranja en esta entidad es que procede de Tapachula y es joven, pero ¿Quién es realmente? Quien sabe, porque cuando se menciona su nombre en los mentideros políticos todos hacen una mueca de asombro, encojen los hombres y mejor cambian de tema, incluso en la Perla Tapatía. El MC se ha caracterizado por ser esquirol de la oposición. Más bien es un aliado del partido en el poder sin haber formalizado ninguna alianza. Por eso es que Dante Delgado tiene cada vez menos prestigio como político serio en el país. Por ejemplo, así como designó a una total desconocida para hacer acto de presencia en la boleta electoral de gobernador (porque nadie cree que cuando menos Karla Muñoz haga campaña) así también designó a Manuel Sobrino Durán como dirigente local. Para empezar, Sobrino es un personaje que no tiene carisma, no se le conoce oficio político, digamos que es un advenedizo, y mucho menos está comprometido con el trabajo que ese instituto requiere para convertirse en una verdadera fuerza electoral que compita el 2 de junio del presente año contra los demás partidos. Eso sí, vivillo el muchacho, no pierde ocasión para sacar raja, pues se especula que postulará a su esposa como candidata al Senado de la República. El ejemplo lo tiene de su dirigente nacional, quien sin pena ni más vergüenza hizo candidato a la cámara alta a su hijo Dante Alfonso Delgado Morales. Esta práctica es una constante en este partido, siempre buscan postular a gente desconocida y a sus familiares, con el argumento de que son nuevos actores políticos que merecen la oportunidad de ser abanderados por el partido naranja, a efecto de colaborar con el cambio generacional que, dicho sea de paso, la mayoría de los partidos cacarean en la actualidad.
MANUEL SOBRINO SACANDO RAJA
Por ejemplo, el diputado federal Jorge Álvarez Máynez, postulado como candidato a la Presidencia de la República, es igual un total desconocido ante el electorado nacional y para prueba basta un botón, las encuestas solo le dan el 3.5 por ciento de la preferencia electoral. Competir con esos números debiera causarle vergüenza a quien finalmente parece que busca mantener algunas posiciones plurinominales en el Senado y la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para sobrevivir. Es necesario señalar que en Chiapas, con esa abanderada y con el dirigente que tiene, no se hará acreedor ni al tres por ciento que requiere de la votación para sostener el registro de su partido en la entidad. De ese calibre es la pifia que ha cometido el instituto político naranja. Y ya para que no se le olvide a los chiapanecos, hay que recordar que en 1994 Dante Delgado no dejó buenos recuerdos en el estado. La historia lo condena y lo seguirá desaprobando, precisamente por la forma reprobable de mala fama del ex gobernador veracruzano.
DE TAROT Y ADIVINANZA
Ante esta realidad política electoral, Salvatore Constanzo ya debería estar pensando en tirar la toalla antes de hacer el ridículo en su aspirar por gobernar la capital chiapaneca. Con él, Máynez y Muñoz MC no irá a ningún lado, si de por sí está muy por debajo de cualquier aspirante a la alcaldía coneja… Servidos.
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