La periodista Sara Lovera aseveró que no esperaría nada porque ellas también aprenden “machismo” en su formación.
✍?Eugenio Hernández Sasso
Al llegar a la presidencia una mujer estará acotada por la estructura política. “Yo la consideraría mucho, no le pediría más de lo que cualquier hombre en su circunstancia pudiera dar, porque lo que está acotado es el sistema”, afirmó la periodista feminista Sara Lovera López.
Entrevistada por el analista político Alejandro Moguel en los estudios del diario Ultimátum, y acompañada por Alma Rosa Cariño, integrante de la Colectiva 50+1, así como de la activista Enriqueta Burelo, Sara lovera precisó que “es peligroso suponer que una mujer pueda cambiar las cosas”.
Agregó que las mujeres también tienen compromisos con sus partidos y tienen legítimamente el derecho de querer ser presidentas, “pero no tener esperanza que por su sexo van a cambiar las cosas, porque están acotadas por los partidos, por los señores”.
Sin embargo, afirmó que son más sensibles y mencionó que Xóchitl Gálvez ha demostrado ese sentimiento al iniciar su campaña con la propuesta de atender el problema de las madres buscadoras, en tanto que Claudia Sheinbaum lo va a desarrollar, pero no puede ahora porque está contenida, porque tiene muchos compromisos políticos.
Consideró que también pudiera ser que hagan programas sociales que antes elaboraban las esposas de los presidentes “y quizá hasta bajar la delincuencia”.
Dijo que no esperaría nada porque las mujeres aprenden “machismo”, “pero no es un problema solamente cultural como lo enseñan en los talleres de cinco centavos que le dan a todo mundo, es la construcción histórica con otra perspectiva”.
Manifestó que la representación paritaria no resuelve nada, porque obliga a que sean la mitad en los puestos de elección, pero en el caso de las últimas dos legislaturas “han propuesto cada tontería estas mujeres sin ir a la escuela, sin profesión, sin carrera política, las que salieron en las tómbolas, las que eran primas de no sé quién”.
Y añadió “hemos perdido el valor que tenía la lucha, cuando llegábamos rompiendo las paredes hicimos las bancadas feministas, los acuerdos plurales entre las mujeres legisladoras, avanzamos, le dimos sentido al artículo cuarto, creamos la ley de acceso de las mujeres a una vida sin violencia.
Contradictoriamente, explicó, el avance legislativo más grande para ellas fue el que tuvieron a finales de la existencia del PRI y luego durante los dos gobiernos del PAN.
“Ahí conseguimos casi todos los derechos. En este país hay 14 leyes que protegen los derechos de las mujeres y está la paridad en la Constitución y está la libre opción sexual en la Constitución. Somos uno de los países vanguardia, si hablamos de andamiaje jurídico”, recalcó.
FELIITÓ A LAS DIRECTORAS DE ULTIMÁTUM
Felicitó al diario Ultimátum por tener en la dirección a Jassia y Nilse Samayoa. “Estas chavas están fantásticas como directoras de esta empresa”.
Mencionó en este sentido, que la Organización Editorial Mexicana tiene el único consejo editorial de género en América Latina, donde discuten con más de 400 trabajadores la condición de las mujeres para que aprendan mirándolas y pregunten lo que deben, porque los medios son la otra columna vertebral de la educación de hombres y mujeres.
EL FEMINISMO NO ES UNA MODA
Recalcó que el feminismo no es una moda, pues el último momento registrado de una propuesta, la hizo la señora Christine de Pizán en 1425, cuando escribió La ciudad de las damas.
Explicó que, sin embargo, nació como movimiento hasta la Revolución Francesa en que Olimpe de Gouges, hizo la carta de ciudadanía de las mujeres.
“El feminismo es una corriente ideológica y una filosofía que viene con todos los tiempos, y es un movimiento político y social sobreviviente a cualquier ismo que se haya conocido en otro momento”, aseguró.
Éste, agregó, plantea un cambio de estructuras y de gobierno en busca de la igualdad de los hombres y las mujeres.
El hecho de que los estados del Sur del país sean menos favorecidos económicamente que el Norte, no los hace atrasados en materia del movimiento feminista. Al contrario, son ejemplo por el Partido Socialista del Sureste, y son vanguardia para el voto, entre otras cosas, afirmó.
Señaló que estar en la estructura política no hace más libres a las mujeres, porque esa fue creada por los hombres. Eso no mide el desarrollo de las mujeres.
Subrayó que el mejor ejemplo de discriminación son las 20 mujeres que matan todos los días en México. “Que es el ejercicio clarísimo del sometimiento”.
En materia de igualdad salarial mencionó que se encuentra congelada en la Cámara de Diputados la iniciativa de Patricia Mercado que se refiere a hacer pagos a trabajo igual por trabajo de igual valor.
“Tienes que equilibrar el valor del trabajo de las mujeres porque hay una estructura que sigue siendo patriarcal, que marca la brecha entre géneros que se cerrará en 300 años por lo menos”.
En su oportunidad Alma Rosa Cariño afirmó que a Chiapas no llegó tarde el movimiento, sino la información para saber que ya estaban en el feminismo.
Destacó que indudablemente será una mujer la próxima presidenta de México, pero “tendríamos que esperar a ver qué es el cambio que viene”.
Añadió, en ese sentido, que “yo, dentro de lo que veo, es que una mujer que esté ocupando puestos de decisión no me garantiza mis derechos como mujer. Hay esperanza. Esperamos que se respeten nuestros derechos”.
Los feminicidios nos causan una gran impotencia y esperamos que la próxima presidenta de México nos dé todos los derechos a todas las mujeres.
A su vez, Enriqueta Burelo indicó que si llega a la Presidencia de la República Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, habrá que ver cómo resuelven el problema de las mujeres.
“Pueden llevar propuestas, pero hasta no verlas gobernando no podríamos ver realmente cuál es el cambio, pero en ocasiones, nos han quedado a deber las mujeres, desafortunadamente”, aseveró.
