La falta de dinero o esperar un permiso que les permita transitar libremente por el país, es lo que orilla a extranjeros de diferentes nacionalidades a quedarse por semanas a vivir en la capital.
✍🏽Alfonso Salazar
La falta de dinero o esperar un permiso que les permita transitar libremente por el país, es lo que orilla a migrantes de diferentes nacionalidades a quedarse por semanas a vivir en Tuxtla Gutiérrez, la mayoría de ellos son trasladados desde Tapachula por la propia autoridad migratoria.
“Migración nos trajo hasta acá para darnos un apoyo pues, los zapatos ya no da para más, para caminar, y de aquí seguir caminando o combi, lo que nos apoyan, aquí dicen que nos apoyan, pero un pasaje”, dijo Samuel Enrique, migrante venezolano.
“Ahora en la actualidad se ha duplicado, porque hay caravanas que inician desde aquí, ya no vienen de Centroamérica, se forman aquí en Chiapas y es un poco para disolver un poco las caravanas que los están trayendo aquí a Tuxtla”, explicó Virginia Gordillo Gordillo, encargado de la Casa del Migrante en Tuxtla Gutiérrez.
Las inmediaciones de las oficinas del Instituto Nacional de Migración, ubicadas tanto en el libramiento norte como carretera a Villaflores, así el estacionamiento de una central camionera al poniente de Tuxtla Gutiérrez, se ha convertido en su hogar, pero el problema no es un lugar donde vivir, alimentarse es por lo que luchan todos los días, el trabajo informal, es su puerta de salida.
“Conseguir trabajo corto y eso, conseguir trabajo corto y con eso nos mantenemos para comer, cargando cajas y haciendo otro tipo de limpieza y eso, hasta aquí nos quedamos, y ella nos va a apoyar con trabajo nos dice, y a trabajar por lo menos dos o tres semanas para poder reunir y seguir adelante”, detalló Edwin Zárate, migrante de Honduras.
Por ser migrantes tienen que pagar un derecho de piso que la sociedad les impone, los que adquieren como alimentos o algún servicio como transporte, se los cobran al triple en el peor de los casos, aunado a eso son víctimas de la inseguridad que prevalece en Chiapas como en todo el país.
“Donde quiera se les triplica el costo del producto o del bien que quieren, si es transporte, les cobran doble o triple, y son alimentos, también en ese tema es doble, un refresco, un agua ellos lo paga doble porque se supone que traen dinero o por simple rechazo”, comentó Virginia Gordillo Gordillo.
“Aquí en México nos robaron, bien difícil, unas motos nos quitaron cuatro mil pesos mexicanos y el teléfono, nos dejaron en la calle, lo único que nos dicen es que tenemos que evitar la migración por el cartel”, dijo Edwin.
Cada tres días, dos camiones con migrantes llegan a Tuxtla Gutiérrez provenientes de Tapachula, con un total de 90 personas, poco más de la mitad logra continuar con su camino hacia la frontera norte del país.
El resto, por cuestiones económicas tarda hasta tres meses, sin tienen suerte, en seguir con su camino hacia el anhelado sueño americano, es lo que eso sucede, las calles y banquetas de Tuxtla Gutiérrez se convierten en su hogar, trabajando de lo que puedan, lo importante para ellos, es tener algo para comer.