Sería un error muy grave de parte del equipo de campaña de la Dra. Claudia Sheinbaum el suponer que la elección ya está decidida y que no puede haber sorpresas o cambios significativos en la preferencia electoral.
✍?Amado Ríos Valdez
De acuerdo con un estudio publicado por el diario El País el 17 de marzo del 2024, Claudia Sheinbaum Pardo tiene un 89% de probabilidades de ganar la elección contra un 11% de Xóchitl Gálvez y cero probabilidades de Javier Álvarez Maynez.
El diario El País precisa que la metodología utilizada para esta predicción ya la ha utilizado con éxito en las pasadas elecciones presidenciales en México, cuando otorgó a Andrés Manuel López Obrador un 79% de probabilidades de ganar y que se incrementó a 97% en la semana previa a la elección. Además ha utilizado esta metodología, con éxito en elecciones anteriores en Francia, Reino Unido y España. La metodología, que detallaré más adelante, se fundamenta en tres pasos: agregar y promediar las encuestas, incorporar la incertidumbre esperada, y simular 20,000 elecciones para calcular las probabilidades.
“Sheinbaum es una favorita clara, y su victoria es diez veces más probable que la de Gálvez, pero los sucesos de probabilidad 11% no son imposibles.”
Esto quiere decir que aunque es altamente probable que gane la elección presidencial la Dra. Claudia Sheinbaum siempre existen posibilidades para la sorpresa, aunque sean mínimas, ya sea por un suceso sorpresivo o por un error grave de las candidatas que cambie de súbito la percepción de la población que acudirá a las urnas.
Cabe precisar que los porcentajes expresados en las probabilidades de triunfo no son lo mismo y no equivalen a los porcentajes de los votos que se espera que reciban las candidatas y el candidato.
ENCUESTA DE ENCUESTAS
La plataforma Oraculus. mx https://oraculus.mx/presidente2024 es un espacio que se dedica a recopilar, sistematizar y agregar los resultados de las principales encuestas de intención de voto para Presidente de México y específicamente sólo de aquellas encuestadoras que registran sus encuestas, con sus resultados, bases de datos y metodología, ante el Instituto Nacional Electoral, es decir que se eliminan aquellas que esquivan la vigilancia y la regulación y normatividad de parte de la autoridad electoral.
En el momento en que la predicción del diario El País se publicó, esto es el 17 de marzo de 2024, el promedio de las encuestas registradas en su plataforma daba a Claudia Sheinbaum cerca de 60% del voto estimado, por delante de Xóchitl Gálvez (35%) y Jorge Álvarez Máynez (5%).
Al día de que escribo este artículo (24 de abril de 2024), el sitio Oraculus.mx ya incorporó la totalidad de las encuestas publicadas y registradas ante el INE del mes de marzo (10) y las que van en abril (5, incluyendo la del 24 de abril de Consulta Mitofsky publicada en el diario El Economista) y el promedio de votación efectiva para Claudia Sheinbaum es de 59%, el de Xóchitl Gálvez es de 33% y el de Javier Álvarez Maynez 8%. Es decir que a 40 días de las elecciones, Claudia Sheinbaum mantiene una ventaja de 26% sobre Xóchitl Gálvez, incluso se amplió en un punto respecto de la ventaja en marzo que era de 25%.
METODOLOGÍA DE LA PREDICCIÓN DE LOS RESULTADOS
El artículo publicado el 17 de marzo por El País y firmado por el periodista y Doctor en ingeniería Kiko Llaneras, explica la metodología utilizada para la predicción de los resultados de las elecciones que dan un 89% de probabilidades de triunfo a la Dra. Sheinbaum.
Paso 1. Promediar las encuestas. Nuestro promedio tiene en cuenta docenas de sondeos para mejorar su precisión. Los datos han sido recopilados en su mayoría por la web Oraculus.mx. El promedio está ponderado para dar distinto peso a cada encuesta según dos factores: la casa encuestadora (las empresas sin trayectoria tienen menos peso; las que no publican sus datos en el INE son excluidas) y la fecha. Queremos dar más peso a las encuestas recientes al calcular el promedio, y que el último día solo importan las últimas publicadas por cada encuestador. Para eso asignamos pesos a los sondeos según una ley decreciente exponencial. Y definimos una franja de exclusión que ignora las encuestas con más de 30 días de antigüedad. Además, penalizamos las encuestas repetidas de un mismo encuestador. Al calcular el promedio en una fecha, la encuesta más cercana de cada casa tiene peso uno, pero el resto de sus estudios casi se ignoran.
Los promedios como el nuestro pueden verse como una estimación de consenso. En lugar de confiar en un único encuestador, agregan el criterio y las hipótesis de muchos. Los promedios reducen el ruido, evitando que las tendencias salten arriba y abajo por azar. Y sobre todo: se ha demostrado que mejoran la precisión.
Paso 2. Incorporar la incertidumbre de las encuestas. Este es el paso más complicado y más importante. Necesitamos estimar la precisión esperada de los sondeos en México. ¿De qué magnitud son los errores habituales? ¿Cómo de probable es que se produzcan errores de 3, 5 o 15 puntos? Para responder esas preguntas se estudian decenas de encuestas en México y miles internacionales.
Calibrar los errores esperados. Primero he estimado el error de las encuestas en México. He construido una base de datos con encuestas de siete elecciones desde 2000. El error absoluto medio (MAE) de los promedios de encuestas en México, por candidato o partido, considerando aquellos con más del 10% de votos, ha rondado los 3.8 puntos en las presidenciales y los 2.2 puntos en las legislativas. Es decir, fueron habituales desviaciones de cuatro o cinco puntos y el margen de error (95%) rondó los nueve puntos. Como siete elecciones son pocas para extraer conclusiones fuertes, también revisamos una veintena de votaciones en otros países de Latinoamérica, donde el error MAE se elevó al 4.1 puntos. Al final, siguiendo un principio de cautela, he decidido que nuestro modelo asuma un MAE de 3.8 puntos en México.
Paso 3. Simular. El último paso consiste en ejecutar el modelo 20,000 veces. Cada iteración es una simulación de las elecciones con porcentajes de voto que varían según la distribución definida en el paso anterior. Los resultados en esas simulaciones permiten calcular las probabilidades que tiene cada candidato de ser el más votado y alcanzar la presidencia.
¿ESTE ARROZ YA SE COCIÓ?
Sería un error muy grave de parte del equipo de campaña de la Dra. Claudia Sheinbaum el suponer que la elección ya está decidida y que no puede haber sorpresas o cambios significativos en la preferencia electoral. Como dicen los que saben: en política 24 horas son mucho y faltan 40 días.
En las elecciones de 2024, según el INE, podrán votar 97.5 millones de ciudadanos, 96.9 en territorio nacional y 619,000 en el extranjero. De los 97.5 millones de electores potenciales, unos 47 millones son jóvenes de 18 a 39 años, le siguen los de 40 a 64 años, con unos 39 millones, y los mayores de 65 años, con cerca de 12 millones. Más de la mitad de los jóvenes no suelen votar y el grupo intermedio es el más participativo. Desde 2018, el abstencionismo en las elecciones federales y estatales ha sido del 49 % en promedio y este sector que no vota, si se moviliza, puede jugar un papel definitorio el próximo 2 de junio.
amado.rios@gmail.com