Hace pocos días, se celebró el Día Internacional del Libro, y por supuesto todos nos declaramos lectores, aunque sea del Libro Vaquero y Lágrimas y Risas.
✍🏽Enriqueta Burelo
Hace pocos días, se celebró el Dia Internacional del Libro, y por supuesto todos nos declaramos lectores, aunque sea del Libro Vaquero y Lágrimas y Risas, que, aunque hoy muchos lo neguemos en esas paginas aprendimos a leer, recuerdo de niña, me gustaba acompañar a mi mamá al salón de belleza, porque ahí tenían miles de libros vaqueros y me daba gusto soñando con príncipes en pantalones de mezclilla, otra de mis lecturas románticas preferidas era Corina Tellado, en cada numero de Vanidades, venia incluida una novela, y aunque no lo crean, Vargas Llosa reconoció que era una de las escritoras más vendidas de los últimos tiempos.
De Corín Tellado, me acuerdo unas frases que no tienen parangón, me vi muy dominguera, de repente saco a pasear palabras escondidas en ropero de la abuelita, diría Cri Cri: “sus largas y aterciopeladas pestañas que acariciaban al mirar”, “no era guapo, pero tenía un no sé qué”, y les ponía tantos colores a las combinaciones de la ropa de sus personajes, que como decíamos en los 70s parecían cajas fuertes con sus combinaciones.
Ya en plan serio, vi un anuncio de la presentación de un libro Morir al Sur, de Gabriel Velázquez Toledo, ganador del concurso nacional “Una vuelta a la tuerca”, 2020. Licenciado en Lengua y Literatura Hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) y Maestro en Letras Mexicanas del siglo XX, Velázquez Toledo ha sido periodista y editor ejecutivo de la revista digital Espacio I+D de la UNACH. Dedicó a la Revolución Mexicana su primera novela, Entre el polvo y la pólvora, 2010; y en 2016 publicó la biografía novelada de Belisario Domínguez, Palabra libre.
En la reseña que ofrece la librería El Sótano, firmada por Bernado Esquinca nos señala:
El jurado del concurso nacional “Una vuelta de tuerca” en 2020, integrado por Eduardo Antonio Parra, Carlos René Padilla y Alejandro del Castillo Garza, dictaminó que la novela ganadora, Morir al sur, escrita con un lenguaje preciso y eficaz, transporta al lector, de una historia de crimen común, hacia una de crímenes de Estado que nos interna en el universo de la corrupción política y militar, y que debido a la región del país que le sirve de escenario, se inserta en un contexto social de gran impacto para México. Morir al sur contiene los ingredientes clásicos de las novelas policiacas que los lectores disfrutan: personajes complejos y entrañables, una exploración sin concesiones de la corrupción y la descomposición del tejido social, y una intriga que no da tregua; pero al mismo tiempo, Gabriel Velázquez Toledo agrega algo inédito en el panorama de la novela negra mexicana: el sur como el escenario propicio para la incubación de intrigas políticas y levantamientos sociales, y una historia alternativa, pero no menos sugerente, del surgimiento del movimiento zapatista. Bernardo Esquinca.
La presentación del libro se llevó a cabo en el espacio de nuestros amigos Sala Belisario Domínguez, Liberales por un México Unido, que liderea José Francisco Cortez Molina, de invitado de honor el Doctor Juan Carlos Moreno Guillén, un lugar de encuentro, de fraternidad, diría un poco o mucho masculino, ya los invadiremos, excelentes anfitriones.
“Lo que importa es la pasión que uno tiene, hay que tener un estilo, hay que tener un lenguaje, pero también esa tenacidad para leer y corregir la misma novela una y otra vez, para alcanzar un sueño, porque si se puede”, aseguró el escritor y ganador del Premio Nacional de Novela Negra “Una Vuelta de Tuerca”, por la novela Morir al sur, Gabriel Velázquez Toledo.
Y les dejo un comentario para que se piquen, como se dice coloquialmente, y se interesen por leer la novela, la encuentran en el Escritorio Moderno de nuestro amigo Julio Sánchez Esquinca: De entrada, no es una novela citadina, sino que su escenario es la sureña y tropical Selva Lacandona. Con un reportero de protagonista y en rol de detective, se desenvuelve una intriga policial en la que el crimen común y el crimen de estado se combinan, con la guerrilla zapatista como trasfondo político.
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