Chiapas es una entidad federativa que se destaca en sus índices, por el atraso educativo en los diferentes niveles y tipos de educación.
✍🏽Rodolfo L. Chanona
Ante los festejos del día del maestro, salta la pregunta: ¿sí los maestros en Chiapas deberían festejar su día o mejor deberían ocuparse en reflexionar respecto al atraso educativo que prevalece en el Estado?
Chiapas es una entidad federativa que se destaca en sus índices, por el atraso educativo en los diferentes niveles y tipos de educación, por ejemplo, mientras la Ciudad de México tiene el mayor nivel de escolaridad con casi 12 años, Chiapas tiene el índice más bajo con 7.8 años de escolaridad, cuyo promedio en el país es el de 9.7 años, según datos recabados por el INEGI.
Si abordamos los diferentes índices, vamos a encontrar que nuestro Estado, permanece en los últimos lugares en todos los ámbitos de la educación; lo que lamentablemente ninguna administración ha podido sacar por décadas.
En el 2018 con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales, se generaron grandes expectativas en un amplio sector de la población, ya que simbolizaba por primera vez en México la llegada de la izquierda al poder, suponiendo un progreso en la generación de oportunidades, sobre todo en un Estado como Chiapas, en donde el presupuesto en materia de educación depende en un 70% del presupuesto federal. Lamentablemente a cinco años y medio de gobierno, la ciudadanía se ha podido percatar que la educación en el país no avanzó y Chiapas no fue la excepción.
La brecha de desigualdad más pronunciada se manifiesta en el ámbito de la educación superior, como se desprende de los datos a nivel nacional, en donde sólo cuatro de cada 10 jóvenes entre 18 y 24 años pueden acceder a la universidad (43.5 %), siendo una cifra inercial apenas superior a la de 2018 (40 %); cuando la meta sexenal era llegar al 50 %.
Así mismo, sólo un 14 % del total de estudiantes en las universidades públicas proviene del primer quintil de ingresos -más pobres- mientras que 41 % pertenece a los dos quintiles -más ricos- (IEEC, con datos de la ENIGH, 2023).
Lo que nos permite de cierta forma, explicar por qué nuestra entidad chiapaneca, mantiene el nivel más bajo de escolaridad.
Por lo que se considera que, para sacar a Chiapas del atraso educativo en que se encuentra, la próxima administración federal y estatal deberán de actuar en conjunto para alinear los objetivos, políticas, estrategias, líneas de acción y metas globales para cada uno de los subsistemas educativos y será importante hacer énfasis en educación superior, toda vez que, este tipo de educación es un factor determinante para sacar a Chiapas del atraso educativo en el que ha permanecido.
Y será en el presupuesto público en donde se verá reflejado la voluntad de los gobiernos y no en los discursos políticos, siendo ahí donde se encuentra el verdadero plan de desarrollo de un país y por supuesto el de una entidad federativa; siendo el presupuesto en el cual, se codifica, sin ambigüedades ni eufemismos, las prioridades de un gobierno.
En consecuencia los nuevos modelos educativos que se diseñen para las instituciones de educación superior, deben preveer la revalorización del personal académico, incluyendo más oportunidades de formación continua, fortaleciendo la docencia, la investigación y la extensión; centrados en la atención de los estudiantes, lo que asegurará el desarrollo de habilidades profesionales para la solución de problemas complejos, la creatividad y la innovación; y para ello, se requerirá un incremento considerable en el presupuesto público para la educación superior.
Es ahí, donde los docentes deben de reflexionar y asumirse como coadyuvantes del gobierno, para proponer y exigir la generación de políticas públicas, líneas de acción y metas que permitan el desarrollo educativo de nuestro Estado. Pero esto no funcionará, si las autoridades educativas no tienen la sensibilidad de escuchar y adoptar las mejores propuestas de la comunidad académica y priorizan la educación sobre la política.
No obstante, ante el futuro y seguro arribo a la gubernatura del Estado de Chiapas de Oscar Eduardo Ramírez Aguilar, nuestra entidad tiene la esperanza de salir de este atraso educativo, toda vez que este, ha demostrado en todo momento su habilidad estadista y su capacidad de construir acuerdos, por lo que no dudamos que, sabrá gestionar los recursos necesarios y nombrará a los mejores cuadros que dirijan la educación en Chiapas y en particular a la educación superior.