Debates, quedan solo para el anecdotario político
✍?Alejandro Moguel
Claudia Sheinbaum mintió de nuevo, a Xóchil Gálvez le faltó fuerza y Jorge Álvarez Máynez nadó de a muertito con doce ataques contra la candidata opositora y ocho contra Claudia.
Las dos candidatas y el candidato a la presidencia de México perdieron la oportunidad de convencer a potenciales electores que seguramente estaban esperando un motivo más que los impulsara a ir a las urnas el domingo 02 de junio próximo.
No lograron emocionar lo suficiente a los mexicanos para que un día después de sus alocuciones apareciera gente afirmando que iría a votar por tal o cual de los tres, que los hubiese convencido. Nadie rompió esquemas. Los tres se quedaron con expresiones comunes y ordinarias. Dijeron únicamente lo que todo mundo sabe. Quienes vieron el debate tienen suficientemente claro que hay una candidata mentirosa que maquilla cifras para afirmar que tuvo resultados positivos en materia de seguridad y en otros rubros en la Ciudad de México.
Que la otra es del PRIAN, no es novedad. Que perteneció al gobierno de Vicente Fox, todo México lo sabe.
Tal vez la única novedad fue que Xóchitl Gálvez reveló que el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo está siendo investigado por autoridades estadounidenses por estar presuntamente ligado a grupos mexicanos del crimen organizado, especializado en huachicol, algo que hasta ayer el aludido no había desmentido y, por el contrario, periodistas de El Heraldo Radio lo buscaron y no aceptó dar entrevistas.
A Máynez ni lo pelaron. La confrontación fue entre el primero y segundo lugar de las preferencias electorales: Claudia y Xóchitl.
Los mexicanos vieron a una Sheinbaum segura y firme en lo que decía, con frases matizadas. Evadió temas que eran riesgosos. Nunca se enganchó ni se le vio enojada. “Nada de eso, tú ya eres ganadora”, le debieron haber dicho sus asesores.
También observaron a una Xóchitl muy echada para adelante, muy alimentada con el entusiasmo inyectado en su ser por miles de personas de la Marea Rosa de la mañana de ese mismo día.
En conclusión, sus discursos, completamente huecos, dejaron mucho qué desear. Pobres fueron sus argumentaciones y sus confrontaciones.
Se notó que los tres han dejado de lado la lectura. Un buen lector lanza desde todos sus poros congruencia lingüística, liga de manera formidable unas ideas con otras, no es repetitivo y muestra variedad de palabras y trata de pronunciar frases ingeniosas. Nada de eso se vio en el debate presidencial del reciente domingo. Ni modos. Sin que esto suene a vulgaridad u ofensa, permítanme un refrán popular, que mi abuelito repetía muchas veces: con esos bueyes hay que arar la tierra.
CRÍTICA PERIODÍSTICA
Los medios de comunicación fueron muy observadores. Publicaron que Xóchitl repitió ataques y Claudia alegó que todas esas acusaciones eran producto de pura ficción.
El tema de seguridad desató la polémica entre los presidenciables, pues mientras Gálvez reveló una supuesta investigación de EU contra Mario Delgado, Sheinbaum respondió que el PRI tiene más ex gobernadores prófugos que en funciones.
Claudia y Xóchitl se acusaron de nexos con el crimen. Sheinbaum se mofó y dijo que hay más gobernadores del PRI y el PAN en la cárcel que en funciones.
Los periodistas de El universal contaron las veces que Máynez golpeó a sus adversarias: ocho rozones a Claudia y doce golpes a Xóchitl. El candidato de MC confirmó su papel de palero del gobierno federal.
Otros medios observaron que el último round se volvió un torbellino de descalificaciones. Aunque quizás no se vuelvan a reunir en circunstancias y escenarios similares, los tres protagonistas de la disputa por la nación y sus proyectos antagónicos lanzaron ayer su reto: se acusaron de todo en el último debate y cruzaron duras imputaciones sobre el acuciante tema de la seguridad, con énfasis en señalamientos de vínculos con el crimen organizado y corrupción en torno a las políticas aplicadas en sexenios recientes. Este último ejercicio de confrontación de propuestas fue, sin duda, el más áspero de los tres que se realizaron y a ratos se tornó un torbellino de descalificaciones estruendosas y temerarias con base en fuentes a las que se les confirió veracidad a priori, dijo por su parte el periódico La Jornada.
Mientras tanto, Reforma opinó que el último debate entre las candidatas y el candidato a la Presidencia abundaron los ataques por encima de las propuestas para afrontar los principales problemas que vive el país como la violencia, la crisis migratoria y el conflicto por la división de Poderes. Las acusaciones registradas durante el ejercicio de una hora y 48 minutos fueron más de carácter personal y en contra de los colaboradores de las candidatas y figuras de los partidos que representan.
El Sol de México destacó que Sheinbaum no se enganchó y que Xóchitl involucró al Papa cuando dijo que en su visita al Pontífice llevó la imagen de la Virgen de Guadalupe estampada en su falda, como una forma de querer manipular a los mexicanos.
El Universal dijo que la mayoría no vio una clara ganadora. En el análisis de la participación de los candidatos, de 10 columnistas y articulistas de El Universal tres vieron ganar el debate a Gálvez, dos a Sheinbaum y los cinco restantes no vieron un claro ganador ¿Quién ganó el debate y por qué? ¿Quién hizo la mejor propuesta? No hubo ganadores. Claudia se dedicó a afirmar la continuidad de este gobierno. Xóchitl se dedicó a criticar al gobierno, y Máynez hizo propuestas y atacó al PRIAN.
El Tercer Debate Presidencial dividió opiniones entre 48 editorialistas y columnistas convocados por Grupo Reforma quienes analizaron el último encuentro entre las candidatas y el candidato. Mientras que para algunos Gálvez fue quien presentó mejores propuestas, para otros fue Sheinbaum y unos más consideraron que el formato de los tres encuentros no fue el más adecuado para el intercambio de ideas y que se privilegiaron los ataques.
Todo ha quedado para el anecdotario político de México.
alexmoguels@hotmail.com
