Un estudio del 2017 publicado en la revista Science Advances estima que se han producido 8.300 millones de toneladas de plástico desde 1950.
✍?Amado Ríos Valdez
Hubo un tiempo en que los seres humanos no nos preocupábamos por los plásticos, pero llegó la era industrial y con ella la extracción del petróleo y su uso para producir combustibles fósiles y plásticos, entre otros derivados. Un estudio del 2017 publicado en la revista Science Advances estima que se han producido 8.300 millones de toneladas de plástico desde 1950. De esta cantidad, solo se ha reciclado el 9%, mientras que el resto se ha acumulado en el medio ambiente o ha terminado en basureros o en barrancas y tiraderos sin control (“Plastic waste inputs from land into marine environments” publicado en la revista Science Advances el 19 de julio de 2017).
La contaminación por plástico se ha convertido en una crisis ambiental de proporciones colosales, infiltrándose en cada rincón del planeta, desde las cumbres nevadas del Himalaya hasta las profundidades abisales de los océanos. La presencia de este material no biodegradable está causando un daño irreversible a los ecosistemas y, cada vez más evidente, a la salud humana.
LA ALARMANTE CONTAMINACIÓN POR PLÁSTICO: UNA AMENAZA GLOBAL
Uno de los aspectos más preocupantes de la contaminación por plástico es la formación de microplásticos, fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros que se desprenden de objetos más grandes. Estos microplásticos se infiltran en la cadena alimentaria, siendo ingeridos por animales y, en última instancia, por humanos. Estudios científicos han encontrado microplásticos en la sangre, el tejido placentario e incluso en la leche materna, lo que genera serios interrogantes sobre sus potenciales efectos en la salud. Se teme que la exposición a microplásticos pueda provocar enfermedades crónicas como cáncer, problemas reproductivos, trastornos del desarrollo y enfermedades neurodegenerativas.
Ejemplos concretos del impacto de los microplásticos son: En los océanos se estima que hay hasta 150 millones de toneladas de microplásticos, lo que equivale a cinco bolsas de plástico por cada metro cuadrado de superficie marina. Estos microplásticos son ingeridos por animales de todos los tamaños, desde el zooplancton hasta las ballenas. Un estudio encontró que el 90% de las aves marinas tenían microplásticos en sus estómagos. En el suelo los microplásticos también se están acumulando, reduciendo su fertilidad y contaminando las aguas subterráneas. Un estudio encontró que un tercio de las muestras de suelo analizadas en todo el mundo contenían microplásticos.
UN PROBLEMA DE ESCALA GLOBAL: PRODUCCIÓN VS RECICLAJE
La producción mundial de plástico ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas. En 2023, se estima que se produjeron 450 millones de toneladas de este material, de las cuales solo se recicló el 9%. El resto termina en basureros o en suelos y ríos, incinerado o, lo que es peor, contaminando el medio ambiente. Un análisis de National Geographic del 2020 estima que la producción de plástico podría llegar a 3,400 millones de toneladas en 2050. Se esperaría que para el 2050, si no se ha desatado una crisis mundial por contaminación por plásticos, se puedan reciclar y entrar a un proceso de economía circular al menos el 80% de los plásticos producidos, pero aún con estos avances eso implicaría que se seguirían vertiendo a suelos, ríos y océanos alrededor de 680 millones de toneladas de residuos plásticos.
IMPACTOS EN LA SALUD HUMAN Y LA NATURALEZA
Océanos asfixiados: Los plásticos se acumulan en los océanos, formando islas de basura gigantescas que amenazan la vida marina. Se estima que cada año mueren hasta 1 millón de animales marinos como consecuencia de la ingestión de plástico. Tortugas marinas que confunden bolsas de plástico con medusas, ballenas que se enredan en redes de pesca y aves marinas que mueren por ingerir fragmentos de plástico son solo algunos ejemplos de las víctimas de esta contaminación.
Contaminación del suelo: Los microplásticos se infiltran en el suelo, reduciendo su fertilidad y contaminando las aguas subterráneas. Esta contaminación afecta la productividad agrícola y pone en riesgo la seguridad alimentaria de las poblaciones.
Impacto en la salud humana: Además de los riesgos mencionados anteriormente, la exposición al plástico puede provocar problemas respiratorios, alergias, enfermedades autoinmunes y, en algunos casos, incluso cáncer.Los microplásticos pueden interferir con el sistema hormonal, afectar el desarrollo fetal y provocar daños en el sistema nervioso.
Ejemplos del impacto en la salud humana: Un estudio encontró que las personas que viven cerca de incineradores de plástico tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Otro estudio encontró que los niños que viven en áreas con altos niveles de contaminación por microplásticos tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de aprendizaje y autismo.
UN FUTURO SIN PLÁSTICO: UN DESAFÍO QUE REQUIERE ACCIÓN INMEDIATA
Las decisiones y las acciones son urgentes ¿qué podemos hacer?
Reducción del consumo de plásticos: Prohibir o restringir el uso de plásticos de un solo uso como bolsas de plástico, popotes, cubiertos, platos, vasos, etc. Esta medida ha sido implementada con éxito en varios países y ha demostrado ser eficaz para reducir significativamente la cantidad de residuos plásticos generados.
Promover el uso de alternativas sostenibles: Reemplazar los productos de plástico por alternativas biodegradables o compostables, como bolsas de tela, botellas reutilizables, envases de bambú, etc.
Fomentar el consumo responsable: Educar a los consumidores sobre los impactos ambientales del plástico y promover hábitos de consumo más sostenibles, como llevar bolsas reutilizables a la compra, evitar productos con exceso de empaquetado y optar por productos duraderos y reparables.
Mejora de la gestión de residuos: Implementar sistemas de recolección y reciclaje eficientes: Garantizar que todos los residuos plásticos sean recolectados de manera adecuada y reciclados de manera eficiente. No construir más rellenos sanitarios sino plantas de reutilización y reciclaje de residuos. Esto incluye la adopción nacional de un modelo de economía circular, la inversión en infraestructura, la capacitación de personal y la implementación de campañas de sensibilización. Extender la responsabilidad del productor, es decir, imponer a los productores la responsabilidad de la gestión del final de la vida útil de sus productos, incentivando el diseño de productos reciclables y reutilizables.
Innovación tecnológica: Investigar y desarrollar nuevos materiales. Invertir en la investigación y desarrollo de materiales alternativos al plástico que sean biodegradables, compostables y con un menor impacto ambiental. Mejorar las tecnologías de reciclaje desarrollando tecnologías más eficientes y rentables para el reciclaje de plásticos, incluyendo el reciclaje de plásticos mixtos y de baja calidad. Promover la biodegradación de plásticos: Investigar y desarrollar microorganismos o enzimas capaces de biodegradar los plásticos existentes en el medio ambiente.
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