RENÉ ALBERTO LÓPEZ
Los partidos en el poder tienen como norma no escrita presentar en los procesos electorales a cuadros adueñados del partido o muy cercanos a quienes realmente mandan en los institutos políticos.
Este fenómeno se da particularmente en espacios más importantes, en los más apetecibles por los políticos como son la candidatura al senado, lo mismo a la gubernatura. Esos están reservados para los “machuchones” del partido, pero nunca voltean a ver hacia otros cuadros, aunque estén haciendo trabajos aceptables, como es el caso de los alcaldes.
Si algún político tiene contacto directamente con los ciudadanos y con los problemas cotidianos relacionados con la administración pública, esos son los presidentes municipales. Pero sucede que en tiempos de elección sólo son buscados por sus partidos para que promuevan el voto en sus zonas en beneficio de los “dueños” de la organización partidista y de los principales cargos.
Ahora que este régimen se llena la boca con la cantaleta de que el “pueblo manda”, deberían entonces incluir a los ediles que tienen buena puntación popular en sus municipios, pues ese buen trabajo realizado en los ayuntamientos, podría ser bien aprovechado en la administración estatal.
Así, hay excelentes comentarios de los lugareños del trabajo que realizan al menos tres alcaldes de Morena, cuya fama de virtuosos administradores ha trascendido a los círculos políticos de la capital del estado. Ellos son Jorge Suárez Moreno, Tenosique; Julio Gutiérrez Bocanegra, Macuspana, y Oscar Ferrer Ábalos, Huimanguillo.
Ahí tiene el partido Morena tres cuadros que se han ganado el respeto de los lugareños debido a la administración que están encabezando, para que en los cargos citados no salgan los de siempre a quienes el respetable les llama: “cartuchos quemados”.
Los que dirigen el instituto político en el poder debería salir de las oficinas a evaluar el trabajo que se está realizando en Huimanguillo, Macuspana y Tenosique, para que recojan el sentir de los propios ciudadanos y, se llevarán una grata sorpresa. No guiarse sólo por las redes sociales, utilizada muchas veces de manera tendenciosa.
Y es que hoy en día en Tabasco se dice que Morena gana por la marca con cualquiera que pongan. Esto es, están minimizando la inteligencia del pueblo. Deben saber que el PRI cometió el error de sentirse sobrado y, les llegó el hartazgo del pueblo. Lo nuevo es que a Morena, ese hartazgo lo está alcanzado demasiado pronto. ¡Ay! de aquellos que no quieren ver ni oír.
Y, no exageramos: en el ámbito nacional podría ser candidato a la presidencia de México un alcalde. Me refiero a Luis Donaldo Colosio Riojas, pero no sólo por su apellido, sino que además está demostrando un gobierno de excelencia en la capital de Nuevo León.
El protagonismo de don Erubiel
En la otra esquina a don Erubiel Alonso Qué, político nativo de Balancán, con un cargo en el PRI nacional, lo está matando políticamente la desesperación. Debería escuchar a sus asesores de que callado y de bajo perfil no le iría tan mal ni sería la comidilla de la clase política.
Debe entender que no le alcanza para ser candidato a gobernador, pues hay elementos mejor que él y por mucho. En este instante el cuadro que tiene el tricolor para competir por la gubernatura, si ella quisiera, sería la diputada local Soraya Pérez Munguía. No hay más.
Pero también hay que tomar en cuenta que se teje una alianza de partidos opositores en Tabasco, y ahí, el chaleco le quedaría mucho más grande a don Erubiel. Los personajes considerados por la vox populi, aclaro, en opinión de la voz popular, en este entramado son Luis Felipe Graham Zapata, Gerardo Gaudiano Rovirosa, Soraya Pérez Munguía y Juan Manuel Fócil. De ese cuarteto podría salir el candidato o candidata de la oposición.
Así que bien haría don Erubiel Alonso en hacerles caso a sus asesores y dedicarse de lleno a sus funciones en el Movimiento Territorial del PRI, que abarca todo el país, no sólo a Tabasco. Porque ya le dio de estar en su tierra haciendo una especie de campaña anticipada, y eso en vez de apuntalarlo como político, lo está cargando de negativos y de ataques en las redes sociales.
Pues uno de sus últimos desatino fue arremeter contra el gobernador Carlos Manuel Merino, y con justa razón le están restregando que eso no lo hizo cuando él fue dirigente del PRI estatal, y en el gobierno del estado estaba el fallido Arturo Núñez Jiménez, a quien, como dice el lugar común, no tocaba ni con el pétalo de una rosa.
Ahí se las dejo.