Cualquier parecido con el autoimpuesto liderazgo en el PRI de Alejandro Moreno Cárdenas y las afirmaciones de Fernando Savater es mera coincidencia.
✍?ACÁ ENTRE NOS | Alejandro Moguel
Cualquier parecido con el autoimpuesto liderazgo en el PRI de Alejandro Moreno Cárdenas y las afirmaciones de Fernando Savater es mera coincidencia. La 24 Asamblea del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aprobó este domingo 7 de julio de 2024 la modificación de los estatutos del partido que permitirá que su actual dirigente nacional pueda reelegirse 8 años más. Este cambio también beneficiará a los dirigentes estatales del PRI de todo el país.
Digo lo anterior porque en su libro Ética para Amador y en el apartado de política, Fernando Savater afirma que muchos políticos se aferran al poder y, difícilmente, se apartan de él por sí mismos. A veces, es necesario sacarlos a patadas o a empujones, añade. Y vaya que se mostró decente el referido y laureado escritor.
Ha habido gobernantes que han sido expulsados de sus países, perseguidos, enjuiciados y fusilados, como fue el caso del líder comunista de Rumania Nicolae Ceausescu y su esposa, Elena. La muerte de Ceausescu, líder del Partido Comunista durante 24 años y presidente de Rumania por 21, marcó el fin de una era para el bloque soviético y el final de un régimen de miedo en el país, el que lideró con el respaldo de una brutal policía secreta, la Securitate. De otra manera, no hubieran dejado el poder por voluntad propia.
La pareja Ceausescu abandonó la capital, Bucarest, el 22 de diciembre de 1989, pero fue capturada más tarde y retenida en una base militar a 80 kilómetros de la mencionada ciudad rumana.
Recuerdo otro caso. El presidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales. La noche de un sábado de junio de 2009, por primera vez en varios días, abandonó la sede de la Presidencia y se fue a su casa a dormir. En la madrugada se despertó con un fusil apuntándole a la cara. Y así, en pijama y con calcetines, un comando de las Fuerzas Armadas lo sacó de la cama antes del amanecer, lo condujo a una base aérea situada al sur de Tegucigalpa y lo trasladó en un avión militar a San José de Costa Rica. Ya tenía a sus ciudadanos hasta la coronilla de tanto autoritarismo y abuso de poder.
Uno más. Después de semanas de protestas en las calles de Bolivia y tras “13 años, nueve meses y 18 días” en el poder presidencial, el presidente Evo Morales se vio obligado a renunciar.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador lo mandó rescatar de las turbas bolivianas que estaban a punto de lincharlo porque, no obstante, un referéndum ciudadano lo había rechazado, Evo Morales insistía en querer postularse para un tercer periodo en el gobierno.
Y así puede haber muchos casos más de políticos que se creen tocados por el Todopoderoso y se aferran a pensar que sólo ellos pueden conducir los destinos de una sociedad o de cualquier organización política.
Pues ese es el caso de Moreno Cárdenas, quien ya se había reelegido, en forma irregular en 2023 para operar, desde la dirigencia nacional del PRI, la asignación de cargos de elección popular en los comicios de 2024. Ayer, el Consejo Político nacional que está dominado por él, autorizó reformas a los estatutos de ese partido para poder reelegirse hasta por ocho años más.
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